Cheo Feliciano y Juan Formell fueron figuras extraordinarias que aportaron elementos valiosos a la salsa.
Aradia
En menos de un mes dos grandes de la salsa dejaron este mundo, y con los vivos su gran legado musical.
El primero, oriundo de Puerto Rico, José Luis Feliciano Vega, mejor conocido como Cheo Feliciano, falleció el pasado 17 de abril en un accidente de tránsito a sus 78 años de edad. El cantante, a quien se le había diagnosticado recientemente cáncer, no llevaba cinturón de seguridad, por lo que un choque de su auto con un poste de luz resultó fatal.
El otro grande que falleció, al parecer de un infarto, a sus 71 años de edad el Día Internacional del Trabajo, fue el cubano Juan Formell o Juanito, creador de la agrupación Los Van Van de Cuba.
Ambas figuras extraordinarias aportaron elementos valiosos a la salsa.
Cheo
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Cheo Feliciano, hijo de humildes carpinteros, se inició en la música con influencia del bolero, haciendo las veces de percusionista en Ponce, donde nació. Viajó a Nueva York en 1952 en donde se desempeñó como mensajero, pero nunca terminó sus estudios. Posteriormente se dedicó a la música, ya que tuvo la oportunidad de formar parte de varias orquestas en esa ciudad.
Tres años después ingresó a la orquesta de Tito Rodríguez, en donde se desempeñó como atrilero, y allí tuvo la oportunidad de cantar en la orquesta. Cheo vocalizó maravillosamente, por ello fue recomendado para cantar en el sexteto de Joe Cuba en donde permaneció 10 años, para posteriormente integrarse a la orquesta de Eddie Palmeri como interprete. Desafortunadamente allí empezaron sus problemas de drogadicción que llegaron de la mano con el éxito.
Retirado temporalmente de la música para rehabilitarse, contó con el apoyo de sus amigos también músicos Tommy Olivencia, Tite Curet Alonso y el abogado- empresario argentino Jerry Masucci. Ingresó a una de las sedes de Hogares Crea en Puerto Rico para superar la adicción. Ya lejos de la droga retomó su actividad artística en 1972. En 2008 recibió el Grammy Latino a la Excelencia Musical.
Papá de los Van Van
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Juan Clímaco Formell nació el 2 de agosto de 1942 en La Habana (Cuba) y desde los 15 años comenzó su actividad musical en orquestas de cabaret con solo la formación empírica heredada de su padre Francisco Formell. Luego de la Revolución Cubana en 1959 trabajó en la Banda de la Policía Revolucionaria como bajista. En 1968 empezó a tocar el bajo en la orquesta típica de Elio Revé, en donde incorporó el bajo eléctrico, el teclado y violines, y realizó cambios como reemplazar la flauta de cinco llaves por la de sistema, así como la paila cubana por la batería. Un año más tarde Formell creó su propia agrupación musical que dirigió hasta el día de su muerte: Los Van Van.
A Juanito se le atribuye la creación de los géneros baño de son, songo en 1970, y buey cansado en 1982. Este último correspondía a una fusión del songo con la síncopa de la conga de salón y balanceo de ritmos del Caribe.
El año pasado Formell recibió el Grammy Latino a la Excelencia Musical, reconocimiento que dedicó a Cuba y a todos sus artistas.
La música de estos dos valiosos latinoamericanos queda en los géneros que ayudaron a modificar, engalanar, extender y crear. ¡Hasta siempre, Juanito y Cheo!
