La artista colombiana Lucille Dupin habló con la Bolcheradio sobre su música, el concepto artístico que ha creado alrededor del feminismo sáfico y qué van a encontrar las personas que asistan a su presentación en el marco del Festival del Semanario VOZ que será este 14 de octubre
Anna Margoliner
@marxoliner
Lucía Agudelo, el primer nombre que le fue asignado a la artista, encontró su identidad en Lucille Dupin una escritora francesa del romanticismo que, por razones evidentes en la época, no podía publicar bajo su propio nombre: “así que firmaba con un seudónimo masculino: George Sand. Ella accede a esos círculos literarios de la época vistiéndose con ropa masculina de la época y se hacía pasar por un hombre para poder estar como a la par de sus compañeros: escritores como Víctor Hugo.
“A mi parecer ella era mucho mejor porque tenía un sentido de una conciencia social muy interesante, que muchos de ellos no tenían durante el romanticismo. Dupin escribía un tipo de prosa que es bucólica, resaltando la labor del campesino y de la vida diaria. Era duquesa, de hecho, renunció a sus privilegios para irse a París con su hija Solange a escribir y a pasársela entre estos artistas locos. Me inspiró un montón no solo por su vida, sino también por su obra.
La música y el interés por las palabras
Lucille menciona que toda la vida ha querido ser escritora y es filóloga: “lo mío siempre han sido las letras, pero a mitad de carrera descubrí que amo la música y que la música también podía ser mía porque siempre la sentía de otras personas, pero nunca mía. Aunque siempre he amado cantar y he sido exigente con mi voz y entrenando muy consciente, fue en esta época cuando estaba como un poco abrumada, con demasiadas sensaciones y emociones que quería expresar y no tenía cómo.
“La música fue ese canal para poder sacarlos de una, porque yo me puedo sentar una hora y hago una canción. Por eso el proceso empieza por la letra, el sentido, el mensaje; aunque en el proceso de composición muchas veces empiezo también solo por la melodía y empiezo a jugar y digo, esto me gusta y voy dando tal palabra y me van saliendo de esta, otras palabras y al final salen como dos líneas.
La magia de las palabras y el tarot está muy presente en la composición de su música: “pienso el mundo desde las palabras y desde su campo conceptual. Utilizo mucho el tarot. De hecho, mi primer álbum está basado en los arcanos mayores del tarot. Por eso, Señor de Canciones, que es una referencia al ermitaño mientras este segundo álbum está basado en los arcanos menores del tarot y en los cuatro palos.
“Entonces, por ejemplo, en la portada de rosas está la dama de espadas. Tenemos cuatro damas, una por cada elemento y eso también es como una cierta reivindicación porque dentro del tarot, en las figuras de los arcanos menores, solo hay una mujer que es la reina, el resto son personajes masculinos, entonces decidimos cómo llamarlas: dama de espadas, de bastos, de copas o de oro, para reivindicar otro espacio más dentro del mismo tarot, incluso en la construcción de las mismas canciones. Hay una que se llama sublimar que está literalmente escrita, o sea, es una lectura que eché con las cartas del Tarot de Normand y la volví canción.”
Carrera musical
Lucille está celebrando el lanzamiento del primer sencillo de su segundo álbum, que se llama Indiana: “Estuve de gira hace dos semanas por el Eje Cafetero y también en la Fiesta del Libro de Medellín con este show que está dedicado a las mujeres, específicamente a las escritoras que han tenido que escribir como anónimos durante toda la historia, porque las bibliotecas de todo el mundo están llenas de anónimos que son mujeres brillantes que no pudieron firmar con su nombre real.
“Indiana es el segundo álbum que voy a lanzar, del cual ya salió Rosas hace unas semanas. El mismo título del libro de George que también se llama Indiana y a mi parecer es muy autobiográfico, cuenta su historia desde esta chica Indiana quien se revela un poco al amor romántico y es básicamente toda la historia de ella divorciándose, yéndose a París, pero a través de esta narración.”
Las energías que mueve la música son muy importantes dentro de su puesta en escena. Sus presentaciones siempre están relacionadas con la ritualidad de ese espacio: “La música mueve energías y para nadie es extraño. Todos mis conciertos son rituales y vamos a estar todos moviendo energía. Lo hago también para pedir permiso porque energéticamente se mueven muchas cosas y pasan muchas cosas durante los conciertos, así que por supuesto concierto en FestiVOZ va a ser un ritual precioso.”
Señala además que este escenario es muy significativo en su carrera: “Esta va a ser mi primera vez, estoy muy emocionada por eso. Me han escrito algunas chicas preguntando por el festival y quieren ir. Estoy muy emocionada, sobre todo porque pienso mucho en mi familia que me ha inculcado mucho el tema. de la conciencia social y de clase. Para mí esto es un hito: cumplirles.”
Safo: las mujeres que se aman
Lucille se identifica como feminista sáfica, una reivindicación al amor entre mujeres y a la misma Safo, resignificando la categoría de lesbiana, asignada por el sistema patriarcal, no por las mujeres mismas: “feminismo sáfico es algo que yo me inventé, o sea, eso no lo he leído ninguna parte. Soy feminista y lesbiana. Dentro del movimiento feminista tengo cierta afinidad con el lesbofeminismo, diferente al feminismo lesbiano. Desde allí me paró con una postura crítica y no me considero lesbiana en el sentido de que esta palabra usada por los hombres, además, es el gentilicio de una isla. Soy colombiana, no lesbiana. Prefiero denominarme sáfica, que es una mujer que ama las otras mujeres.
“Safo fue esta poetisa que es la primera mujer sáfica. Para mí, el feminismo sáfico es una postura política en la cual se priorizan mujeres y se aman mujeres ya de ahí para adelante, pues tú puedes diferir como que definir el resto. Parto desde ese principio, entendiéndonos a las mujeres como una clase social oprimida, el 52% de la población con base a nuestro sexo y a través del género como construcción social.
“Una vez estábamos en un encuentro con poetas lesbianas y empezamos a pensarnos el término lesbiana y nos dimos cuenta que ninguna de nosotras nos identificamos realmente como con esta palabra. Simplemente es un gentilicio que nos dieron a las mujeres que amamos a las mujeres y nos priorizamos entre nosotras. Así, decidimos llamarnos sáficas. Luego transporté eso un poco al feminismo y hay algunas posturas que todavía no comparto completamente, hay muchas otras que sí, pero no quiero encasillarme en eso porque me parece que hoy en día dentro del feminismo se ha vuelto un juego un poco ridículo.
La artista se despide reiterando su invitación a hacer parte del 36 FestiVOZ que tendrá lugar el día 14 de octubre en el Club Social y Deportivo de los Pensionados Ferroviarios ubicado en la carrera 62 #18ª – 02, desde las 9:00 a.m.