martes, abril 23, 2024
InicioEdición impresaLos caminos de la duda: Un nuevo momento

Los caminos de la duda: Un nuevo momento

La discusión generalizada sobre la paz y la guerra, con diferente intensidad, cobija a casi toda la población colombiana y ello contribuye ya al cambio del comportamiento general.

Colombia-paz

Alfonso Conde

Al margen de sus resultados concretos, las movilizaciones de los trabajadores se multiplican. No sólo se trata del crecimiento de la lucha reivindicativa por derechos y garantías laborales vinculadas a la presentación de pliegos petitorios sino que han derivado, algunas, hacia la búsqueda de objetivos de claro carácter político.

En el marco de todas ellas se encuentra, vinculado de forma directa o indirecta, el tema que se debate en La Habana: la paz con democracia y justicia social. Por un lado se trata de un asunto y una consigna registrada en todos los discursos escritos o hablados, esos que congregaron a cientos de miles de personas a lo largo y ancho del país el pasado 9 de abril y luego el 1 de mayo, pero además se construye un nuevo ambiente que incentiva la lucha social, constreñida por décadas por causa de la violencia reaccionaria que agencian latifundistas, empresas transnacionales y buena parte de la burguesía entregada al imperialismo.

La discusión generalizada sobre la paz y la guerra, con diferente intensidad, cobija a casi toda la población colombiana y ello contribuye ya al cambio del comportamiento general.

No se trata de un cambio objetivo de la situación; al fin y al cabo continúan los asesinatos, las amenazas de grupos paramilitares y los gritos de guerra de quienes se siguen beneficiando de ella. Se trata de la apertura de la conciencia de muchos que ven posible, a pesar de todo, y aun necesario enfrentar la situación de opresión que se agudiza por la profundización santista de las políticas neoliberales. La movilización es el camino; la organización de clase es la condición necesaria.

El nuevo ambiente se expresa también en el avance de la reconstrucción de organizaciones políticas alternativas en regiones de donde habían desaparecido por acción de la barbarie paramilitar. Desde esta columna se saludan los valerosos procesos que se adelantan en Urabá, Magdalena Medio y otras regiones y se invita a todos los demócratas a defender el derecho ciudadano a participar activamente en la definición del rumbo de la sociedad.

Se guarda la esperanza, a pesar de las circunstancias actuales de aparente estancamiento, de que el proceso de búsqueda de la paz se amplíe, profundice y culmine con el éxito que necesitamos todos los colombianos decentes, en el entendido de que ello significará la apertura definitiva de esa puerta, hoy entreabierta, por la cual fluirá la expresión popular que transformará la sociedad. Se requiere acentuar la presión popular por el logro de ese objetivo primordial.

RELATED ARTICLES

Most Popular

Recent Comments