Las declaraciones del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso ante la Jurisdicción Especial para la Paz, han permitido encontrar fosas comunes donde estarían los cuerpos de personas dadas por desaparecidas. Por décadas madres, esposas y hermanas han esperado saber el paradero de sus seres queridos
María Cardona Mejía (*)
La desaparición forzada, grave delito de lesa humanidad, ha condenado a miles de hogares colombianos al dolor permanente, la incertidumbre y la búsqueda de sus seres queridos. Este doloroso proceso generalmente ha sido asumido por mujeres (madres, esposas, hermanas) que se han convertido en buscadoras casi que en soledad, exigiendo el derecho a la entrega digna y la realización del ritual humanitario de despedida de acuerdo a sus creencias que les permita salir de la incertidumbre y la constante pregunta: ¿dónde están?
Arañando sin más herramientas que sus tiernas y encallecidas manos, sus voces levantadas con dolor y dignidad en exigencia de la respuesta que les permitan encontrar a sus seres queridos, acceder a la verdad con garantías de no repetición. Ellas, dolidas y valientes se han organizado de diferentes formas tejiendo memoria recuperando la dignidad de las víctimas.
Vivos se los llevaron
En audiencias ante la Jurisdicción Especial para la Paz, Salvatore Mancuso hablo de fosas en la frontera con Venezuela en la que se encontrarían restos de las víctimas de desaparición forzadas, declaraciones que dicho sea la gran prensa desestimó e intentó acallar.
Por su parte, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, UBPD, indicó que teniendo en cuenta las declaraciones del exparamilitar de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, se acopiará la información necesaria para la construcción del contexto como parte de la investigación humanitaria y extrajudicial.
“La Unidad de Búsqueda encuentra allí unos restos humanos (…) la Unidad hace un hallazgo fortuito que es motivo de estudio médico-legal. Puede corresponder a una sola persona, puede corresponder a más personas, no lo sabemos”, explicó Nelson Téllez Rodríguez, subdirector de la UBPD para Noticias Caracol.
Vienen a la memoria las marchas en las que acompañamos a las madres con su consigna Vivos se los llevaron, vivos los queremos. Ellas y ellos no regresaron con vida, pasaron largos años de angustia en los que las Buscadoras asumen la labor de mover, escarbar, gritar, exigir con la esperanza de encontrar a sus hijos, hijas, esposos, hermanos. La creación de la UBPD como parte del Acuerdo de Paz firmado en 2016 entre el gobierno de Juan Manuel Santos con las antiguas FARC trajo una luz de esperanza que no se ha cumplido en su totalidad.
Recuperar la memoria
Este hallazgo generado en las declaraciones de Mancuso esperamos de tranquilidad a las familias y les permita su ritual de entrega y despedida digna,
La labor de las buscadoras y sus organizaciones las acompañamos en la exigencia de nunca más ausencias impuestas y lograr el sueño de la construcción colectiva y de una paz integral con justicia social y garantías de no repetición.
Seguiremos tejiendo, recuperando memoria y dignidad de las víctimas, haciendo de sus ausencias impuestas permanentes presencias, negándonos al olvido y construyendo caminos de equidad y justicia que nos permitan garantizar a las nuevas generaciones vivir libres, sin miedos, sin violencias.
Un futuro en el que las hijas, hijos, nietas, nietos, bisnietos bisnietas puedan libremente, dignos y plenos protegidos por la generosa sombra del cafeto en flor, de las araucarias al amor y a la vida cantar.
*Lideresa, sobreviviente de la UP e integrante de Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, CPDH