La legendaria poesía contra el suicidio universal

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Por años, la asistencia al Festival Internacional de Poesía de Medellín ha sido masiva. En esta oportunidad, el encuentro será virtual. Foto FIPM

Con la presencia confirmada de 185 poetas e invitados de 100 países de los cinco continentes, se celebrará virtualmente y durante todo el mes de agosto una nueva versión del Festival en la capital antioqueña. El encuentro será un espacio para la reflexión espiritual y cultural que recoge la poesía en tiempos de incertidumbre mundial

Jorge Andrés Garavito Cárdenas

En 1982, dos obreros sindicalizados y un periodista se reunieron para organizar una publicación de poesía que apoyara las causas sociales. Pensando en la oscuridad de, no solo la ciudad de Medellín, sino la nación, decidieron bautizarla Prometeo, dios griego condenado por entregarle el fuego a los humanos. La poesía como el fuego iluminador del camino para la paz y la emancipación.

Con razón de ese mismo proyecto, casi diez años después, este grupo fortalecido por el tiempo deciden montar Un día para la poesía, como fue el nombre en 1991 de lo que pronto comenzaría a llamarse Festival Internacional de Poesía de Medellín, certamen que ha logrado conseguir más de treinta versiones, convocando a más de 1.600 poetas de más de 175 naciones.

La historia

Julio Domínguez y Héctor Vásquez, dos obreros dirigentes del Sindicato de Trabajadores de Polímeros y Fernando Rendón, un periodista entusiasta de la poesía, conspiraron desde las escaleras del barrio Tricentenario, en Medellín, la publicación de la primera revista Prometeo, dándole motor a un proyecto que ha venido vinculando a las luchas sociales con la poesía nacional hasta el día de hoy, casi cuarenta años después.

Viendo las complicaciones sociales que esa década marcaba para la vida en Colombia, decidieron organizar el debate que la poesía estaba abriendo sobre el valor de la expresión y la creación poética. Así nació la corporación de arte y poesía Prometeo.

Desde varios sectores, atendiendo a la difícil situación política del país, se venía convocando a la poesía como un medio de canalizar una salida a la paz. La publicación de la revista Prometeo hacía parte de un circuito nacional en el que se incluía Puesto de combate, Punto Seguido, Golpe de dados, Interregno, entre otras, así como los eventos de la recientemente fundada Casa de Poesía Silva, circuito que poco a poco preparó el terreno para hacer posible que el 28 de abril de 1991 se inaugurara el primer festival, que en ese momento se llamó Un día con la poesía. Evento exitoso que presentó a 16 poetas colombianos, y contó con una participación de más de 1.500 asistentes.

“Sucede en la ciudad el vigoroso crecimiento de la expresión poética, desde el anonimato hasta el identificado por el corazón, una instancia colectiva que vuelve certidumbre el llamado de Saint-John Perse: Que el poeta diga a todos claramente, el gusto de vivir este tiempo fuerte. Nuestra convocatoria se formula en la señal que nos enlaza y se erige rito y festejo.”

—Fragmento de la declaración del comité organizador.

Ante los buenos resultados, el siguiente año el Festival logró contar con la participación de 36 poetas y ocho naciones, dando nacimiento al Festival Internacional de Poesía de Medellín. Esta vez no se limitó a las lecturas de poesía, sino que brindó conferencias, talleres, ciclos de cine y conciertos de música, haciendo la celebración de la poesía.

Activista por la verdad, la paz y la justicia social

“En América Latina estamos más preocupados por hablar que por oír, más preocupados por escribir que por leer, más preocupados por aparecer en el escenario que por observar. Y un Festival como éste es una especie de gran apuesta hacia la atención. El valor de esto es el de suspender por un momento el mundo y permitirnos oírlo en sus formas inocentes, originales. Y esas son formas de la atención. No sólo vivimos con prisa, sino sin saber qué queremos. Nos hace falta atención… Lo importante de este Festival, aunque suene paradójico, es que llaman la atención sobre el silencio.”

—Fragmento de una entrevista para la prensa del poeta mexicano Adolfo Castañón.

Los resultados de este festival han sido reconocidos por todo el mundo, incluyendo artistas pop como el cantante británico Paul McCartney que envió un mensaje al festival, para su XII versión en 2002, donde señalaba la creencia en la poesía como poderoso canal para orientar la paz. Y es de esa manera la importancia del Festival que, en el año 2006, gracias a la fundación Right Livelihood Award con sede en Estocolmo, decidieron brindarle al Festival con el galardón del Premio Nobel Alternativo “en reconocimiento al coraje y a la esperanza en tiempos de desesperación” reconociendo al Festival como un activista por la verdad, la paz y la justicia social.

“…El premio Nobel Alternativo 2006, concedido al Festival internacional de poesía de Medellín, es un reconocimiento al papel histórico de la poesía en oposición a la cultura de la muerte, que tiene su origen en las autoritarias esferas del poder transnacional. El poema es la exaltación de la visión del porvenir hecho por todos, se canta en voz alta la historia de la transformación del espíritu humano y de las luchas de los pueblos por la certeza de una edad sin opresión. Volveremos, sobre la hierba, a entonar el coro del alba. La piedra desencadenada, será de nuevo luz. En los grandes tiempos nuevos, nuestros serán el pulso de la primavera y el de la estrella más lejana. Éste y todos los mundos serán de todos. Resplandecerá la hora de la vida nueva, el triunfo de la vida sobre la muerte”

—Fernando Rendón. Fragmento del discurso de aceptación del Premio Nobel Alternativo

El lenguaje esencial

Este próximo mes de agosto, a pesar de las dificultades mundiales, se celebrará el 31° Festival Internacional de Poesía de Medellín, esta vez con unas participaciones virtuales debido a la pandemia por el covid-19. El Festival sigue demostrando que su lucha por la poesía es una lucha mundial y que no tiene capitulación.

Este año cuenta con la participación de 185 poetas y más de 100 países de los cinco continentes. “En un tiempo de aislamiento y desconcierto, el Festival estará de nuevo acompañando a quienes aman la poesía en el mundo”, dice la presentación de esta versión del festival.

“Los pueblos enfrentan hoy grandes desafíos, la poesía es el lenguaje esencial que, ampliándose sin fin, nos permite vivir más profundamente y visualizar qué es lo esencial que debemos hacer, en lo personal y como sociedad, para frenar la desertificación, la desaparición de las especies y la deshumanización”.

Programación completa en https://www.festivaldepoesiademedellin.org/