El programa de gobierno del Pacto Histórico, liderado por Gustavo Petro y Francia Márquez, avanza para generar condiciones de igualdad y equidad
Alfonso Ovalle R.
Estamos en los comienzos del nuevo año con el gobierno de Gustavo Petro y Francia Márquez, quienes con un programa progresista a nombre del movimiento político Pacto Histórico, vienen iniciando la primera experiencia alternativa en la historia de Colombia.
Esto es una novedad para el país, teniendo en cuenta que se le propinó una derrota a la oligarquía tradicional que venía gobernando con un modelo político y económico de carácter neoliberal durante más de treinta años, privatizando todo lo que antes era manejado por el Estado y entregándolo al capital privado, para hacerlo con ánimo de lucro o ganancia y no como prestación de servicio social del Estado.
Hay que advertir que este modelo ya estaba llegando a su culminación, produciendo al pueblo y a los trabajadores la pérdida de todos sus derechos adquiridos y creando graves condiciones de pauperización y condiciones de pobreza extrema en más del setenta por ciento de la población, mientras que las ganancias se venían acumulando en un círculo cada vez más pequeño de una élite desalmada, violenta y corrupta, enriquecida a costa de la miseria del pueblo.
Los cambios y la Paz Total
Con la llegada de Petro presidente y Francia vicepresidenta, se comienza a implementar su programa de Gobierno, cuya esencia es volver a generar condiciones de equidad e igualdad en el acceso a condiciones de vida y trabajo digno para la gran mayoría de la población.
Con este propósito se logra conformar un Gobierno cuyos ministros y demás integrantes se han identificado con el objetivo de cumplir con el propósito de “Colombia Potencia Mundial de la Vida”, el cual se hace extensivo a la conformación de una nueva mayoría en el Congreso de la República que le dé trámite a sus principales propuestas como la Paz Total, comenzando por cambios en la cúpula militar y ofreciendo diálogos con todos los grupos armados que se quieran acoger; reabriendo relaciones con Venezuela; reiniciando el diálogo con las guerrillas del ELN y las demás reformas estructurales, como la tributaria, política, a la salud, laboral y pensional.
Plan Nacional de Desarrollo participativo, recuperación de tierras para los campesinos, aportes dignos para mujeres cabeza de familia y adultos mayores sin pensión, libertad de expresión y movilización, educación gratuita hasta la Universidad, ajustes de salario mínimo del 16% y subsidio de transporte del 20% retribuyendo recursos y derechos perdidos, son algunas políticas progresistas que se han materializado o que se encuentran en camino.
Salvar el planeta
Por otra parte, en el ámbito internacional el presidente Petro, dialogó con el mandatario de los Estados Unidos sobre el tema de la lucha contra el narcotráfico, dejando claro que esa modalidad represiva hace años está perdida, asiste a la ONU y plantea la lucha global por salvar la tierra del desastre climático generado nuevas condiciones de vida, desactivando el uso de las energías fósiles no renovables (gas y petróleo), firmando el Acuerdo de Escazú sobre derechos ambientales y asistiendo a la COP27 en Egipto abundando con más elementos sobre el necesario cambio del uso de estas energías, estimulando un debate interno y mundial sobre el tema que está al orden del día.
En síntesis, se puede adelantar que las condiciones políticas están en acelerado proceso de cambio con el nuevo gobierno progresista, influyendo en el ámbito latinoamericano y mundial, todo lo cual será reforzado con la gestión del presidente Lula en Brasil, quienes formarán con México una tríada de gobiernos progresistas, que unidos a los ya existentes, Cuba, Nicaragua, Venezuela, Bolivia, Chile, Argentina y Honduras, estarán dispuestos a liberar definitivamente a este continente de la coyunda gringa en el futuro.