jueves, abril 18, 2024
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Elsa Rojas de Fernández: “Desde pequeña me gustaba la lucha social”

“Nunca fui militante del partido. Pero al partido yo lo quería y lo apoyaba y las luchas del partido son mi lucha y el dolor que sufrió el partido, en tantos años de represión, es mi dolor”.

Elsa Rojas de Fernández. Plumilla de Arlés Herrera, Calarcá.
Elsa Rojas de Fernández. Plumilla de Arlés Herrera, Calarcá.

En las épocas de florecimiento de la Unión Patriótica, antes de comenzar ese genocidio espantoso, que produjo la muerte de tres mil o más militantes de un grupo político de izquierda que desde su fundación anunció su vocación por la paz, Elsa Rojas de Fernández fue conocida como una de las lideresas más destacadas de esta organización en el departamento de Arauca.

En dos ocasiones fue alcaldesa de Arauquita. La primera vez, en 1983, nombrada por decreto. La segunda ocasión, en 1993, mediante elección popular.

Respondiendo a una pregunta sobre su trabajo político en esa época, manifiesta: “Destaco el apoyo de la comunidad. Fue lo que más me agradó, trabajar con las juntas de acción comunal. En esa época no existían los planes de desarrollo sino planes de gastos. Y esos los ejecutábamos con la comunidad. Yo tenía un directorio político, que me orientaba: eran los compañeros de la Unión Patriótica.

“Yo me vinculé a la lucha social a los once años de edad. En la Diócesis de Arauca. Hice trabajo social con mujeres campesinas. En esa época el partido comunista trabajaba de manera clandestina. Recuerdo que el periódico VOZ llegaba a la región escondido en los guacales del mercado para que no lo detectara la policía.

“El partido siempre me respaldó en mi gestión política y social. Yo también apoyaba el partido. Nunca fui militante del partido. Pero al partido yo lo quería y lo apoyaba y las luchas del partido son mi lucha y el dolor que sufrió el partido, en tantos años de represión, es mi dolor.

La paz se va a firmar

“Hay que ver lo que sufrimos en esas épocas los de la Unión Patriótica, siempre perseguidos, ¡casi nos acaban!

“Pero conservo una gran satisfacción. Mi máxima satisfacción es haber hecho obras buenas. En un programa que impulsé, a 52 niños les dimos educación y les conseguimos cupo en la universidad. Hace poco he visto a una compañera, que hizo parte de ese grupo, y la veo haciendo actividad política con los jóvenes.

“De la paz, ahora pienso que los acuerdos que se van a firmar entre las FARC y el Gobierno, nos van a abrir unas puertas. Esos acuerdos no van a ser la paz, pero sí un respiro. Si los del ELN no llegan a la mesa de diálogo, va a ser un proceso muy difícil. Tenemos que seguir trabajando por este proceso. Los recibos de servicios seguirán llegando caros, pero debemos seguir luchando por mejores condiciones de vida para el pueblo.

“Ayer me abordó una señora, a la que le había conseguido un lotecito en esa época, para que construyera una casita. Por eso la gente del Guaviare, la del Vichada, y desde luego la de Arauca, son gente muy afectiva. Y esa fue característica de mi gestión, inclusive, durante el período en que fui representante a la Cámara. La gente podía hablar conmigo, sin protocolos. Al final de mi mandato salí satisfecha, me despidieron con cariño, sin insultos.

“Esa época de representante a la Cámara fue muy dura. Cuando empezaron a matar compañeros, me salvé porque yo era muy disciplinada. No iba a fiestas. Me cuidaba, lo mismo con mis rutas de movilización. Me hicieron tres atentados: dos en Arauca y uno en Saravena. En uno de esos atentados me salvó la vida un policía. Era un sicario, dicen que torturador, les arrancaba el cabello a las víctimas. Pero se puso de mi parte por mi forma de ser con la gente, eso me salvó la vida”.

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