Un documento a todas luces interesante y revelador sobre la situación política en Venezuela y el compromiso de todo progresista del mundo de defender este proceso emancipador y antiimperialista.
Desde La Mancha Obrera tenemos el placer de publicar esta entrevista del sociólogo e internacionalista español José Antonio Egido Sigüenza, residente en Caracas y activo defensor de la Revolución Bolivariana. En dicho artículo el profesor Egido analiza la evolución del proceso bolivariano, las transformaciones ocurridas en Venezuela en los últimos años, así como las diversas intentonas por parte del imperialismo y la oligarquía venezolana de derrocar al gobierno popular. Un documento a todas luces interesante y revelador sobre la situación política en Venezuela y el compromiso de todo progresista del mundo de defender este proceso emancipador y antiimperialista.
1. En primer lugar saludarle y darle las gracias por aportar parte de sus conocimientos a este humilde medio que pretende ser altavoz de todos los procesos democráticos y antiimperialistas del mundo. Usted es español y lleva varios años trabajando en distintas universidades venezolanas y apoyando de manera activa a la Revolución Bolivariana. ¿Cómo llego a tener una implicación tan fuerte con el proceso bolivariano?
Lo que os puedo decir es que agradezco mucho al pueblo venezolano por darme la oportunidad de acompañarlo en su proceso apasionante, complejo y muy valiente de liberación nacional y transformación social.
2. Desde la industria mediática española (Grupo Prisa, Vocento, Mediapro…) se nos presenta una Venezuela sumida en el caos. Una economía en recesión, desabastecimientos y privaciones de la población, tremendos problemas sociales, un altísimo nivel de violencia, inseguridad… ¿Hasta qué punto exageran los medios masivos estos problemas? ¿Qué parte de estos problemas son problemas heredados de la Venezuela semicolonial de la IV República?
Esos medios imperialistas son todo menos objetivos y contribuyen conscientemente a deformar la realidad ante los ojos de los consumidores españoles para que acepten mansamente un golpe de Estado violento o una intervención militar extranjera que derribe un gobierno progresista y lo sustituya por una dictadura fascista como en Chile o por un poder lacayo débil como en Honduras o por el caos más absoluto como en Libia o Irak. La sociedad venezolana fue destruida en sus bases esenciales en los años 70, 80 y 90 bajo el auge neocolonial y luego neoliberal-neocolonial.
Cien años de brutal saqueo petrolero en el marco de regímenes reaccionarios y dictatoriales dejaron al 80% de la población en la pobreza y problemas de una gravedad asombrosa que 15 años de gobierno independiente no se han podido resolver en su totalidad pero que sí se han paliado en gran medida. Con la muerte del Comandante Chávez se agravan los problemas económicos que no se convierten en un estallido social porque el gobierno sigue defendiendo los derechos básicos en cuanto a alimentación, electricidad, comunicación, agua, gas, transporte, educación, sanidad y seguridad, además de las libertades para las masas.
3. ¿Cómo afecta la caída del precio del petróleo a la economía venezolana? ¿Qué medidas está tomando el gobierno de Maduro para solventarla?
La economía venezolana es la que más sufre por este motivo. La crisis económica ya estaba antes de esa caída que lógicamente se agrava. El principal problema es la inflación en alimentos. El gobierno ha tratado infructuosamente de bajar la producción petrolera de los países de la OPEP para que subiese el precio. Luego ha conseguido financiación internacional adicional para mantener el funcionamiento del Estado y los programas sociales.
El gasto del Estado se restringe en un 35% pero la gente sobrevive haciendo colas en la red comercial propiedad pública como Mercal, Pdval y Supermercados Bicentenario que mantienen precios regulados. Y las colas son más llevaderas por las medidas organizativas que toma el gobierno. El gobierno trata de controlar a las grandes cadenas privadas burguesas que suben los precios salvajemente con dos fines: enriquecerse y tumbar al gobierno.
4. El gobierno denuncia que Venezuela está sometida a un proceso de guerra económica prolongada, oligarcas y especuladores provocan un desabastecimiento artificial con el fin de culpar al gobierno y enfrentarlo al pueblo. Cuéntenos, ¿están logrando por esa vía enfrentar a sectores populares con el proceso revolucionario? ¿Qué medidas están tomando las autoridades bolivarianas para enfrentar esta guerra económica?
Incluso los ciudadanos opositores hacen la cola de los establecimientos del Estado y acusan a sus aliados políticos, los dueños de las redes comerciales privadas, de robarlos en los precios. Se producen conatos de estallido social pero contra los supermercados privados como Central Madeirense por su abuso contra el público. Por el contrario las masas protegen los centros del Estado porque les garantiza la supervivencia. Es decir, la indudable guerra económica está desgastando a la oposición burguesa más que al gobierno.
Los inspectores del gobierno, respaldados por la fuerza armada y los consejos comunales, descubren regularmente almacenes secretos donde se esconden muchas toneladas de mercancías extraídas del circuito comercial para que el pueblo sufra de escasez y capturan a empresarios ladrones que se aprovechan para violar toda ley. Pero la inflación es un fenómeno objetivo que sólo bajará aumentando la producción nacional. La economía sólo será sustentable cuando se desarrollen las fuerzas productivas que sustenten la independencia económica que hoy en verdad casi no existe.
5. En el plano político los medios de la oligarquía en España nos presentan una situación política caótica en Venezuela, manifestaciones, disturbios, un gobierno paranoico, inepto y represivo… Sin embargo a medida que investigamos vemos claramente un plan para desestabilizar la Revolución Bolivariana y llevar al derrocamiento de su gobierno (recientemente la inteligencia venezolana descubrió que se estaba preparando un golpe de estado por el cual varios militares y miembros de la oposición fueron detenidos,entre ellos el alcalde de Caracas). ¿Cuáles eran los planes de los golpistas? ¿Con qué apoyos contaban?
La realidad es que la oposición derechista es incapaz de aprovechar la grave crisis económica para mover al pueblo en el sentido de derribar al gobierno. La gente de cierta edad recuerda cómo esa gente destruyó el país en el pasado y sabe que no son alternativa creíble. Eso desespera a los sectores fascistas más radicales y a sus amos imperialistas y les lleva a promover violencia criminal y golpes de Estado que contribuyen aun más a su aislamiento. La guarimba del año 2014 fue algo demente: los ricos quemaban sus barrios ricos, el pueblo pobre miraba sin moverse en sus favelas y se indignaba cuando los pobres y los policías eran asesinados por los ricos.
El gobierno se limitó a contener las zonas residenciales burguesas en el Este de Caracas, San Cristóbal, Mérida, Maracaibo, Maracay y otras ciudades y la rebelión burguesa se consumió sola. Como en 2015 hoy no hay estallido social, el pueblo aprueba las medidas que toma el gobierno, las fuerzas armadas están unidas en posición patriota y suben las movilizaciones que respaldan al presidente Maduro.
La reacción del gobierno de Obama es aumentar la agresividad, promulgar una ley para sancionar a dirigentes venezolanos y ordenar a sus lacayos locales que traten de desestabilizar el país, sin éxito de momento, mientras crece la ofensiva mediática que, como en el caso de Panamá, Yugoslavia, Irak, Libia, Siria, Corea y Rusia, crea las condiciones para la agresión imperialista. El golpe era una provocación de un grupo reducido de militares sobornados por los imperialistas que querían bombardear desde el aire Caracas para desestabilizar la situación. Pero la aventura divide y debilita aun más a la oposición.
6. Algunos analistas presentan una división de la oposición venezolana, por una parte una oposición “moderada” dirigida por Henrique Capriles que pretende una salida legal del régimen y por otra una vertiente “radical” de ultraderecha encabezada por Leopoldo López y María Corina Machado que pretende una derrocamiento violento del gobierno mediante, disturbios, guarimbas, paros, ataques a sedes públicas… ¿Hasta qué punto es real esta división en el seno de la oposición?
Esa división existe. La burguesía venezolana se convirtió en una clase improductiva y parasitaria instalada en el poder por el imperialismo que durante décadas sólo pensaba en llevar sus fortunas a bancos gringos y viajar a Miami a emborracharse. Su incapacidad política hundió a la sociedad y su propio poder. Fue derrotada por el pueblo tanto en su golpe de Estado de 2002 como en sucesivas elecciones. Hoy es incapaz de superar sus profundas miserias morales y unirse para enfrentarse con éxito al gobierno.
Sin duda el sector más fascista del partido republicano norteamericano, el Tea Party, respalda la línea radical de Leopoldo López, Machado y Ledesma mientras que Capriles, Julio Borges y su partido Primero Justicia se alían con el antiguo partido corrupto Acción Democrática. Entre ellos se odian y prefieren que ganen los chavistas antes de que su rival saque ventajas.
7. ¿Cuál es el papel del gobierno y la oligarquía española en los movimientos conspirativos en Venezuela?
El gobierno del PP y la oligarquía española fueron agentes activos en el golpe contra Chávez del 2002 y conspiran todo lo que pueden para derribar a Maduro.
8. ¿Cómo está respondiendo el gobierno de Nicolás Maduro a esta ofensiva? ¿Utilizando sólo medios legales o está organizando al pueblo para resistir estos ataques? ¿Qué medidas está tomando y que organismos se están creando para defender el poder popular?
El presidente Maduro plantea que hay que impedir a la burguesía que juegue a la vez al golpe fascista y a las elecciones. Es una reflexión que debía haber surgido tras el golpe del 2002 pero es necesaria. En España no han tenido problemas en ilegalizar fuerzas políticas y sociales, cerrar prensa y recortar libertades democráticas además de derechos sociales. Pero España recibe el aplauso imperialista mientras que Venezuela es considerada “dictadura”. Han adoptado leyes para castigar los delitos económicos contra el pueblo. También mejora la organización popular.
El último congreso del PSUV ha llamado a crear círculos de lucha popular y es indudable que el pueblo está infinitamente más organizado que en el 2002: Unidades de batalla del PSUV, consejos comunales, consejos de campesinos y trabajadores, Milicia Bolivariana, colectivos revolucionarios, estudiantes, sindicatos… Los partidos del Gran Polo Patriótico se refuerzan. Hace poco Gayones ha realizado una exitosa Convención Nacional de la izquierda revolucionaria. Además existen fuerzas de seguridad y militares patriotas que en 2002 no existían: unas nuevas Fuerzas Armadas Bolivarianas, Policía Nacional Bolivariana y Sebin.
9. Estamos viendo cómo, a pesar de los intentos de EEUU y de la reacción latinoamericana de aislar a Venezuela, numerosos países de América Latina (Ecuador, Bolivia, Brasil, Argentina, Nicaragua…) están defendiendo firmemente la soberanía de Venezuela frente a la injerencia extranjera. Sin embargo EEUU tiene unas posiciones cada vez más agresivas, aprobando sanciones y últimamente desplegando tropas americanas por el Perú. ¿Hasta qué punto los países de la Patria Grande están dispuestos a defender a Venezuela de las agresiones yanquis? ¿Se prevé un fortalecimiento de organismos como el ALBA, la Celac o el Unasur?
En esta y otras crisis en Venezuela y otros países (Honduras, Paraguay, Bolivia, las Malvinas, embargo contra Cuba, paz en Colombia…) se observa el gran acierto del comandante Chávez en impulsar la unidad latinoamericana como llave de seguridad frente a la reiterada injerencia imperialista. La división de los países latinoamericanos sirvió ampliamente para su dominio económico, político y militar.
Hay un indudable movimiento de simpatía con la Venezuela de Chávez desde el Río Bravo hasta la Patagonia, de la misma manera que Venezuela es solidaria con los procesos justos del continente. Al calor de la injerencia esos organismos se fortalecen mientras se resquebraja el dominio gringo sobre la OEA, su tradicional correa de transmisión. Hoy Washington sólo tiene a sus órdenes a México, país por cierto en descomposición.
10. Cambiando de tercio, se habla de que la normalización de relaciones entre EEUU y Cuba socialista se debe un cambio de estrategia de Washington que pretende centrar sus fuerzas en enemigos más poderosos (Venezuela, Rusia…). ¿Usted que opina?
Dicha normalización es una victoria histórica de la Revolución cubana y su Partido Comunista. Todo lo que fortalezca a la Cuba socialista beneficia a sus aliados en el ALBA y al proceso revolucionario latinoamericano, del que Cuba es su corazón desde 1959.
11. En Europa vemos que también soplan nuevos vientos de cambio por un lado la Unión Europea ve como las diferencias económicas y regionales están resquebrajando la Unión. Vemos como tras la victoria de Syriza el nuevo gobierno griego está presentando ciertas resistencias vacilantes a la hegemonía alemana y está realizando acercamientos a Rusia y China. Mientras que en Ucrania, a pesar de los acuerdos de Minsk, parece que la guerra civil sigue desarrollándose y las Repúblicas Populares del este de Ucrania van con ventaja. ¿Cómo ve usted estos movimientos? ¿Cómo pueden afectar a la situación de Latinoamérica?
Se confirma una y otra vez la tesis leninista de que la Revolución se hace posible en los eslabones débiles de la cadena imperialista y es difícil en el centro, sobre todo con la actual correlación tras la caída del campo socialista. Pero las luchas obreras en el centro que lo debiliten favorecen objetivamente las luchas heroicas en la periferia (Venezuela, Colombia, Bolivia, Cuba, Corea, Siria, kurdos, Palestina, Líbano, Irán, Nepal, Zimbabue, Filipinas…). El proceso de reintegración de las tierras soviéticas y freno del avance imperialista tiene una importancia extraordinaria.
Las victorias de las Repúblicas Populares marcan el camino a seguir en Moldavia, Georgia, Azerbaiyán y otras partes de la sagrada patria soviética humillada hoy por la bota imperialista. Hemos de juzgar a Syriza no por lo que diga sino por lo que haga y sin la menor duda respaldar la lucha de la clase obrera y el pueblo griego por salir de la OTAN, cerrar las bases imperialistas, salir de la crisis, recuperar la independencia y regresar a su espacio natural, los Balcanes, el Mediterráneo y el Este europeo.
12. Hablemos de la situación política en España, ¿Cómo la valora a nivel general? Estamos asistiendo al crecimiento vertiginoso de una formación política (Podemos) cuya dirección recae en intelectuales españoles que han sido asesores de gobiernos progresistas de América Latina (Monedero, Iñigo Errejón, Pablo Iglesias…). Sin embargo algunos sectores de la izquierda señalan que esta formación está llevando un giro progresivo hacia la derecha con fines electoralistas, llegando a renegar en ocasiones del proceso bolivariano. ¿Usted qué opina de Podemos y de sus dirigentes?
España es sin duda el Estado más reaccionario de Europa que transita sin etapas de la semifeudalidad al imperialismo otaniano. Todo construido sobre los huesos de nuestros centenares de miles de camaradas asesinados desde 1936. Podemos para mí es un fenómeno desconocido resultado de una serie de circunstancias que conocéis mejor que yo. Lo juzgaremos por su capacidad de sacar al país de la OTAN y mostrar solidaridad con la Venezuela agredida. El viaje de Iglesias a Nueva York me recuerda el mismo viaje que hizo Santiago Carrillo en 1977. Que el sistema monárquico lo ataque es una buena señal. Veremos si aguantan y les dejan gobernar.
13. Para finalizar, algunos comunistas señalan que la crisis que está viviendo Venezuela es fruto de que la fase de la revolución nacional democrática está llegando a su cénit en Venezuela y defienden que es hora de profundizar en los cambios revolucionarios y acelerar la construcción del socialismo si se quiere evitar el triunfo completo de la contrarrevolución. ¿Usted qué opina?
La crisis de Venezuela es el resultado de la lucha inevitable entre un orden imperialista en decadencia pero aún poderoso, sobre todo en lo militar, que no tolera que sus colonias se emancipen, y la voluntad de los pueblos de recuperar su soberanía y encontrar su propio camino. El materialismo histórico nos enseña perfectamente que los difíciles procesos sociales de liberación necesitan de varios elementos: la organización de su vanguardia y la movilización del pueblo, la construcción de un nuevo Estado, el desarrollo de cada uno de los modos de producción (lo que quienes niegan el materialismo histórico llaman con desprecio “etapismo”) y además la combinación de las distintas fases de la Revolución.
Todavía hay reivindicaciones burguesas que la burguesía compradora por supuesto se niega a materializar y que le toca concretar a la clase obrera (unidad nacional, reforma agraria, independencia, desarrollo económico de base mixta, Estado de nuevo tipo…) para enlazar la Revolución burguesa con la Revolución socialista. Proceso complejo pero indispensable. En Cuba la revolución burguesa ocurrió bajo la presidencia de Urrutia tras la caída de Batista que duró poco por varias razones.
No hay condiciones para dar el salto a la real construcción socialista en lo inmediato pero sí para defender la independencia nacional, el aparato estatal de nuevo tipo, el protagonismo obrero y la unidad latinoamericana. Siempre que el ataque imperialista sea derrotado se avanzará a nuevas metas y ahí la solidaridad internacional tiene en este momento un papel absolutamente fundamental.
