
Dirigentes del Comando Nacional Unitario explican cómo la propuesta gubernamental afectará el bolsillo de millones de trabajadores. El 28 de abril, Paro Nacional
Mauricio Quiñones
Son muchas las voces de protesta que se han pronunciado en contra de la reforma tributaria propuesta por el Gobierno de Iván Duque, en la que aparte de no tocar a quienes detentan riquezas, pretende empobrecer a la clase media y golpear mucho más a los trabajadores.
Estos últimos han sido los más afectados durante la última década por estas medidas económicas, que únicamente han hecho que los ricos acumulen más riqueza y los pobres se empobrezcan más.
Por estos motivos, el Comando Nacional Unitario, CNU, conformado por la Central Unitaria de Trabajadores, CUT; la Confederación de Trabajadores de Colombia, CTC; la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación, Fecode; las confederaciones de pensionados; la Confederación General del Trabajo, CGT y la Confederación Democrática de Pensionados anunciaron su rotundo rechazo a esta reforma tributaria camuflada como un proyecto de ley de “Solidaridad Sostenible”.
Además, harán oír su voz de protesta en las calles el próximo 28 de abril en el paro nacional, en el que participarán otras organizaciones sociales en defensa de los intereses de la clase media y los trabajadores.
IVA en alimentos
La necesidad de advertir los peligros de la reforma, aunque no haya detalles de esta, y de explicar su posición provocaron que la semana pasada el CNU realizara una rueda de prensa virtual.
En este espacio, William Velandia, presidente de Fecode, comentó que en las últimas décadas el país ha tenido doce reformas tributarias, todas de carácter regresivo, que han golpeado fuertemente a la clase trabajadora y no han permitido que la clase media progrese.
En cuanto a la actual propuesta de reforma, el profesor explicó que el 50% del recaudo se obtendría del IVA y el otro 50% de los bolsillos de la clase obrera. En ese sentido, Francisco Maltés Téllez, presidente de la CUT, dijo que esta era “la reforma tributaria más injusta de los últimos 30 años”, ya que habrá un incremento del recaudo al gravar productos básicos de primera necesidad, la gasolina y el Diesel -combustibles que se utilizan para el transporte de alimentos-, lo cual repercutirá en un alza de entre el 4 y el 5% en el precio final de los productos.
Sobre este particular ya existía un pronunciamiento del CNU en el que se explica el rechazo al aumento del IVA del 19% a los productos de la canasta familiar, “considerando que esto solo logrará aumentar la pobreza extrema de los colombianos generando más hambre en la clase menos favorecida; por otra parte, reducir la base para gravar el impuesto de renta al mes a $2.500.000 es un golpe nefasto para los trabajadores, si a eso se le suma la disminución de los pocos beneficios de los empleados en las rentas exentas”.
Engaño con devolución del IVA
En ese mismo sentido, Miguel Morantes, presidente de la CTC, afirmó que no se aceptará de ninguna manera un aumento en los artículos básicos de primera necesidad y que ese mecanismo de devolución de IVA que utiliza el Gobierno es un eufemismo para engañar a la clase trabajadora. Porque no es una devolución como tal, sino que son transferencias a las que no acceden millones de personas debido a que no tienen una cuenta bancaria, o no están inscritos en programas como Familias en Acción, de manera que muchos no podrán contar con estos pocos recursos.
Acerca de este asunto, el CNU ya había expresado en un comunicado que la mal llamada devolución del IVA es un monto insignificante que no alcanza ni para un pasaje en bus, ni media bolsa de leche, señalando, además, que millones de colombianos no tienen cómo recibirla al no contar con cuentas bancarias. “El IVA pagado nunca es devuelto, son transferencias globales de montos irrisorios que solo llegan a una parte de la población de escasos recursos”.
Por otro lado, Percy Oyola, presidente encargado de la CGT, sobre los impuestos manifestó que hay una gigantesca desigualdad a la hora de pagarlos, ya que mientras los dividendos más altos de miles de millones de pesos pagan hasta un 15%, un trabajador que devenga el salario mínimo debe aportar más del 30 % de su ingreso. También, mostró su descontento con la propuesta que busca disminuir la base gravable, para que las personas que ganen de 2.5 millones de pesos en adelante paguen renta.
Beneficios a megainversiones
En conclusión, por todos los motivos expuestos, en el Comando Nacional Unitario hay un rechazo generalizado, además, no entienden cómo un Gobierno que se proclama austero pretende gastar más de 14 billones de pesos en aviones para la guerra, con una reforma tributaria que sigue promoviendo la inequidad y afecta drásticamente al ciudadano de a pie, único perjudicado con un mandato como el de Duque.
Aseguran que, en lugar de asfixiar a la clase media y a la obrera, desde la organización se preguntan por qué mejor no intentan luchar de manera seria contra la evasión de impuestos, ya que quienes evaden son los que tienen, y no entienden tampoco cómo es posible que los dineros de los paraísos ni siquiera sean considerados.
Para finalizar la rueda de prensa, Jairo Villabona, experto en temas económicos, explicó que esta reforma tributaria es el resultado de una mala gestión por la venta de entidades públicas para pretender vivir únicamente del recaudo de impuestos. Asimismo, se refirió a la desigualdad y dijo que la reforma no debería tocar a los sectores populares, sino enfocarse en otras áreas como las megainversiones, que dejan altas ganancias y no tributan de la manera como deberían hacerlo porque cuentan con muchos beneficios.
En contraposición a la propuesta de reforma tributaria, el CNU ha planteado que debe haber progresividad en los impuestos, es decir, que quienes más tienen o ganen, más tributen. Además, la creación de una política real en la mal denominada devolución del IVA; que las Mipymes paguen una menor tarifa que los grandes monopolios nacionales y extranjeros; y castigos a evasores de impuestos.
Asimismo, el pago de los tributos que les corresponden a los grandes latifundios; y la creación de un sistema tributario eficaz, en donde se honre la justicia social, la equidad y la distribución equitativa de la riqueza.
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