A pesar del fracaso de la “locomotora minero-energética” impulsada por las administraciones de Uribe Vélez y Juan Manuel Santos en los últimos 12 años, se insiste en la continuidad de este modelo con grandes inversiones petroleras y mineras. Igual se siguen implementando TLC y privatizaciones (Isagén, Propilco, ETB, etc.). El sector industrial va en descenso y el sector agropecuario no sale del atraso de décadas.
En el marco de los acuerdos de La Habana se proponen medidas concretas para darle un vuelco a este modelo para sacar del atraso al campo colombiano y erradicar la pobreza en que viven cinco millones de campesinos con un fondo de tres millones de hectáreas para redistribuir entre quienes no poseen tierra o la tienen en forma insuficiente.
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Fedegán, la poderosa agremiación de los ganaderos, en cabeza de José Félix Lafaurie, enemiga acérrima de los acuerdos de La Habana, se encuentra en divisiones internas por el poder y la burocracia. De hecho ya un grupo de ganaderos están en proceso de crear otra agremiación paralela más “democrática e incluyente”. La pugna es por el control del Fondo del Ganado. Los ganaderos que están creando la nueva agremiación, culpan a Lafaurie por el mal manejo del Fondo del Ganado y de Friogán.
Comentario. Hoy día el país utiliza 33.8 millones de hectáreas para 24 millones de cabezas de ganado, o sea, una cabeza de ganado ocupa hectárea y media. En tanto, un país con ganadería tecnificada utiliza sólo media hectárea. Ese es el tema, implementar los acuerdos de La Habana que conduzcan al uso racional del suelo tanto en ganadería como en agricultura.
