Las organizaciones defensoras del ambiente, que buscan conservar la biodiversidad de estos ecosistemas y la defensa del Humedal Madre de Agua y del Bosque Bavaria, enfrentan la brutalidad policial y las obras de construcción
María Alejandra Baquero Vargas
@Mariajuab
“¡Improvisación, falta de profesionalismo y de humanidad!” Así fue como calificó, Santiago Sánchez, activista ambientalista de los procesos de Somos Bosque, Salvemos Bosque Bavaria, Aquelarre Alsacia y Somos Maleza, la gestión de la Alcaldía y la Secretaría Distrital de Ambiente frente a la defensa de los ecosistemas de humedal en Bogotá.
La comunidad de la UPZ 113 Bavaria ha denunciado la destrucción del Humedal Madre de Agua y la planeación de deforestación del Bosque Bavaria ubicados en el suroccidente de la ciudad, por parte del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) y del Consorcio Rover 009, en el que pretenden construir proyectos de vivienda y la Avenida Guayacanes, obra que promete descongestionar la zona.
La problemática
La administración distrital pretende implementar el Plan Parcial Fábrica Bavaria, que plantea “la construcción de aproximadamente 14 mil viviendas de interés prioritario e interés social y otros tipos de equipamientos”, aseguró Santiago Sánchez, el cual pondría en riesgo al ecosistema, que al día de hoy alberga diversas especies de flora y fauna en su interior.
En cuanto el humedal Madre de Agua para este año están programados los adelantos en la construcción de los tramos 5A, 5B y 6 de la avenida Guayacales, obras que prometen descongestionar el suroccidente de Bogotá, pero como asegura Santiago “no es posible, ya que están ubicadas en un cuadrado de contaminación, rodeado por la Av. Boyacá (occidente), la Av. 68 (oriente), la Av. Calle 13 (norte) y la Av. Las Américas (sur). Una vía paralela a la calle 13 no es la solución, por eso la importancia de preservar el bosque Bavaria”.
Es bueno recordar que expertos de la Universidad Nacional en el año 2019 alertaron sobre el alto nivel de contaminación en la localidad de Kennedy, el cual se mantuvo hasta marzo de 2020, antes del inicio de las medidas de emergencia por la covid-19. La cuarentena provocó la reducción de hasta un 80% de la contaminación del aire. Sin embargo, ante las medidas de reactivación económica del distrito y el levantamiento de las cuarentenas es posible que vuelvan las alertas en la localidad.
Además, la comunidad ha denunciado que las empresas que interviene el humedal Madre de Agua no cuentan con permisos y licencias para el adelanto de la obra y tampoco para el traslado de especies.
Santiago denuncia que con “motobombas vinieron a sacar el agua de los espejos de agua y con la polisombra, que separa la obra de endurecimiento de la calle, ‘colaban’ las especies que salían del estanque. Mientras iban descapotando iban mirando qué especie encontraban y la ‘rescataban’.”
La secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia, trinó hace poco que la Secretaría Distrital de Ambiente había rescatado 500 renacuajos, dos ranas sabaneras y diez serpientes, cuando, como asegura Santiago y la comunidad, “en el humedal estas especies habitaban tranquilamente porque siempre estábamos nosotros al cuidado del ecosistema. Es improvisación.”
Lo que dice la alcaldía
La Secretaria Distrital de Ambiente hasta el momento no ha reconocido el humedal Madre de Agua, ni ha introducido el Bosque Bavaria a la estructura ecológica principal de la ciudad de Bogotá. A pesar de que la alcaldesa prometió que estos ecosistemas no iban a ser vulnerados y que se iban a respetar las medidas cautelares actuales, el distrito ha decidido negar la existencia del ecosistema argumentando la inexistencia de un certificado que asegure que es un humedal, aunque distintos procesos de la comunidad han documentado los componentes de fauna y flora que existen en el ecosistema.
Santiago manifiesta que los estudios realizados por la secretaria fueron realizados en “15 días en los que ellos recogen información que no es justificable, los procesos de ciencia ciudadana llevan más de 10 años, tenemos registros de más de 60 especies de fauna, de anfibios, de reptiles y mamíferos y en los estudios de la alcaldía no existen dichas especies y no tienen en cuenta los estudios de la comunidad”
Defensa del bosque y el humedal
Hasta el momento la comunidad, la Fundación Pulmón Verde por Bogotá y otros procesos ambientalistas han recurrido a la instauración de acciones populares que han generado medidas cautelares para proteger a los ecosistemas transitoriamente.
Santiago denuncia que “la destrucción del ecosistema se está llevando a cabo con una medida cautelar vigente, están irrespetando la decisión de la jueza en cabeza del Juzgado 63 de Circuito Judicial de la República de Colombia quien lleva el caso del humedal”.
Abuso de la fuerza pública
Los habitantes de la UPZ 113 se han visto obligados a protestar en varias ocasiones por las obras adelantadas, lo que ha llevado a enfrentamientos con el consorcio Infraestructura Robert 009, “ya desde antes habían querido descapotar el humedal, llegábamos como comunidad y deteníamos el descapote, siempre se iban porque no contaban con los permisos ni con las licencias” asegura Santiago.
El 25 de enero la comunidad se encontró con más de 30 efectivos de la fuerza disponible en el inicio de obra de la Avenida Guayacanes, por lo que entraron a defender el Humedal para evitar su destrucción, “no nos dejaron ingresar al predio, por lo que nos tocó tomar posesión del territorio de manera pacífica, en ningún momento fuimos violentos, pero desde el principio se presentaron abusos policiales, desde el primer día detuvieron a tres compañeros y el segundo día detuvieron a uno”, denuncia Santiago.
Continúa diciendo que “las agresiones fueron físicas y psicológicas. En el territorio participan diversidades, disidencias sexuales y feministas, no faltaron los comentarios machistas y los insultos, violencia física y violencia psicológica por parte de la fuerza disponible”.
Santiago Sánchez denuncia que “la alcaldesa no ha cumplido el pacto ambiental, su acuerdo de Bogotá cuidadora y las promesas de campaña. La protesta es un buen método para reivindicar y visibilizar esos hechos. Hay muchas personas que creen en las palabras de la secretaria de ambiente, Urrutia, que dicen que la fauna que habita el humedal es estacionaria, como vecino del humedal Madre de Agua sé que es completamente falso, todo el año escuchábamos el croar de las ranas, especialmente en temporada de lluvia”.
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