Gooooool de Yorelis

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Campeonas de la Copa Libertadores femenina.

Reconocer el fútbol femenino colombiano y el potencial de sus jugadoras es una demanda emergente: equidad en el balompié

Carolina Tejada
@carolltejada

En una entrevista que le brindó a un medio de comunicación, la jugadora estrella de la sección femenina de fútbol afirma: “si yo no hubiera jugado afuera no tendría con qué comprarme una bicicleta”. Una frase con la que Yorelis Rincón resumía la realidad económica de unas profesionales del fútbol que, sumado a la falta de apoyo, reconocimiento institucional y logístico, vienen dejando el nombre del país bien en alto.

El pasado dos de diciembre, después de que la hinchada del balmpié femenino inundara las redes sociales con la noticia de que había nuevas campeonas de la Copa Libertadores Femenina, y que esa copa venía rumbo a Colombia de la mano de las campeonas del Atlético Huila de Colombia, se evidenciaron dos cosas, una de ellas, la invisibilización desde los mismos medios de comunicación nacional a la hora de cubrir este tipo de deportes cuando es jugado por las mujeres. Y dos, que pese a ese mismo silencio, existe un reconocimiento social que viene creciendo en favor del balompié femenino y, en favor de que se reconozca equitativamente el esfuerzo y profesionalismo de estas jugadoras, tanto como a los equipos masculinos.

Un silencio que hacía mella

Solo hasta mediados del 2016, la Di­vi­sión Mayor de Fútbol Co­lom­biano, Dimayor, cedió al llamado de las jugadoras de la Selección Colombia que ya venían demostrando su talento en canchas colombianas y extranjeras, clasificando a dos copas mundiales de manera continua, para tener una liga organizada en el país. Ese mismo año, y mostrando resultados, se llevó a cabo el lanzamiento oficial del campeonato en la ciudad de Cartagena. Para entonces, la Dimayor aseguró que a partir de febrero del siguiente año, 2017, iniciaría la programación del torneo, para lo cual llamó a todos los clubes del campeonato masculino para que se dieran a la tarea de constituir un equipo femenino.

A pesar de la demanda por la constitución de los equipos, algunos clubes se negaron a hacerlo, ese es el caso de Millonarios, el Deportivo Cali, el Deportivo Independiente Medellín y Atlético Nacional. Este último, finalmente, constituyó el equipo para la segunda edición del torneo, los demás aludieron problemas administrativos y económicos para llevar a cabo dicha constitución.

Pero la excusa de los recursos económicos o los problemas administrativos no son los únicos que rondan alrededor del fútbol femenino, el tratamiento del que gozan las jugadoras, no es para nada equiparable al de los jugadores de la selección. A “las niñas”, como se les denomina, no se les ha tenido en cuenta ni para lucir la camiseta de la selección, esa tarea, se la han dejado a las reinas de belleza, a las modelos, a las chicas Águila. Así pasa con los patrocinios y la publicidad de la selección, donde ha sido “mejor” que la camiseta la luzca Paulina Vega, exreina de Colombia y Miss Universo, que la mejor jugadora de la selección, la 10, Yorelis Rincón, o cualquiera que esta sea, así como ocurre con la selección masculina, es James quién la luce. La molestia llegó por redes sociales, ¿algún cubrimiento de los grandes medios? Vanessa Córdoba, arquera de La Equidad, comentó: “Hasta el momento no he visto a ninguna jugadora de la selección Colombia mostrando la nueva camiseta de Adidas, ¿ustedes sí?”.

Un golazo que se hizo viral

Luego de ganada la copa libertadores femenina, copa de la cual poco se supo en el país, pero en la que estas valerosas jugadoras finalmente lograron ganar 3-5 sobre el equipo brasilero Santos, luego de un empate que las llevó a penales, en donde la arquera Daniela Solera logró tapar un cobro y Yorelis marcaría el golazo que les diera la copa, las fotos y los videos artesanales del certamen se viralizaron, como también se viralizó muchas horas después, un video de Yorelis, en el que comentaba su alegría por el triunfo y también su indignación.

La campeona denunció que el premio por el triunfo de la copa no será entregado al equipo, sino que este se desviaría al equipo de hombres. Hablaba de los “5.000 dólares, que nunca van a llegar a nosotras. Lastimosamente, eso llega al Atlético Huila masculino que tiene un presidente diferente a nuestro presidente Diego Perdomo del femenino”, el único reconocimiento que, afirmó tendrían, sería el de “su presidente”, Diego Perdomo, pero este saldría de su propio bolsillo.

Mientras las chicas permanecieron ocho horas en el aeropuerto en Caracas, durmiendo en el piso luego de la larga jornada, el escándalo de que el fútbol femenino sí da copas y plata, se extendió a los grandes medios, pero dejando el mensaje de Yorelis, el fútbol jugado por mujeres, no solo es de alto rendimiento, también da plata, y, “si la da, tampoco llega a nosotras”.

Y es que no se trata solo del premio de una copa, se trata en tanto, de cómo unas jugadoras profesionales logran llamar la atención a la propia selección, a la Dimayor, y al país, de que el fútbol profesional no es exclusivo de hombres, también lo juegan mujeres y debe existir equidad en el tratamiento que se les da, dentro y fuera de la cancha.

Según los cálculos de la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales, Acolfutpro, en promedio, un jugador está ganando entre cuatro millones de pesos, como mínimo, para efectos de su salario, pero, las jugadoras que logran alcanzar un mejor pago, escasamente llegan a los tres, otras tan solo alcanzan el millón y la mayoría apenas recibe un salario, cuasi simbólico, que es el mínimo legal, o incluso menos. Este es el pago por jugar al fútbol en un país machista que está lejos de reconocer las capacidades femeninas en condiciones de paridad.

Por eso, el video viral de Yorelis, que hoy llama la atención del fútbol femenino en Colombia, es un gol en medio de un tratamiento para unas jugadoras, que lo entregan todo en la cancha, que salen del entrenamiento a cumplir con sus obligaciones familiares, algunas de ellas trabajan sin descanso para ayudar a cubrir sus gastos personales, e incluso los gastos producto de la representación que hacen por fuera del país, dejando en alto el nombre de una selección que nos les brinda garantías, y de un país que aun las desconoce.

El golazo de Yorelis, con el video viral, puso en evidencia a las directivas del club. El martes pasado, en rueda de prensa, se supo que llegaron a un acuerdo con las directivas. Sin dar detalles, afirmo: “Logramos llegar a un acuerdo. Es un premio que creo que es más que merecido por estas 20 jugadoras y el cuerpo técnico”. Según se afirmó, el acuerdo pasa por reconocerle a las jugadoras, un pago voluntario de 20.000 dólares al equipo, lo que se divide en partes iguales a las 20 jugadoras. Después de la denuncia de la jugadora, el pago se duplicó. Sin embargo, la misma Yorelis ha enfatizado que la denuncia no solo equivale a la falta del reconocimiento económico, obedece también al respeto por su trabajo, al apoyo que como deportistas deben tener en el país, con una liga profesional femenina organizada que permita potenciar el fútbol. “Lo que queremos es un apoyo al fútbol femenino. Más que dinero, queremos una liga, unos contratos para todas las futbolistas y queremos que tengamos asegurada una liga profesional para siempre”, afirmó Yorelis Rincón.