jueves, marzo 28, 2024
InicioEdición impresaIsagén tapará descalabro fiscal

Isagén tapará descalabro fiscal

Con la venta de la generadora de energía el país pasará a depender de privados en su oferta energética. Los recursos de la subasta no financiarán carreteras, cubrirán el déficit fiscal. Se regalará un activo estratégico

Presidente Juan Manuel Santos, en la inauguración de la hidroeléctrica del río Sogamoso, un activo valioso de Isagén. Foto Presidencia.
Presidente Juan Manuel Santos, en la inauguración de la hidroeléctrica del río Sogamoso, un activo valioso de Isagén. Foto Presidencia.

Hernán Camacho
@camachohernan

En tiempos de crisis energética y de consecuencias por el cambio climático, el gobierno nacional en cabeza del presidente Juan Manuel Santos, aprieta el paso para vender uno de los activos energéticos más importantes y rentables del país, Isagén.

El 13 de enero iniciará la puja por el 56.6% del paquete accionario de la empresa mixta de energía. Desde la aprobación del Plan Nacional de Desarrollo se viene generando el ambiente para su enajenación y recibir un capital de al menos cuatro billones de pesos destinados, según el presidente Santos, para apalancar el sector infraestructura. La intención es cambiar un activo estratégico del país por negocios del capital privado.

Isagén tiene un portafolio de negocios amplio. Vende energía en el mercado regulado y en el no regulado además de los paquetes de energía. En 2014 la empresa generó 1,7 billones de pesos después de producir el 8.5% de la energía que alimenta el país. Solamente la supera Empresas Públicas de Medellín como generadora de energía. Con la entrada de la Central Hidroeléctrica Sogamoso, creció su producción en un 60% quedando con una capacidad instalada de 3.032 megavatios, distribuidos en 2.732 hidráulicos y 300 térmicos. Al país le deja anualmente entre 300 y 400 mil millones de pesos mientras que su flujo de caja se estima en 490 mil millones de pesos.

Advertencias

Debido a tales rendimientos económicos la propia Contraloría General de la Nación ha cuestionado en reiteradas ocasiones lo que puede ser un error para el país, la enajenación del paquete accionario de Isagén. La Nación, dice la Contraloría, puede sentir una baja sensible en los ingresos corrientes para los próximos años. Además de provocar recortes presupuestales en sectores sociales y afectar “el mercado de energía eléctrica y la estructura tarifaria, sin contar con que se pasa a depender en ese sector estratégico de las actuaciones de privados. Adicionalmente, podría significar el cambio de un activo productivo por otro cuya rentabilidad es difícil de cuantificar”, advierte un análisis de la Contraloría.

De acuerdo con el gobierno nacional la destinación de los ingresos generados por la venta de Isagén serán de destinación exclusiva para la construcción de carreteras y no para soportar el déficit fiscal que tiene en jaque las finanzas del Estado. No obstante, tales argumentos no parecen sustentables. Los impactos fiscales que generarán la puesta en marcha del programa de construcción de carreteras de cuarta generación aún no se han cuantificado y es factible que solo se vean reflejados en el largo plazo. Contrario se esperan los impactos negativos producto de la venta de Isagén que serían inmediatos.

La Contraloría planteó una variedad de opciones que permitan una financiación de proyectos viales sin que se entregue a privados Isagén. La construcción de la cuarta generación de concesiones viales, es factible con un mayor endeudamiento de la Nación, bien en el mercado interno o en los mercados internacionales, pudiéndose garantizar su pago con los futuros dividendos de la propia empresa.

Proyectos viales para privados

Lo que no es cierto entonces, como dice el ejecutivo, que cambiará un activo por otro. Es más, con el decreto 1385 del 22 de junio de 2015 y el Conpes 1360 de 2013, se deja en claro la vinculación de capital privado en las inversiones públicas mediante la figura de las Alianzas Público Privadas. Ese capital y en particular el del sector financiero quedan avalados para sacar adelante los programas y proyectos viales que requieran las carreteras de cuarta generación. Ese aval permite que fondos de pensiones, sociedades de capitalización y entidades aseguradoras puedan ser los financiadores de las carreteras. De lo que se sustrae que el gobierno nacional no tendrá que invertir capital en la construcción de esos megaproyectos.

Con una drástica reducción de ingresos provenientes del sector energético fruto de la crisis petrolera mundial y con un crecimiento económico interno inferior al estimado en el quinquenio, el país se prepara para ensanchar su déficit fiscal y aumentar su deuda pública. Lo que hace pensar que serán los recursos por la venta de Isagén los que amortiguarán el embate económico.

Los interesados

Dos son los inversionistas del sector que presentaron garantías y están listos para la puja: BRE Colombia Investments L.P., del fondo de inversión canadiense Brookfield Asset Management, y el Consorcio del Pacífico, de la empresa de energía chilena Colbún, que a última hora desistió de su oferta. Ochenta senadores enviaron a los representantes de esas compañías una comunicación manifestando su rechazo por la subasta. “Colombia no quiere la privatización del sector energético, que está en proceso de madurez y consolidación, porque se ponen en riesgo la independencia del país y el abastecimiento energético nacional, que, en el caso de la venta de Isagén, podría padecer las consecuencias de una crisis como la que vivió California en los años 2000 – 2001”, indicaron los senadores firmantes, entre ellos, el presidente del Senado Luis Fernando Velasco.

Al cierre de la edición se preparaban los pormenores de la puja de la empresa Isagén. Los aspirantes a quedarse con el 56.7% del paquete accionario del estado colombiano obtendrán dividendos anuales cercanos a los 400 mil millones de pesos y en plena crisis energética ese sector se convertirá en clave para el desarrollo social, ambiental y productivo del país.

RELATED ARTICLES

Most Popular

Recent Comments