Raúl Pacheco Granados
@PachecoGranados
Pocas veces en la historia nacional los negocios antipopulares se logran reversar antes de lastimar las arcas públicas. Un signo de que Colombia está cambiando se presentó durante el último mes en Ciénaga, Magdalena, aquel mismo lugar donde en 1928 ocurriera la masacre de las bananeras inmortalizada por el escritor Gabriel García Márquez en Cien años de soledad.
Ciénaga y su alcalde han sido protagonistas en este periodo de gobierno porque se constituyó en eje articulador de la oposición al gobernador alternativo Carlos Caicedo. En ese municipio de 120 mil habitantes, 27 alcaldes del Magdalena acordaron que ejecutarían sin coordinación con la gobernación los recursos de las regalías del departamento y traerían otros proyectos con recursos del gobierno nacional. Este acuerdo fue impulsado desde el mezquino gobierno de Iván Duque quien designó al célebre Luis Alberto Rodríguez y a todo el Departamento Nacional de Planeación, DNP, para identificar y asesorar la formulación de los proyectos que nunca fueron financiados. Una estafa.
Hace un mes se conoció que el alcalde Luis Tete Samper tramitó ante el concejo municipal un proyecto de acuerdo que le autorizaba vigencias futuras para comprometer 16 mil millones de pesos en una concesión por 10 años a fin de dar mantenimiento a los 14 espolones (elementos de protección contra la erosión) que tiene del municipio.
De inmediato se activó el Comité Cívico Comunal en Defensa de Ciénaga que se movilizó intensamente en oposición a este lesivo negocio, tal como lo recogió este semanario en la nota publicada Inconformidad del pueblo cienaguero por concesión de espolones.
En el mes de septiembre el comité paralizó durante varios días la troncal del Caribe, realizó dos tomas a la vía férrea, y plantones en el palacio de justicia y en el palacio municipal. Incluso adelantaron un mitin el 8 de septiembre durante la visita del presidente Gustavo Petro a Santa Lucía, Atlántico, donde pudieron hacer llegar la denuncia a un delegado de la ministra de Ambiente.
La lucha dio frutos. Ante la presión del Comité Cívico Comunal y la ciudadanía, el Alcalde de Ciénaga objetó por inconveniente el proyecto de acuerdo que le otorgó las facultades, y éste regresó al concejo municipal. Los 17 concejales que antes habían votado contra la voluntad popular comprometiendo fiscalmente al municipio por 10 años votaron positivo las objeciones, y el acuerdo fue rechazado definitivamente, constituyéndose en una contundente victoria popular.
Sin embargo, líderes del Comité Cívico Comunal como Dianith Araujo, Gustavo Guzmán, y Gelen Lazala se mantienen alerta ante nuevos caminos que estaría tramando la alcaldía municipal. Manifiestan que en el municipio se rumora sobre un nuevo proyecto de acuerdo donde el alcalde solicitaría vigencias futuras para contratar la construcción de ocho espolones, dejando de lado el mantenimiento que tanto revuelo causó.
La posibilidad de hipotecar parte del presupuesto municipal se mantiene vigente, sin embargo, hoy tenemos que festejar como pocas veces pasa en Colombia que una concesión se logra reversar. Un signo de que el país está cambiando.
Adenda: En Valledupar un “ciudadano de bien” con un fusil de uso privativo de las fuerzas armadas persiguió a una mujer que al parecer le era infiel. Casi los mata en el parque de un barrio estrato seis. ¿Ya lo identificaron y judicializaron señores de la Policía Nacional y de la Fiscalía General de la Nación?