El rol de los docentes y la docencia como forjadores de una ideología revolucionaria
José Ramón Llanos H.
Venezuela, inicialmente, no representó ningún especial interés para la Monarquía y la economía española, tanto así que solo fue constituida en Capitanía General en el año de 1731, es decir, más de doscientos años después de la conquista.
Otra demostración de la poca importancia que le daba la corona a Venezuela, es que, en 1528, Carlos V la cedió a los Velizer, mercaderes de Habsburgo, los más ricos negociantes de aquel tiempo. Los alemanes la retuvieron como un feudo hereditario durante dieciocho años. Antes de la llegada de la Compañía Guipuzcoana, no salieron de España para Venezuela sino cinco buques y, desde 1706 hasta 1722, no salió un solo buque de La Guaira, ni de ningún puerto de Venezuela hacia España. El comercio con las provincias entre sí, y con el extranjero, estaba prohibido¹.
Y, sin embargo, es en este país donde nació el gran adalid de la independencia. El 24 de julio de 1783 nació Simón Bolívar en Caracas. Este hecho marca un hito en la lucha por la independencia de América: surgió un pensador que se planteó como objetivo la lucha por la liberación de nuestro continente.
Con la ventaja de que, dada su disciplina, su inteligencia y los buenos maestros que tuvo, fue capaz de crear las líneas ideológicas que le permitieron construir un discurso no solo justificatorio de la independencia, sino que, además, su coherencia y su claridad estimularon a un grupo de dirigentes identificados con las propuestas bolivarianas y con su accionar militar.
Comprensión y práctica de la ideología revolucionaria
El otro hecho fundamental e importante, para lograr rápidamente la difusión del discurso libertario, fue la apropiación que hiciera El Libertador del pensamiento de la Ilustración y las propuestas económicas de Bentham.
En la rápida comprensión de la ideología enciclopedista y el pensamiento económico de Bentham, influyeron sus maestros, de los cuales el que más destacado era Simón Rodríguez, un criollo de profunda formación filosófico-política, de una metodología adecuada y una contagiosa simpatía que le permitía entusiasmar a sus discípulos por el aprendizaje.
Esta influencia de Simón Rodríguez sobre el caraqueño se prolongó a lo largo de su vida, tanto así que cuando Bolívar se enteró que Rodríguez había regresado a América, lo nombró maestro en el Cuzco.
Otro hecho, que influyó en el desarrollo de la ideología y las prácticas revolucionarias de Simón Bolívar, fue el talante rebelde de algunos de sus parientes. Blanco Fombona, Felipe Larrazábal, entre otros, destacan que algunos parientes de Simón Bolívar hacían observaciones a la forma como se dirigían las colonias latinoamericanas por parte de la Monarquía española.
La joven militancia independentista de Bolívar
Rufino Blanco Fombona afirma que un aspecto que contribuyó a que Bolívar se identificara con las ideas de Rousseau fue: “El encanto de la prosa de Rousseau, aquella prosa funda, estirpe a la cual pertenecen Chateaubriand, Bernardino de Saint-Pierre y tantos otros …”2.
Claro que debemos tener en cuenta que Rousseau es uno de los tantos ideólogos que influye en Bolívar, entre los cuales debemos mencionar también a Montesquieu, Bentham, Loock, Condillac, Buffon, Elvetius, Voltaire y Berthel, según le expresa Bolívar a Santander, en carta fechada el 20 de mayo de 1825 en Arequipa.
La muerte de su esposa María Teresa del Toro
Una cuestión, que demuestra las innumerables situaciones determinantes en las decisiones de los seres humanos, es cómo cambió radicalmente la vida de Bolívar a raíz de la prematura muerte de su esposa María Teresa del Toro. De no haber acontecido este insuceso, él se hubiera dedicado, como otros miembros de su familia, a explotar sus posesiones en las actividades agrícolas.
En efecto, en el Diario de Bucaramanga leemos: “Sin la muerte de mí buena esposa no hubiera hecho mi segundo viaje a Europa y es de creer que en Caracas o en San Mateo no me hubieran venido las ideas que en mis viajes me vinieron, no había tomado la experiencia, ni hecho el estudio del mundo, de los hombres y de las cosas que tanto me ha servido en todo el curso de mi carrera pública. La muerte de mi mujer me puso muy temprano en el camino de la política y me hizo seguir el carro de Marte en lugar del arado de Ceres”3.
Efectos de su reencuentro con Simón Rodríguez
En 1805, Bolívar recorrió a Italia en compañía de su antiguo maestro, don Simón Rodríguez. Como todos sabemos, en aquella ocasión, tal vez influido por Rodríguez, Simón Bolívar hizo su juramento en el Monte Aventino. Bolívar regresó a Caracas a finales de 1806, ya con la decisión ineludible de dedicar su vida a luchar por la independencia de América Latina y forjar unos Estados democráticos.
El trasegar revolucionario del caraqueño inmortal está recogido en miles de páginas escritas por los más conspicuos historiadores y analistas del discurrir político, económico y social del continente latinoamericano. Con gran clarividencia, José Martí calificó a Bolívar como uno de los imprescindibles.