Lo peor entre lo peor

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Enrique Peñalosa, alcalde de Bogotá.

Ni las encuestas, ni la Veeduría Distrital salvan al actual alcalde Enrique Peñalosa

Redacción Bogotá

Desde la llegada de Peñalosa a la alcaldía de Bogotá, diversos sectores sociales cuya memoria les recordaba lo nefasto de su primera administración en Bogotá, advirtieron de la suerte para la capital en esta nueva etapa, y no se equivocaban.

Las encuestas hablan

Para el 2017, luego de una encuesta publicada por CM& el actual alcalde de la ciudad, Enrique Peñalosa, aparecía en la penúltima posición entre los peores gobernantes del país. El prometedor alcalde solo le ganó al investigado por corrupción John Calzones. En medio de las críticas y de la presión social, se esperaba que la imagen del alcalde superara las expectativas, incluso de sus propios seguidores, sin embargo, para el 2018, la matriz de opinión y de aceptación social sobre la gestión del Peñalosa se repitió. En una nueva encuesta del Centro Nacional de Consultoría para el Noticiero CM&, el gobernante seguía siendo de los peores en el país, con una imagen negativa de un 74% frente a una positiva del 22%.

Todo el país conoce que el talón de Aquiles de la actual administración ha sido el tema de la movilidad. En ese mismo año, el Concejo de la ciudad denunció que en tan sólo dos años la alcaldía gastó más de $118.000 millones en publicidad, la distribución del 27,33% del total del presupuesto estaba destinado a su mayor debilidad, la movilidad, ligado a la empresa de transporte de Transmilenio con el 20,57% corresponde al financiamiento de publicidad, el 6,88% a la Secretaría de Integración Social, el 6,22% a la Secretaría de Movilidad y el restante a las demás entidades.

Ni la veeduría salva a Peñalosa en su gestión

A finales del año 2018, la Veeduría Distrital entregó un informe sobre el bajo nivel de ejecución presupuestal de la actual administración, un fenómeno que no se veía en los últimos 20 años. Bajo este análisis el mismo veedor distrital, Jaime Torres, relataba: “La alerta preventiva de la Veeduría Distrital es a revisar los cuellos de botella que se presentaron en 2018 y tomar medidas efectivas que mitiguen las causas para que no se repitan en el último año de gobierno, ya que para este año se tiene disponible un 32% más de recursos en el presupuesto distrital”. En ese mismo informe el veedor aclara que el presupuesto invertido a la fecha del informe sólo era del 80 %, y el otro 20 % tendría que ejecutarse en el 2019. Por otra parte se mencionó que, tras la reducción presupuestal que se dio en el 2017, de $563 millones, la realidad podría ser peor.

Según mencionó la Veeduría, “al analizar la ejecución de la administración central, se encuentra que las secretarías que presentaron los mejores resultados en la ejecución fueron Desarrollo Económico (100%), Educación (99%), General, Cultura, Recreación y Deporte y Mujer (98%). Por el contrario, las secretarías con menores niveles en su ejecución fueron: Jurídica (82%), Salud (85%) y Hacienda (86%)”.

Igualmente, para el día 26 de noviembre del mismo año, en el Concejo de la ciudad, se radicó ante la Subsecretaría de la Comisión de Hacienda y Crédito Público un documento que contenía 223 folios con el estudio y análisis realizado al Proyecto de Acuerdo 520 de 2018. Estos folios contenían los siguientes criterios: Marco Fiscal de Mediano Plazo, Vigencias Futuras, Ejecución presupuestal 2017 y 2018, análisis del recaudo, análisis general, presupuesto de gastos e inversiones consolidado.

Para lo cual, el Concejo de la ciudad expresó sus preocupaciones, en el caso del concejal Jorge Durán Silva, afirmó que, “el presupuesto 2019 es una proyección de mentiras” y expreso: “Se está poniendo en riesgo la sostenibilidad de la deuda de la ciudad no sólo para la vigencia 2019 sino para los años venideros (…) el Confis distrital no ha modificado el límite anual aprobado, por lo que debe ser considerado en las metas previstas en el Marco Fiscal de Mediano Plazo”.

Finalmente, la Veeduría Distrital, realizó por escrito una serie de recomendaciones a la administración de Peñalosa, a fin de cumplir con claridad y transparencia en la elaboración y actualización de sus Planes Anuales de Adquisiciones en 2019, sobre todo teniendo en cuenta las próximas jornadas electorales, la Ley de Garantías entrará a regir en junio del presente año.

Con recomendaciones desde la Veeduría Distrital sobre como ejecutar el recurso público, con el llamado desde el Concejo de la ciudad sobre el impresionante gasto del erario en publicidad, y con un descontento social sobre el papel de la actual administración y su interés por seguir proyectando una política neoliberal que insta a fortalecer la inversión privada, la privatización de las empresas públicas, privilegiar una ciudad de cemento por encima de la protección y cuidado del pulmón de la capital, pero también de los parques y humedales de cada localidad privilegiando la construcción de canchas sintéticas, un nuevo negocio ya denunciado por la misma ciudadanía, llega  el alcalde de Bogotá a un 2019, nuevamente punteando entre los más malos de los mandatarios en el país.