El viernes 25 de agosto pasado, falleció en Medellín, tras permanecer varios días en cuidados intensivos en una clínica de la capital antioqueña, el dirigente comunista y popular de la región de Urabá, Nelson Campo Núñez.
Fue alcalde de Apartadó y representante a la Cámara por la Unión Patriótica, miembro del Comité Central del Partido Comunista Colombiano y un aguerrido dirigente de los trabajadores bananeros en Urabá. Fue fundador del sindicato Sintrabanano, que luego se fusionó con Sintagro para dar creación a Sintrainagro.
Contribuyó en la construcción del Partido Comunista Colombiano y la Unión Patriótica en la zona bananera, principales fuerzas políticas de la región, exterminadas por la guerra sucia del paramilitarismo en la cual contribuyeron el movimiento de Esperanza, Paz y Libertad que aglutinó a los reinsertados del EPL, latifundistas, dirigentes políticos tradicionales y la Brigada del Ejército en los tiempos del general Rito Alejo del Río.
Contra Nelson Campo y otros militantes comunistas fue montado el proceso judicial de la llamada masacre de La Chinita, a partir de fiscales y testigos sin rostro como se acostumbraba en la época, para sacar en definitiva al Partido Comunista del escenario político local. Nelson Campo Núñez fue condenado y durante diez años permaneció en la cárcel, en la más completa arbitrariedad. La Corte Suprema de Justicia tumbó el proceso en decisión de casación penal y así Nelson y los demás condenados, todos militantes comunistas, recobraron la libertad. El año pasado el Consejo de Estado ordenó a la fiscalía la reparación económica por el ilegal proceso y el injusto cautiverio, que nunca se concretó porque la fiscalía alegó falta de recursos.
Durante muchos años fue el principal dirigente del partido en Urabá, el más fuerte Comité Regional del país. Nelson fue un hombre amable, honesto y leal con el Partido Comunista. Militó hasta el final de sus días, siempre recordando su origen proletario. Una vida militante ejemplar, firme defensor de los derechos de los trabajadores y de los sectores populares.
El Semanario VOZ hace llegar su voz de condolencias a su esposa Mauren, hijos y familiares.