Un 22 de abril de 1870 nació en la ciudad de Simbirsk el filósofo y político revolucionario Vladímir Ilich Uliánov. Los pueblos del mundo conmemoran siglo y medio del natalicio del principal dirigente de la revolución proletaria de 1917. Primera entrega sobre la agitada y fascinante vida de Lenin
Alejandro Cifuentes
Tras la muerte de Lenin en 1924, el pueblo comenzó a asimilar a su manera lo que venía ocurriendo desde 1917, y la figura del líder bolchevique fue apropiada de formas diversas por las comunidades nómadas y agrícolas de las zonas más alejadas de la vieja Rusia. Para los pueblos del Asia central era un cosaco o un hombre con características de titán que luchaba contra las injusticas de Asmodeo, demonio de la mitología persa, que era aliado de los ricos y terratenientes. Entre los pueblos del Mar del Norte, era un pescador o un experto marinero que despojaba a los ricos de las pieles de foca y los renos para entregarlos a los pobres.
Estas imágenes, más allá de su mistificación, nos muestran los ecos de la revolución en la conciencia popular, los mismos que resuenan hoy, 150 años después del nacimiento de uno sus principales líderes.
Lenin nació el 22 de abril de 1870 en Simbirsk (hoy Uliánovsk), a orillas del Volga, en una época de profundos cambios. Luego de la derrota rusa en la Guerra de Crimea en 1856, el zar Alejandro II había entendido que era el momento de modificar la organización social y productiva del país para no quedar a la cola de las potencias europeas. Por ello decidió suprimir legalmente la servidumbre en 1861, iniciar la construcción de una moderna infraestructura de transportes y comunicaciones y estimular el desarrollo de modernas industrias.
La Rusia agraria
Sin embargo, estas reformas no significaron el ascenso de una Rusia independiente y el fin de los sufrimientos de las clases populares. Los campesinos, otrora siervos, seguían bajo la tutela de los terratenientes, pues el Estado les cobró amortizaciones a 49 años por la tierra que les fue asignada. La infraestructura de comunicaciones, la industria fabril y petrolera, la banca y el comercio, surgidos durante la segunda mitad del siglo XIX, eran propiedad de la corrupta nobleza, liderada por el gobierno absoluto del Zar, y de inversiones franco-británicas.
Estos procesos de reforma marcaron la vida familiar y personal de Lenin. Su padre, Ilya Ulyanov, descendiente de un siervo liberado, se formó en física y matemáticas, aunque se desempeñó en el mundo de la educación. Fue inspector de las escuelas de Simbirsk, y fue influido por las ideas de los intelectuales demócratas y revolucionarios Nikolái Dobroliúbov y Nikolái Chernyshevski. Este ultimo fue un pensador clave para el movimiento revolucionario ruso.
El populismo
Lector de Feuerbach y de los socialistas utópicos franceses, sus ideas fueron esenciales en el desarrollo del populismo ruso, los naródniki, que exaltaba al campesino común y buscaba su emancipación. Con el populismo estuvo relacionado el hermano de Lenin, Alexander Uliánov, que hacía parte de Naródnaya Volia, organización populista responsable del asesinato del zar Alejandro II y que planificó la muerte del sucesor, Alejandro III. Por participar en este ultimo complot, Alexander fue detenido y ejecutado en 1886.
Estos hechos tuvieron un hondo impacto en Lenin, que admiraba a su hermano, pero que al mismo tiempo le mostró que el terrorismo y la acción individualista no eran adecuadas para la revolución. Entonces, en 1887, como estudiante de derecho en la universidad de Kazán, Lenin contactó círculos radicales y comenzó la lectura de Marx: El capital había sido traducido al ruso en 1872, y Alexander poseía una copia que Lenin hizo propia.
Su estancia en Kazán duró poco. Fue expulsado de la universidad por participar en manifestaciones estudiantiles en diciembre de 1887, y desde entonces quedó bajo la lupa de los servicios policiales. La opción que le quedó fue terminar sus estudios por correspondencia en la universidad de San Petersburgo. En 1891 fue a la capital zarista para presentar exámenes, y gracias a ello pudo entrar en contacto con círculos marxistas de la ciudad. En este momento comenzó una mayor imbricación de Lenin con la política. En 1894 publicó Quiénes son los amigos del pueblo, una crítica a los populistas y a la vez un llamado a la creación de un partido socialdemócrata para Rusia.
La necesidad de una organización marxista
Para finales del siglo XIX el movimiento obrero había cambiado. En 1889 la Internacional se había reorganizado bajo la fuerte influencia del marxismo, y los partidos socialdemócratas tomaban la iniciativa de las luchas obreras y revolucionarias en muchos países de Europa.
Lenin buscaba la organización marxista para guiar los esfuerzos revolucionarios en su país. Los populistas exaltaban de manera romántica al campesinado ruso, pero para Lenin esto no respondía al tipo de revolución que necesitaba Rusia. En 1896 fue condenado al exilio en Siberia por sus actividades políticas. Allí se casó con su compañera Nadezhda Krúpskaya y terminó El desarrollo del capitalismo en Rusia, trabajo clave para entender la lógica de revolucionaria de Lenin, pues en esta investigación, guiándose por los análisis de Marx, mostró que la relación de producción imperante era la asalariada, y Rusia, a pesar de su atraso frente a occidente, estaba ya bajo la égida del capitalismo.
Al regresar del destierro, en 1900 retomó sus actividades políticas ahora con el Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia (POSDR), fundado dos años antes, aunque sus principales aportes al partido se hicieron desde Inglaterra y Suiza, donde coordinó la publicación del periódico Iskra.
Reforma o revolución
En 1903, en Inglaterra, tomó parte en las discusiones del II congreso del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, POSDR, donde el partido se escindió. Esta escisión era una muestra de los debates que ocupaban al movimiento obrero en Europa, donde tendencias revisionistas planteaban que el capitalismo se superaría con reformas y no con una revolución.
En el caso del POSDR, el debate de reforma contra revolución se relacionaba con el problema del atraso ruso. Para los mencheviques, liderados por Martov, en el país no había condiciones para un régimen socialista, y lo que se necesitaba era una revolución democrático-burguesa que desarrollara a Rusia; solo así se darían las condiciones necesarias para el socialismo. Lenin y los bolcheviques, afirmaban que los únicos capaces de desarrollar a Rusia eran los obreros en alianza con los campesinos, quienes debían establecer un régimen socialista revolucionario. Estas diferencias se verán claramente en las revoluciones de 1905 y 1917, y marcarían el desenlace de cada uno de estos movimientos.
En 1905, las contradicciones que causaba en Rusia la idea de modernizar al país manteniendo la autocracia zarista, llevaron a un estallido social. Luego de una confrontación bélica con Japón, se declaró la huelga general y apareció el fermento de un nuevo poder: el sóviet de delegados obreros. El POSDR intentó ponerse al frente del movimiento. Sin embargo, la concepción reformista propendió por un acuerdo con el zar para el establecimiento de libertades civiles y parlamentarias. El empuje revolucionario se diluyó y las diferencias entre bolcheviques y mencheviques se hicieron irreconciliables.
Pese a todo, el reformismo ganó más fuerza en el movimiento obrero internacional, y la llevó a la crisis en 1914, pues los partidos socialdemócratas, empezando por el alemán, decidieron apoyar la guerra imperialista. La cuestión de reforma o revolución probó ser un asunto esencial, pero en Rusia, el “eslabón más débil del capitalismo”, los revolucionarios se impusieron a los reformistas, y en ello Lenin tuvo una gran responsabilidad.