viernes, marzo 29, 2024
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Foro Urbano Mundial en Medellín: En busca del tiempo perdido

Con la presencia de diez mil participantes provenientes de 160 países, la organización de ONU-Hábitat y el patrocinio de numerosas agencias internacionales para el desarrollo, y el apoyo logístico del gobierno nacional, se reúne en la capital antioqueña el VII Foro Urbano Mundial

La gente que vive en los barrios pobres de las grandes ciudades, crecerá a un ritmo de seis millones de personas por año, ha advertido la ONU
La gente que vive en los barrios pobres de las grandes ciudades, crecerá a un ritmo de seis millones de personas por año, ha advertido la ONU

Alberto Acevedo

Las agencias de las Naciones Unidas especializadas en temas urbanos pronostican que para el año 2050, dos tercios de la población del planeta vivirán en ciudades. Y como la solución a las necesidades básicas insatisfechas de la población urbana no avanza al mismo ritmo del crecimiento poblacional, la gente que vive en los barrios pobres de las grandes ciudades crecerá a un ritmo de seis millones de personas por año en el mundo.

Esta proyección implica que desde ahora, los gobiernos deberán pensar seriamente en invertir en redes de agua potable, energía eléctrica, gas, salud, educación, vías públicas, recreación y otras necesidades de la población.

Se estima, de otra parte, que para el 2025, solo 600 ciudades desarrolladas generarán el 65 por ciento del crecimiento económico mundial. Esta nueva proyección plantea una dicotomía entre desarrollo e inequidad social, que ciertamente pueden coexistir. Avanza el crecimiento económico, que se refleja en el desarrollo urbano, pero al mismo tiempo crecen los cinturones de miseria, las favelas, los tugurios, donde una masa social cada vez más grande pervive en medio de la hambruna y la miseria.

Contradicciones como éstas serán el objeto principal de estudio del VII Foro Urbano Mundial, que a instancias de la agencia ONU-Hábitat y de numerosos organismos de cooperación internacional se reunirá en Medellín, durante una semana, a partir del 5 de abril próximo.

Enfoque integral

Las conclusiones a que llegue el foro apuntarán a conseguir que las ciudades sean más sostenibles, como premisa fundamental para el desarrollo. Un informe del Grupo de Alto Nivel sobre la Agenda Post-2015 se refiere a las ciudades como “motores para los negocios y la innovación”. El analista urbano Alan Ehrenhalt, prefiere ver las ciudades como “sistemas dinámicos y diversos que ayudan a moldear la trayectoria de la evolución económica y social”.

Un Foro Alternativo de organizaciones sociales que en forma paralela sesionará en Medellín, seguramente dirá que esas proyecciones de desarrollo no van a funcionar, como no lo lograron en seis citas anteriores de las Naciones Unidas, porque lo que falla es el modelo. Bajo la óptica del mercado y de la globalización neoliberal, jamás podrán ser satisfechas las necesidades más apremiantes de inmensas masas urbanas. Que en contraposición, se debe apuntar a la inclusión social y a la participación de sectores sociales marginados, en la toma de decisiones para solucionar los problemas de las grandes urbes.

El rápido crecimiento de las ciudades requiere de un enfoque integral del desarrollo sostenible, que abarque la igualdad, los derechos humanos y la resiliencia, ha dicho un documento de trabajo de la ONU sobre desarrollo urbano, que puntualiza en “el éxito de las alianzas entre estados, las organizaciones multilaterales y la sociedad civil, es decir, poner las personas al frente del cambio global”, un propósito que coincide con los Objetivos del Desarrollo del Milenio, fijados por las Naciones Unidas.

Son el futuro

Más incisivo en esta apreciación es el urbanista Harry Harris, consultor internacional, quien afirma que “las personas son las ciudades, y las ciudades son el futuro”. De donde se desprende que cualquier análisis en esta dirección resultará en vano si no se consulta primero que es lo que necesita la población urbana.

VOZ conoció por anticipado el texto de un documento conceptual sobre equidad urbana, que será entregado por las Naciones Unidas a los asistentes del Foro de Medellín. En un aparte denominado ‘Desigualdad: la brecha se está ampliando’, señala el escrito, elaborado por expertos:

“La desigualdad se ha convertido en una preocupación universal. La diferencia en el acceso a las oportunidades, los ingresos, el consumo, la ubicación, la información y la tecnología, son hoy en día la norma, no la excepción. Para la mayoría de las personas en el planeta, las disparidades de ingresos son hoy mayores de lo que eran hace una generación. Se estima que más de las dos terceras partes de la población mundial vive en ciudades donde la desigualdad en los ingresos aumentó a partir de 1980.

El rostro de la pobreza

“Las desigualdades de género persisten en muchos países y contextos (menores índices de escolarización secundaria, el acceso al empleo decente, la representación política y la naturaleza de género de la pandemia del VIH). Las desigualdades entre jóvenes se manifiestan en la discriminación en el acceso a la educación, la diferencia de oportunidades de empleo y de medios de vida, la falta de participación en la toma de decisiones y los prejuicios contra las preferencias sexuales.

“Los barrios marginales, el rostro de la pobreza y la desigualdad urbana, siguen aumentando en la mayoría de los países del mundo en desarrollo, lo que refleja otras formas de desigualdad: el acceso a los servicios básicos, la educación y la salud, entre otros. Las desigualdades están presentes en el espacio urbano de las ciudades, divididas por fronteras invisibles que dividen el ‘centro’ de la ‘periferia’, la zona ‘alta’ de la ‘baja’, el ‘este’ del ‘oeste’ y otras divisiones físicas que revierten en forma de exclusión social, cultural y económica”.

Medellín fue escogida por las Naciones Unidas como sede de la séptima versión de la cumbre del hábitat, por el “milagro” logrado en pocos años al convertirse de la ciudad más violenta del mundo a un polo de desarrollo. La propaganda que se muestra al mundo habla del metro, de metrocable, de los edificios inteligentes y de las empresas regionales. “¡Oh irrisión!”, como decía el maestro Jorge Zalamea.

Ironía

La capital antioqueña es hoy la ciudad más desigual de Colombia y una de las mayores en América Latina, según un informe de inequidad urbana, realizado por ONU-Hábitat. Este informe reveló además que en 18 países y 120 ciudades de Latinoamérica, el país que más incrementó las desigualdades urbanas en los últimos 20 años fue Colombia.

El problema de la violencia urbana, especialmente paramilitar no ha cesado. El conflicto, en opinión de expertos, se camufla porque las grandes bandas paramilitares y delincuenciales, al dividirse la ciudad en territorios, han pactado con las autoridades corruptas, incluyendo ejército y policía. En esas condiciones, ha disminuido el número de homicidios, pero aumentó dramáticamente el de desaparecidos. Desde hace cuatro años no se sabe el paradero de 1.272 desaparecidos en Medellín.

Las fosas comunes en los barrios y zonas rurales, los cuerpos desmembrados flotando sobre el río Medellín, amén de una pobreza que se sitúa en el 16.1 por ciento, y una pobreza extrema del 3 por ciento el año pasado, son realidades de la hoy denominada capital mundial de ciudades. Esperemos las conclusiones del foro sobre hábitat, en la filosofía de que a grandes males, grandes remedios.

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