jueves, marzo 28, 2024
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Fraude en elecciones de la CUT

Un resultado electoral que pone al descubierto la ampliación de la crisis del movimiento sindical

Ilustración

Alfonso Velásquez

Ha culminado el ejercicio “democrático” en la CUT, y sus resultados dejan varias aristas para el análisis, la evaluación de los resultados y la evolución de la crisis del sindicalismo colombiano y mundial.

Al parecer llegaron 268 mil tarjetones marcados válidos, de los cuales 31.815 fueron en blanco y por las 37 listas inscritas 236.191. Aún no se conoce con exactitud la actividad en las regiones y siguen llegando, a la fecha de escribir esta nota, informaciones que ya no toma en cuenta el tribunal nacional electoral por estar fuera de tiempo.

El tribunal nacional hizo dos anotaciones muy importantes:

1- Que la llave del sitio donde se encontraba la documentación allegada fue pedida por el presidente saliente, Domingo Tovar, por un lapso de tiempo que ha incrementado la sospecha de los malos manejos dados al proceso.

2- Y, que deja en manos del comité ejecutivo saliente la decisión de solicitar a la Registraduría un examen grafológico, pues su facultad es limitada y no tienen la capacitación para hacerlo.

Solo esas dos notas ponen de presente que los integrantes del tribunal nacional y de varias regiones fueron objeto de múltiples presiones por parte de participantes y de fuerzas político-sindicales que se mueven al interior de la central.

Más allá de los resultados, el hecho de haber encontrado paquetes completos de tarjetones prácticamente sin haberlos circulado a los electores y la información sobre sitios donde sin haberse visto por la vecindad movimiento alguno, dan a entender que hubo suplantación de electores. De conformidad con algunas pruebas recogidas en varios sitios, esa situación puede desbordar en demandas penales y reclamaciones más allá de las autoridades creadas y reglamentadas en el estatuto de la organización.

A corregir

El VI congreso de la CUT que debe realizarse a comienzos del año 2014, tiene la obligación de cambiar el mecanismo y crear uno que le dé tranquilidad a los militantes sindicales, que sus dirigentes elegidos a cargos directivos son los que genuinamente representan sus intereses y merecen su apoyo. Solo dos ejemplos:

a) En una urna se encuentran más de mil tarjetones marcados por tres letras con firmas prácticamente iguales y marcaron a un solo candidato a nivel regional y nacional. Los presuntos votantes se “desplazaron” desde todo el departamento, no obstante varias personas han manifestado por escrito no militar en ese sindicato ni conocer a persona alguna de los que apoyó. Es más, ni siquiera tenían información de que el 7 de junio había una elección.

b) En varias subdirectivas no hicieron llegar los tarjetones a los electores, por lo que existen reclamaciones, sin embargo, aparecieron los votos en la urna. De Antioquia enviaron la votación física después de varios días, pero dentro de los términos enviaron vía correo los resultados que fueron diferentes a los físicos, al estar “por fuera del tiempo” el tribunal no los tabuló.

Ha existido desde hace unos meses, desde la junta nacional que convocó la elección, la tesis antidemocrática que hay que mantener “el equilibrio” y sobre esa base justifican una serie de atropellos a la democracia. Con esos mismos argumentos le negaron la afiliación a varias organizaciones campesinas.

Tareas

De todas maneras, del total de afiliados según aproximación de reciente “censo”, la CUT cuenta con 535 mil afiliados, de los cuales estaban habilitados para votar 466 mil, aparecieron los tarjetones marcados y en blanco como aparece al comienzo de la nota y el total de válidos no es ni siquiera la mitad del total de afiliados. La votación en blanco y los anulados cuyo dato hace falta, pone de presente que existe una enorme insatisfacción por la conducción de la organización y un componente de corrupción e incredulidad impresionantes.

Han manifestado algunos dirigentes de sindicatos importantes, iniciar una evaluación del ejercicio y deslegitimar, y si es posible denunciar a aquellos que sustituyeron u ordenaron sustituir a los electores, más allá de las acciones judiciales que inicien los sectores que se sientan atropellados.

Al sector clasista le asiste la obligación moral y ética de realizar una reunión urgente en el propósito de rescatar la organización para una postura que se ponga al frente de la lucha de masas, frente a un gobierno que nos ha embutido todas las contrarreformas habidas y por haber en materia de salud, seguridad social, pensiones, etc. Porque la dirigencia estaba más entretenida en mirar cómo conservar su estatus que en avanzar hacia un país mejor para los afiliados y sus familias.

Es más, en La Habana existen unas conversaciones entre el establecimiento y la insurgencia que al movimiento sindical (mejor a sus “direcciones”) ni les va ni les viene, al parecer por la conformidad con la situación actual, a pesar de que desde la fundación de la CUT hay elementos de programa para un modelo alternativo de desarrollo al capitalismo salvaje, que debilita el contrato de trabajo e impone formas tercerizadas (CTA, contratos sindicales, etc.) que debilitan al movimiento sindical.

Es un deber también denunciar hechos de corrupción, estas cosas le hacen igual o mayor daño que el que nos han hecho los neoliberales a los trabajadores, inclusive nos hace tanto daño como la guerra sucia que nos ha arrebatado a los mejores cuadros sindicales, militantes obreros y de la oposición política.

Con el pueblo

Aún no se han repartido los cargos de dirección nacional y en algunas subdirectivas, pero de no hacerse reconocimiento a todas las tendencias y de no hablarse de las situaciones que generan abundante sospecha, seguirá el deterioro de la imagen de la organización y seguramente la profundización de descontento se mostrará rápidamente. Es más, si el congreso no da garantías de participación a la totalidad de los afiliados, sin duda habrá que mirar un menú de opciones unitarias y combativas que se pongan al frente de la rebeldía que está llenando las calles y los campos de la nación y de otras regiones del mundo.

Está pendiente por evaluar lo de Fecode, lo de algunos sindicatos que eligieron delegados para conformar sus juntas directivas y los delegados al VI congreso, evento que se convierte en el más importante por cuanto tiene la obligación de cambiar el mecanismo de elección de sus direcciones, inclusive analizar la suplantación de votos de la elección del 7 de junio y tomar medidas contra los corruptos. Al igual que evaluar su política organizativa del V congreso para corregir sus deficiencias.

Que logre superar de la parálisis en que se encuentra, los errores y la forma en que se ha manejado esa política y obviamente la política de paz con justicia social mediante una propuesta de modelo alternativo al capitalismo y al neoliberalismo, construcción que debe hacerse con la más amplia participación de la sociedad. Inclusive al lado de las FARC y el ELN que discuten varios temas de interés de los trabajadores y sindicalistas, al lado de las juntas comunales, sectores populares, estudiantiles, agrarios, etc., para volver a interesarnos en los temas de poder y sociedad.

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