viernes, marzo 29, 2024
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Electricaribe: apagón, daños y muerte

¿Qué tiene la empresa española Electricaribe, que con tantas irregularidades que comete y tantas denuncias en su contra, nadie la mete en cintura?

Wilfrido Jiménez Díaz

El domingo 4 de mayo del presente año, cayó sobre Barranquilla el primer aguacero de la temporada, después de un largo período de sequía. El resultado fue desastroso: se presentó un incendio en las celdas de la subestación 20 de Julio que alimenta 11 circuitos del sistema para el municipio de Soledad y buena parte de Barranquilla, ocasionando instantáneamente un gran apagón en 95 barrios del área metropolitana, afectando también la subestación del Acueducto, que alimenta los municipios de Juan de Acosta, Tubará y Piojó, y como si fuera poco, 56 buses de Transmetro se vieron obligados a salir de circulación, por falta de abastecimiento de combustible.

Las cuantiosas pérdidas económicas, oscilan entre los tres mil millones de pesos, según estimativos de los comerciantes y el sector productivo de la ciudad.

El prolongado apagón, sin explicaciones de ninguna autoridad, hasta largas horas del día siguiente, provocó en cadena la inconformidad de más de 600 mil habitantes, que quisieron hacer uso del elemental derecho a protestar. La respuesta fue la presencia de los “héroes” de la patria, nuestra querida y gloriosa Policía Nacional, a la que no le valió mediación ni diálogo alguno, y en un acto de brutalidad y barbarie arremetió contra los manifestantes con bolillos, gases y plomo, porque además de los 18 heridos, ya van dos muertos, producto de las balas que dispararon los uniformados, como se ha demostrado con fotos y videos que circulan en las redes sociales.

Denuncias concretas

La prensa no pudo ocultar semejante infortunio y la denuncia corrió por todas partes.

Esto obligó a Jorge Armando Otálora, Defensor del Pueblo, a solicitarle a la Superintendencia de Servicios Públicos que “se inicie una investigación para que se establezca si fue negligencia de Electricaribe o si fueron daños normales imprevistos”, todo esto soportado en la información de denuncias que señalan a la Empresa por no haber adoptado las medidas de prevención necesarias frente al mantenimiento de las redes “que luego de un prolongado período de sequía y ante la ocurrencia de aguaceros esporádicos, como sucedió el domingo, presentan cortos y colapsan”. O sea que estamos ante una tragedia anunciada y la gerente, Betty García, sale a los medios a decir que “no sabía las causas del apagón”.

¿Qué tal? Todo esto sin contar que al día siguiente de lo ocurrido llegó a la ciudad el ministro de Minas Amílkar Acosta y, luego de reunirse con las directivas de Electricaribe, salió a los medios a defender la Empresa diciendo que “no se puede hablar de negligencia por parte de Electricaribe” y que las causas del incendio en la subestación 20 de Julio aún están por establecerse.

Es mentira que el servicio se haya restituido a las pocas horas, como dijo la alcaldesa Elsa Noguera a los medios, porque lo que hicieron ese día fue un parapeto para garantizar la realización del partido Júnior-Millonarios, mientras muchos barrios siguieron sumidos en las tinieblas, bajo vigilancia policiva, y hasta hoy se sigue racionando el servicio, de dos a cuatro horas diarias, en este populoso sector del área metropolitana de Barranquilla.

La pregunta del montón: ¿Qué tiene la empresa española Electricaribe, que con tantas irregularidades que comete y tantas denuncias en su contra, nadie la mete en cintura?

Al momento de redactar esta nota, nos enteramos que la empresa Electricaribe estaba siendo negociada por otra empresa española. ¿Será para evadir responsabilidades? Lo cierto es que los usuarios ya están hasta la coronilla y de esto continuar así, la respuesta popular será inminente. No hay “Super-Electricaribe” que dure cien años, ni pueblo que la resista.

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