Las palabras de Estela de Carlotto, presidenta de la organización ‘Abuelas de la Plaza de Mayo’, la más representativa asociación que reúne a las víctimas de la tenebrosa dictadura argentina, son elocuentes de la reacción del pueblo de ese país ante la desaparición física del dictador Rafael Videla, el pasado 17 de mayo: “Videla fue un ser despreciable que nunca se arrepintió de sus crímenes. Un ser despreciable, ha dejado este mundo”.
Videla, quien purgaba dos condenas a cadena perpetua por delitos de lesa humanidad durante su gobierno (1976-1981), es considerado uno de los cerebros del ‘Plan Cóndor’, de inspiración norteamericana, que para Argentina representó más de 30 mil desaparecidos, el asesinato y tortura de miles de opositores y el robo de al menos 300 bebés hijos de prisioneras políticas y activistas de izquierda. La historia seguramente evaluará el genocidio y el oprobio de la dictadura cívico-militar que encabezó Videla, dijo la señora Carlotto al comentar la noticia.