
Nelson Fajardo
Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), el crecimiento real de la economía colombiana puede proyectarse a 2017 en 2,4 por ciento, lo que corresponde a un PIB de 936 billones de pesos; que hacen una diferencia de 59.000 millones de pesos más, con respecto a 2016.
Para una población calculada en 49 millones de habitantes, el crecimiento per cápita será de 15 millones, 864 mil, 50 pesos anuales, con una inflación de 4,43 por ciento anual, una tasa de interés por consumo de 19,24 por ciento a finales de año y una tasa de cambio de 3,047 pesos por dólar.
En lo que a la balanza de pagos se refiere, las reservas internacionales netas estarán en 46.600 millones de dólares, que corresponden a 14 billones 199.020 millones de pesos. Por su parte, la balanza comercial arrojaría, a final de año, una participación del 3,52 por ciento en el PIB y un déficit fiscal de -3 por ciento sobre el presupuesto general de la nación (PGN).
A esta situación, se agregan los nuevos hallazgos de gas en la costa del Caribe, por cerca de 650 millones de dólares para 2017, que reduciría el precio del gas natural; situación que coincide con el aumento de las licencias de construcción urbana en 6,8 por ciento, que se reflejará en mayores obras en 2018. La inversión, por su parte, pasará de 14,5 por ciento del PIB en 2000 al 27, 8 por ciento en 2017.
En contraste con los anteriores incrementos, el aumento real del salario pasó del 3,4 por ciento al 1,8 por ciento en el año en curso, el desempleo urbano será del 9,3 por ciento, los pensionados de los fondos privados devengarán menos de dos salarios mínimos; es decir, 1.475.434 pesos, cuando la canasta familiar está en 2.213.151 pesos, el desempleo afectará el 9,3 por ciento de la Población Económicamente Activa1.
La tendencia de la economía nacional
Si bien es cierto que la economía mundial tiende hacia la recesión o la crisis, Colombia tiene una situación favorable, si confiamos en la cifras de las fuentes con las que nos guiamos.
Así, la tendencia indica que se están desarrollando altas inversiones, principalmente en la construcción con obras de alto calado para la ingeniería civil, lo cual significa en la economía política mayor inversión en capital constante, debida a la buena acumulación de capital dinero, a pesar de la corrupción de Oderbrecht y sus socios criollos. Sin embargo, el indicador estrella del modelo neoliberal, la balanza de pagos, ligada a la política exterior y la rentabilidad exportadora, no entrega resultados favorables; resultados negativos acompañados de la poca inversión en el aspecto humano, que tiene que ver con salarios y pensiones bajos, precios de la canasta familiar por encima de los ingresos familiares, desempleo crónico, entre otras malezas propias de este capitalismo salvaje, donde el gobierno sigue aplicando drásticamente el modelo en crisis, los sectores de izquierda intentan forjar una propuesta política amplia y democrática, en medio de la “patria boba” que los acompaña alrededor de su unidad y los sectores democráticos independientes actúan parroquialmente y estimulan el abstencionismo.
Este es el panorama en medio de una transición tan exigente como la búsqueda de una paz estable y duradera con soberanía, amplia democracia y justicia social.
1 Indicadores, Revista Dinero 517, mayo 12, 2017, páginas 96 a 97.