Los manifestantes rechazaron la imposición de la “troika” de despedir a cuatro mil trabajadores y poner a 25 mil en el esquema de reserva laboral.
Decenas de miles de personas se manifestaron este martes en el centro de Atenas y Salónica en la huelga general convocada contra los despidos de empleados públicos que el gobierno del conservador Antonis Samaras pactó con la Troika (FMI, Banco Central Europeo y Comisión Europea).
La huelga, la cuarta general del año, fue convocada por las dos principales confederaciones sindicales de Grecia (Adedy, del sector público y GSEE, del privado).
50 mil personas se manifestaron en Atenas, en tanto otras siete mil se dieron cita en Salónica, la segunda ciudad del país.
En ambas ciudades la mitad de los manifestantes marcharon convocados por el PAME, el sindicato ligado al Partido Comunista de Grecia (KKE).
“La política de despidos masivos que exige el nuevo memorando es el inicio de un nuevo modelo de gobierno antidemocrático”, denunció Adedy a través de un comunicado.
Kostas Pagonas y Andreas Stathopulos, dos miembros del sindicato de maestros OLME, se quejaron a la agencia de noticias Efe de que el Gobierno acabará con 51 especialidades de formación profesional: enfermería, artes gráficas, decoración y peluquería entre otras.
Y dejará, agregó, a 21 mil alumnos “sin la posibilidad de acabar sus estudios en la educación pública” y “beneficiará así a la escuela privada”.
A los 2.500 profesores de estas especialidades ya se los comenzó a notificar del despido pese a que esta medida no fue aprobada por el Parlamento.
Grecia acordó con la Troika despedir a cuatro mil empleados públicos a fin de año y poner a 25 mil en el esquema de reserva laboral, por el que cobrarán parte de su salario durante ocho meses y luego serán recolocados o despedidos.
Dentro de este esquema entrarán los 2.200 celadores escolares y los 3.500 policías locales que existen en Grecia.
“Nos despidieron a mediados de julio y sin el previo aviso que exige la ley. Nuestro despido es ilegal, tenemos contrato indefinido”, denunció Filippos Vassiliu.
Este celador escolar explicó que su salario fue recortado de 1.300 a 700 euros en el último año y se preguntó qué hará ahora sin trabajo, con tres hijos y una esposa discapacitada a su cargo.
Telam
