La curva de la incertidumbre

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Gráfico 1: Comportamiento de la curva del coronavirus en el mundo. Fuente Centro de Ciencia e Ingeniería de Sistemas, Universidad Johns Hopkins, EE.UU.

Cada vez hay más elementos de juicio para pensar en no salir pronto del confinamiento total

Juan Carlos Hurtado Fonseca
@Aurelianolatino

Términos como “la curva”, “el pico de la curva», «aplanar la curva”, han salido del argot de médicos y epidemiólogos para ser de dominio común, en la mayoría de los colombianos o en quienes están preocupados por el crecimiento de la pandemia y la salida del confinamiento.

La famosa curva es una representación gráfica del número de casos de infectados con el virus, a través del tiempo. Aplanarla, consiste en alargar el periodo de tiempo en el que se expanden los contagios para evitar el colapso o desbordamiento de la capacidad del sistema de salud. Y, el pico es la altura máxima que alcanza el gráfico, para mostrar el mayor número de contagiados.

Los problemas surgen cuando los datos que se recogen y suministran no son correctos, la curva refleja comportamientos irreales y con base en estos se toman decisiones gubernamentales.

En Colombia, hay un subregistro de infectados de coronavirus por la ausencia de una red de laboratorios suficiente para hacer las pruebas y procesarlas, y por la baja cantidad de éstas que se hacen.

Pocas y malas pruebas

El asunto es que el país no cuenta con una información confiable para tomar la decisión de salir en dos semanas del confinamiento, como lo planea el Gobierno nacional. Las pruebas han sido mal tomadas, son muy pocas y el sistema de salud fácilmente se verá colapsado si la curva de la pandemia sube de manera abrupta.

Román Vega, médico cirujano, magister en Administración en Salud y doctor en Administración y Políticas de Salud, le dijo a VOZ: “Venezuela está aplicando al rededor de 130 mil pruebas por millón de habitantes, mientras que Colombia 7.500, lo que dice que no estamos descubriendo a todos los infectados. Pero también hay insuficiencia para tomar y entregar resultados, ya que las muestran las toman las EPS o IPS contratadas por las EPS o las secretarías de Salud, y hemos encontrado que no se toman pruebas a quienes se debería, según los protocolos oficiales”.

El doctor Román pone un ejemplo, por él conocido, en el que una pareja que llegó de España, el hombre tuvo síntomas y su EPS Salud Total, le hizo la prueba, pero a la esposa, quien también tenía síntomas, la EPS Sura no quiso hacérsela.

También se ha denunciado que en muchas oportunidades a los familiares que viven con positivos para Covid-19, aun con síntomas, les niegan hacerles las pruebas, solo les dicen que se aíslen. Casos como los anteriores, y tener en cuenta que hay muchos asintomáticos, evidencian que las cifras no reflejan la realidad de la pandemia en el país.

Gráfico 2: Comportamiento de la curva de Covid-19 en Colombia. Fuente Presidencia de la República.

No solamente desde la comunidad médica se han cuestionado las deficiencias. El Procurador General de la Nación, Fernando Carrillo, el pasado 20 de marzo denunció que aproximadamente el 80% de las muestras tomadas por las IPS llegan mal marcadas, mal rotuladas e ilegibles, y que las fichas epidemiológicas no cumplen con los requisitos que se deben tener en cuenta para realizar los registros.

Asimismo, el pasado 14 de abril, en entrevista radial el Procurador dijo que para salir del confinamiento total el próximo 27 de abril, se deben tener bases o cifras sólidas y reales de contagiados. Recalcó en la necesidad de hacer muchas más pruebas, lo que dará un escenario fidedigno para tomar decisiones.

Advertencia de la OMS

Los anteriores cuestionamientos generan incertidumbre porque el Gobierno nacional ha dicho que después del 26 de abril, se iniciará un proceso para gradualmente volver a la normalidad: “Antes del 27 de abril informaremos al país qué sectores podrán salir. Será una apertura muy organizada, con grupos y horarios determinados. Solo de ese modo podremos garantizar que se mantenga el distanciamiento físico”, dijo a El Espectador, el ministro de Salud, Fernando Ruiz, el pasado 12 de abril.

Sin embargo, para el doctor Vega el sistema de salud no está preparado para recibir un alto número de casos positivos, en cuanto a infraestructura y a protección del personal de salud, elementos a tener en cuenta para entender que no se debe suspender aún la cuarentena.

Además, no solo saldrían los grupos que determine el Gobierno, sino también los sectores menos favorecidos, quienes viven del día a día y que están confinados y abandonados por el Estado, lo que aumentaría los riesgos de crecimiento exponencial de la pandemia.

Aunque no en todo Europa, en Italia y España ha disminuido el número de muertes por el virus, por consiguiente, el comportamiento de la curva tiende a una estabilización. Pero en otras latitudes, como en Corea del Sur y China, han reportado que cientos de curados volvieron a dar positivo para Covid-19, y son sociedades con mejores sistemas de salud y que desde un principio tomaron medidas más fuertes, como el confinamiento obligatorio para todos y el uso obligatorio de tapabocas.

Asimismo, Francia, que había iniciado el confinamiento el 16 de marzo, decidió extender la medida hasta el 11 de mayo.

A lo anterior, hay que sumarle que Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud, OMS, dijo: “Levantar las restricciones demasiado rápidamente podría provocar una resurgencia mortal”.

Suicidio colectivo

El ministro de Salud aseguró que el punto débil para enfrentar la pandemia es la falta de disciplina de la sociedad, no obstante, el médico Román Vega tiene otra percepción: “La mayor debilidad es el Gobierno porque pretende apresurarse en tomar decisiones de flexibilización de la cuarentena para responder a los intereses económicos de sectores capitalistas. Hay sectores empresariales que presionan, Fenalco es uno de ellos, y ciertos sectores industriales que se han visto afectados y que no son estratégicos para alimentar a la gente, sostener los servicios públicos o alimentar el sistema de salud”.

Agregó que la disciplina social se logra cuando haya garantías para mantenerse en la casa, pero que cuando se tiene hambre, se vive en inseguridad y hay familias necesitadas, no pueden quedarse encerrados.

Al no tener un sistema confiable en la recolección de pruebas en cuanto a número y rapidez, un posible aplanamiento de la curva no reflejaría la realidad del virus, y con las deficiencias en el sistema de salud, empujaría a miles de nacionales a un suicidio.

 

 

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