César Santoyo Santos
@Cesar_Santoyo_S
La construcción de una matriz energética alternativa común configura un cambio a los derechos de la población colombiana, no solamente desde el punto de vista energético sino también desde el punto de vista económico. Esto implica una serie de reflexiones que se enmarcan por la capacidad de adaptación de los modelos productivos en las construcciones económicas y en las relaciones de producción que actualmente se inscriben dentro del contexto de la globalización.
Es de resaltar que en Colombia la dependencia del carbón y del petróleo sigue siendo un modelo prevalente para el consumo energético de producción de los distintos sectores económicos, incluso los más vulnerables.
Esto produce incertidumbre dado que históricamente estos sectores vulnerables han sido excluidos de todo el modelo de ingreso de adaptación y de construcción productiva alternativa, estos no son parte de la mayoría accionaria de Ecopetrol y menos poseen la capacidad para realizar tránsitos a modelos de producción energética alternativos y limpios, implicando que las personas de bajos recursos tengan que referir en el cambio una necesidad impostergable de adaptación.
La relación de la matriz energética con la productividad del país implica entender la capacidad de construcción de la igualdad, un concepto dinámico, no solamente desde el punto de vista de la legalidad de la construcción, sino también desde la posibilidad de proyección de un proceso de trabajo dirigido a fortalecer los esquemas alternativos, asociativos, comunitarios y cooperativos de productividad en distintas escalas y rubros de modo que se tenga capacidad productiva distinta y equitativa.
En los distintos territorios del país no es posible tener en cuenta las dificultades que implica sacar millares de productos que dependen directamente de la matriz actual y que condicionan cualquier expectativa de fortalecimiento del sector energético, más allá de la relación costo-beneficio de las acciones en la bolsa y de las inversiones macroeconómicas que sectores privados realizan tradicionalmente en estos rubros.
Es importante generar procesos de sensibilización a todas las comunidades del país, que afloren y permitan determinar en el Plan Nacional de Desarrollo, PND, y los Diálogos Regionales Vinculantes que hay para tal objeto una serie de procesos de adaptación, de integración, de socialización y de concertación entre sectores.
No se trata de hacer un cambio abrupto, sino de fortalecer la agenda energética para que sea capaz de mejorar los alcances en calidad de vida y el futuro de todos los colombianos y colombianas. Es de gran importancia socializar con el conjunto del país este cambio energético, que logre ser comprendido como parte integrante del cambio, que logre ser una posibilidad de un mejor futuro para toda la nación.
Como parte de los cambios y aportes desde la entraña popular, la perspectiva del trabajo diario, quiero registrar aquí el proceso que viven de manera hermosa gracias a Soldepaz Pachakuti, una organización solidaria de Asturias, España. Las cantoras y mujeres buscadoras del Pacífico Nariñense realizan un periplo con sus arrullos y alabaos mostrando las tensiones que viven las mujeres que luchan por encontrar sus familiares, por reconstruir sus tejidos sociales, por reconfigurar los caminos abruptamente rotos por la guerra y por erradicar el racismo estructural que nos aqueja en el país. Buen camino mostrando la paz y la igualdad como potencia de la vida.