miércoles, abril 24, 2024
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Libre René González: “Seguimos siendo Cinco”

Uno de los Cinco Patriotas cubanos injustamente encarcelados en Estados Unidos, recobró su libertad definitiva. No fue un gesto de generosidad, sino el fruto de la activa solidaridad internacional. ¡Hay que rescatar de la prisión a los otros cuatro!

René González.
René González.

Alberto Acevedo

Después de haber permanecido en prisión durante 14 años, siete meses y tres semanas, el patriota cubano René González Sehwerert alcanzó su liberación definitiva y podrá permanecer en Cuba, al lado de su familia.

Cumplido, en octubre del año pasado, el largo e injusto encarcelamiento, a lo largo del cual ni siquiera se le permitió que fuera visitado por su esposa, a René se le impuso una libertad condicional, consistente en que debía aún permanecer por tres años más en territorio de Estados Unidos, en una especie de excarcelación vigilada, lo que constituía realmente una extensión de la pena.

En desarrollo de esta libertad vigilada, falleció en Cuba el padre de René González. Las autoridades norteamericanas no le concedieron permiso para asistir a los funerales. Sin embargo, el pasado 3 de abril, a través de su abogado, René presentó una petición a la juez del caso, para que se le permitiera asistir por dos semanas, a un servicio religioso en memoria de su padre, y visitar a su familia. René llegó a La Habana el 22 de abril y debería regresar a Estados Unidos el 6 de mayo.

En desarrollo de esta visita, René González presentó una petición suplementaria, modificatoria de las condiciones de su libertad vigilada, consistente en que renunciaba formalmente a su ciudadanía norteamericana y a cambio se le permitiera quedarse en Cuba.

Familia de revolucionarios

René había nacido en Chicago, el 13 de agosto de 1956, en el seno de una familia de procedencia cubana. Su padre, Cándido René González Castillo, había emigrado de Cuba en los tiempos de la dictadura de Fulgencio Batista, y se desempeñó como obrero siderúrgico en Indiana. Su madre, Irma Teodora Sehwerert, era ama de casa. El viejo René fue colaborador en Estados Unidos del Movimiento 26 de Julio, que bajo el mando de Fidel Castro lideró el proceso emancipador en la Isla. Con el triunfo de la Revolución, la familia regresó a Cuba y se estableció allí definitivamente.

La jueza de La Florida, Joan Lenard, aceptó, mediante providencia del 3 de mayo pasado, la solicitud de modificación de las condiciones de libertad supervisada, para que el detenido pueda permanecer definitivamente en Cuba a cambio de la renuncia a la ciudadanía norteamericana. El gobierno norteamericano había dicho un día antes que no se opone a la solicitud. Irónicamente, hubo un concepto del FBI señalando que los intereses nacionales de los Estados Unidos estarían a salvo si René González no volvía a pisar suelo norteamericano. ¡Como si la actividad política de este ciudadano hubiera puesto en peligro alguna vez la seguridad de los Estados Unidos!

René, que había calificado como “experiencia terrible” su largo período de detención, dijo que la decisión de concederle la libertad definitiva “no se trata de un acto de generosidad por parte de la Fiscalía. En realidad ya no había pretexto alguno para no aceptar mi petición de perder la ciudadanía norteamericana y regresar definitivamente a Cuba, pues, según ellos, yo soy una amenaza para la seguridad nacional de los Estados Unidos”.

“Ahora soy un ciudadano cubano, un patriota de la isla, algo que siempre fui”, dijo René González, aunque precisó que “no seré libre mientras mis cuatro compañeros permanezcan confinados. Que el mundo recuerde que seguimos siendo cinco, y a la vez somos uno”.

Juicio inédito

Los restantes cuatro compatriotas a los que se refiere González son: Ramón Labañino, Gerardo Hernández, Antonio Guerrero y Fernando González. Como lo había reseñado VOZ en nota de comienzos de este año, los cinco patriotas fueron arrestados en septiembre de 1988, en Miami, por agentes del FBI, bajo el cargo de “conspiración para espiar”.

Sin embargo, los cinco permanecieron aislados en celdas de castigo durante 17 meses antes de que su caso fuera presentado ante un tribunal. El gobierno norteamericano nunca los acusó de espionaje real, ni afirmó siquiera que hubiera ocurrido un acto de espionaje, pues jamás se les decomisaron materiales o documentos que condujeran a una afirmación semejante.

De hecho, el proceso penal contra los Cinco Patriotas Cubanos, que se prolongó más de seis meses, ha sido el más largo en la historia judicial de los Estados Unidos. El expediente ocupó 20 mil páginas, incluidos 119 volúmenes de testimonios, entre ellos los de tres generales retirados del ejército norteamericano y un almirante de la Marina, quienes coincidieron en señalar que no hubo espionaje por parte de ninguno de los encartados penalmente.

Justicia inmoral

Deliberadamente, el proceso fue radicado en un tribunal de Miami, con jurados de esa ciudad, la más hostil a los intereses cubanos. La prensa y la radio locales durante largo tiempo estuvieron difamando contra los detenidos, presentándolos ante la opinión pública como terroristas. No obstante, en otras ciudades norteamericanas nunca se mencionó el tema.

El aparataje de la “conspiración” se montó porque los detenidos habían recibido el encargo del gobierno revolucionario de la Isla de infiltrar grupos terroristas anticubanos con asiento en Miami. Era en el fondo una labor para proteger la seguridad nacional de Cuba y sus habitantes. Jamás hubo intención dañina de los acusados contra el gobierno norteamericano o su pueblo. En ese sentido, la Justicia norteamericana mostró su verdadera catadura, al encarcelar a verdaderos patriotas y proteger a quienes en realidad realizan actos terroristas y conspiran contra un pueblo hermano.

René González, como sus compañeros, prefirió permanecer injustamente encarcelado durante más de 13 años, en las cárceles de la mayor potencia imperial, antes que traicionar la confianza depositada en él por su pueblo. La templanza de René, su estatura moral, son virtudes de esa generación de muchachos nacidos con la revolución cubana de 1959.

Mantener la solidaridad

Sus compañeros de prisión han saludado que uno de ellos haya conquistado ya su libertad. Ramón Labañino, en nombre de sus compañeros de prisión, envió una carta: “Nos embarga la alegría. En su presencia estamos los Cinco. En cada acción que realice por el bien de Cuba y la humanidad, en sus nuevas responsabilidades y tareas, en sus nuevas misiones y sueños, allí estaremos hasta que finalmente los Cinco nos encontremos libres en aquella tierra que tanto amamos”, dice el remitente.

Desde el triunfo de la revolución cubana en 1959, grupos terroristas anticubanos, con asiento en Miami, generosamente financiados por el Pentágono, ejecutaron numerosos actos terroristas, en los que fueron asesinadas 3.478 personas. Muchos de esos ataques estuvieron dirigidos contra Fidel Castro. La labor de monitoreo de estos grupos, realizada por los Cinco Patriotas cubanos injustamente detenidos, logró salvar la vida de miles de personas.

Por eso hoy está a la orden del día la campaña por lograr que los cuatro restantes recuperen su libertad. En esa tarea están más de 350 comités de solidaridad con los Cinco que existen en el mundo. Y esa es tarea de honor para las organizaciones sociales democráticas en nuestro país.

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