Su llegada al Vaticano se ha hecho sentir como una poderosa corriente de aire fresco y sus mensajes han puesto a reflexionar a la opinión mundial frente a los grandes conflictos de la humanidad en este momento histórico.
Carlos Antonio Lozada
Integrante del Secretariado de las FARC-EP
“La guerra es madre de toda pobreza, una gran depredadora de vidas y almas”.
Papa Francisco.
Con gran expectativa esperan los cubanos el arribo del Papa Francisco a La Habana, este 19 de septiembre, donde inicia su gira que lo llevará, además, a las ciudades de Holguín y Santiago donde pronunciará misas ante miles de creyentes, para luego salir rumbo a los EEUU.
La visita papal se da en un contexto político caracterizado por el restablecimiento de las relaciones diplomáticas Cuba-EEUU, proceso en el cual Francisco jugó un papel importante, por lo que no es casual que sea este el momento escogido por el Presidente Obama para anunciar nuevas medidas dirigidas a aliviar el bloqueo económico contra Cuba, asunto sobre el cual el Papa se ha pronunciado, al igual que frente a la prisión de Guantánamo donde el gobierno estadounidense mantiene de forma ilegal prisioneros acusados de terrorismo.
Sobre la trascendencia e importancia que otorgan el Gobierno y el pueblo de cuba a la llegada del Obispo de Roma a la Isla de la Libertad, basta resaltar algunas frases del Presidente Raúl Castro: «Yo me leo todos los discursos del Papa y sobre todo los comentarios que él hace. Y a Renzi le dije, si el Papa sigue hablando así, comenzaré a rezar y volveré a la Iglesia. Y no lo digo en broma”. «Cuando Francisco venga a Cuba voy a asistir a todas sus misas”. «Soy comunista (…) el partido no permitió jamás la misión de los creyentes. Hoy está permitido que haya creyentes. Es un paso adelante”.
Y es que no ha sido poca cosa el vuelco iniciado por Francisco dentro de la Iglesia Católica, caracterizada tanto por su rigidez, como por su lejanía frente a los problemas del mundo. Su llegada al Vaticano se ha hecho sentir como una poderosa corriente de aire fresco y sus mensajes han puesto a reflexionar a la opinión mundial frente a los grandes conflictos de la humanidad en este momento histórico.
A nivel de la Iglesia el Papa ha roto con las tradiciones del protocolo y los lujos; a la vez que ha encarado sin ambages temas hasta hace poco tabúes a su interior como el aborto, el bautizo de hijos de matrimonios civiles, el abuso de menores, la homosexualidad y la reforma del Banco Vaticano, entre otros.
Consecuentemente, su voz se ha pronunciado por una iglesia más cercana a las grandes mayorías empobrecidas del mundo, una iglesia con una doctrina social afín a los postulados de la Teología de la Liberación, en la que temas como el medio ambiente, la biodiversidad, la pobreza, la desnutrición, la injusticia, la desigualdad social y la guerra, han estado presentes; para señalar la responsabilidad del sistema económico capitalista que amenaza con destruir el planeta.
El hecho de que sea un Papa latinoamericano, agrega un ingrediente a las expectativas de los creyentes y de la opinión de la región, toda vez que sus mensajes cobran importancia al sentirlos más próximos a una realidad económica, política y social que conoce, tal como se hizo evidente en su viaje anterior al continente cuando visitó Ecuador, Bolivia y Paraguay.
Para los colombianos, cobra trascendencia la presencia del Santo Padre en Cuba, dado el interés que ha mostrado por dos temas que son centrales en la coyuntura de nuestro país y en la agenda política del momento: los diálogos de paz y la crisis fronteriza con Venezuela.
Respecto del primer tema han sido varios sus pronunciamientos: «Lo que pueda hacer yo personalmente o la Iglesia cuente con nosotros. Lo apoyamos y si necesita que juguemos un papel estamos dispuestos a hacerlo, a ayudarlo», habría expresado el Sumo Pontífice durante una entrevista privada con el Presidente Santos, según trascendió.
Con relación a la crisis fronteriza el pasado 6 de septiembre, el Papa expresó: «Invito a todos, en particular a los amados pueblos venezolano y colombiano, a rezar para que, con un espíritu de solidaridad y fraternidad, se puedan superar las actuales dificultades».
No son infundadas entonces, las esperanzas de que esta visita papal pueda traernos nuevamente su mensaje de apoyo en este esfuerzo por la paz para nuestro pueblo y la superación de los problemas en la frontera con la hermana Venezuela.
Pero la visita, es además una oportunidad y una ocasión para la aproximación y el diálogo entre creyentes y combatientes, interesados todos en la paz de la familia colombiana, como lo testimonia el hecho de que distintas comunidades basadas en la fe, se han sumado al esfuerzo por ejercer la verificación del cese al fuego unilateral decretado por las FARC-EP; y desde ya nos ocupamos por las que han de ser las tareas que debemos asumir conjuntamente luego de la firma de la paz, en el proceso de reconciliación y reconstrucción de la patria.
Estaremos atentos a las palabras del Papa Francisco, en cada uno de los eventos y celebraciones que presidirá, tanto en Cuba como en los EEUU, comenzando por su misa el día de mañana en la imponente e histórica Plaza de la Revolución de La Habana, cuando el Mensajero de la Misericordia se dirija a los asistentes bajo la mirada tutelar de Martí, el Che y Camilo.
