Carlos A. Lozano Guillén
@carloslozanogui
En Colombia hay un grupo de esquizofrénicos que se niegan a aceptar los acuerdos de paz con las guerrillas y que a pesar del logro histórico del Acuerdo Final de La Habana y de los diálogos con el ELN, siguen alimentando sus sentimientos de la guerra, la violencia y las agresiones en las relaciones políticas. Cuentan con el respaldo y la justificación de sus acciones, de columnistas de la “gran prensa”, de los grandes medios de comunicación y de políticos regionales y nacionales del establecimiento de la derecha y la extrema derecha. Inclusive, voceros del gobierno, cuyo presidente suscribió los acuerdos con las FARC, las califican como “protestas democráticas y simples abucheos a los exguerrilleros que cometieron muchos delitos”.
Sin embargo, los actos delirantes, agresivos y provocadores de las últimas semanas contra el partido de la Farc, surgido en el proceso de implementación del Acuerdo Final de La Habana y por ende del cumplimiento de los guerrilleros de hacer dejación de las armas y transformarse en fuerza política legal, demuestran al contrario de lo que dicen sus defensores, que son manifestaciones violentas, premeditadas y organizadas. No hay nada de espontáneo ni de simples abucheos. Son delitos electorales y un atentado a la nueva fuerza política para que no pueda expresarse en los espacios democráticos. Los agresores lanzan piedras, botellas y pretenden agredir al candidato presidencial Rodrigo Londoño y a los aspirantes al Senado y la Cámara de Representantes. La policía ha actuado con permisividad y tal actitud puede llevar a que esas provocaciones terminen en una tragedia.
Los “abucheos”, como los llama María Isabel Rueda, también ocurrieron contra Aída Avella, presidenta de la Unión Patriótica y víctima, hace varios años, de un atentado criminal de los paramilitares con disparos de bazuka. A Aída la atacó en Medellín un peligroso sujeto, esquizofrénico de verdad, de apellido Restrepo y que se hace llamar “El patriota”. La insultó con palabras soeces y no logró golpearla, como lo revela el video, porque lo impidieron sus escoltas y la gente que la acompañaba. Este sujeto, peligroso y que no se entiende por qué no ha sido judicializado, se hace fotografiar con armas largas y amenaza a la izquierda con acabarla por las redes sociales. Un verdadero peligro ambulante.
Las provocaciones contra el partido FARC, provienen del Centro Democrático y del “periodista” Herbin Hoyos, siempre uniformado de negro como las “camisas negras” hitlerianas en la Alemania nazi. En Neiva, la agresión fue organizada por el senador Macías del uribismo, según lo denunció Iván Márquez. El candidato Gustavo Petro también ha sido amenazado. El Gobierno debe detener a los esquizofrénicos y enviarlos a la cárcel o a un centro psiquiátrico junto con sus defensores de oficio.
