viernes, marzo 29, 2024
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La tumba de Antígona: Lobo estepario

“La lucha contra la muerte es siempre una cosa hermosa, noble digna y sublime; por tanto, también la lucha contra la guerra”.

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Renata Cabrales

Harry Haller cuenta sobre sí mismo que era un ser dañino, un antipatriota, por lo tanto a la patria no podría irle bien si seguía tolerando a estos seres y, además, no podía permitir que se educara a los jóvenes con ideas humanistas, pues la idea era avivar la sed de guerra y la venganza contra “el enemigo histórico”.

Desde la segunda guerra mundial, la clase dominante envenena al pueblo con el tema del enemigo del mundo, el enemigo interno: el comunismo, como aún sucede en nuestro país.

Los medios convencionales promueven esta idea de un supuesto culpable de la guerra, pero es cierto que cada quien debe aceptar su falta y aportar a conciencia, su granito de arena en la construcción de la nueva sociedad que pretendemos: “La opinión de que todo pueblo y hasta todo hombre aislado, en vez de soñar con mentidas “responsabilidades” políticas, debía reflexionar dentro de sí hasta qué punto él mismo, por errores, negligencias y malos hábitos, tiene parte también en la guerra y en todos los demás males del mundo; este acaso sea el único camino de evitar la próxima guerra”, señala.

Insiste Haller en su verdad histórica: “Esto no me lo perdonan, pues es natural que ellos mismos se crean inocentes: el Káiser, los generales, los grandes industriales, los políticos, los periódicos, nadie tiene que echarse en cara lo más mínimo, nadie tiene ninguna clase de culpa. Se diría que todo estaba magníficamente en el mundo…Solo yacen dentro de la tierra una docena de millones de hombres asesinados”.

También en Colombia, todo ha estado “magníficamente”; robar tierras, desplazar y despojar gente inocente y es tanta su verdad, que los culpables se atreven a crear, con insolencia, un movimiento que evite la restitución de tierras a las víctimas.

Harry se lamenta de los medios de comunicación, que son los mismos que, hoy en día, en Colombia, manipulan a su manera la información, instaurando una única verdad: la de la oligarquía: “Dos tercios de mis compatriotas leen esta clase de periódicos, leen todas las mañanas y todas las noches estos ecos, son trabajados, exhortados, excitados, los van haciendo descontentos y malvados, y el objetivo y fin de todo esto es la guerra otra vez, la guerra próxima que será aún más horrorosa de lo que lo ha sido esta última… Pero ninguno quiere evitar la guerra próxima… Meditar una hora, entrar un rato dentro de sí e inquirir hasta qué punto tiene uno parte y es corresponsable en el desorden y en la maldad del mundo…”.

La desesperanza lo atormenta, haciéndole creer que ya no queda nada, que: “No sirve para nada pensar, ni decir, ni escribir nada humano”.

Y su interlocutora le responde: “la lucha contra la muerte, querido Harry, es siempre una cosa hermosa, noble digna y sublime; por tanto, también la lucha contra la guerra. Pero no deja de ser en todo caso una quijotada sin esperanza”.

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