Nelson Lombana Silva
Muchas personas se vienen preguntando por qué la explotación del hombre por el hombre. Es más: Cuál es su origen. Pero lo más importante: ¿Es posible superar la explotación del hombre por el hombre?
A estos interrogantes se han dado muchas respuestas. Unas convincentes y otras no mucho, pero de todas maneras explicaciones que hay que analizar críticamente para poder entender la realidad concreta sobre el particular.
De la mano de la ciencia intentaremos dar algunos elementos de juicio con el objeto de contribuir al debate, a la batalla de las ideas que hoy tienen más vigencia que nunca, en el histórico proceso de transición del capitalismo al socialismo.
Caminemos siguiendo el faro luminoso que nos brinda generosamente Nikitin. Su léxico sencillo, ágil y creativo nos permite entender con lujo de detalles el siniestro origen de la explotación del hombre por el hombre, pero también las perspectivas científicas de salir adelante.
Modo precapitalista de producción: Comunidad primitiva
Para averiguar lo que nos hemos planteado, hay que examinar minuciosamente el surgimiento, el desarrollo y las causas de la desaparición del modelo de producción de la comunidad primitiva y de los regímenes esclavistas, feudalistas y capitalistas.
Es decir, para conocer el presente y proyectar el futuro hay que conocer el pasado. ¿De dónde venimos? Desde la óptica de la ciencia la vida surgió hace 900 millones de años y los primeros seres humanos un millón, aproximadamente. Según Nikitin en Asia, Europa y África bajo altas temperaturas y de una raza de monos antropoides altamente desarrollados.
¿Cómo comenzó el hombre a diferenciarse de los demás animales? Comenzó a diferenciarse cuando creó los primeros instrumentos rudimentarios, lo cual implicaba una actividad llamada: Trabajo.
De otra parte, siente la necesidad de relacionarse en la dinámica laboral y en la utilización de los instrumentos. Surge el lenguaje articulado, también producto de la necesidad de comunicarse y relacionarse. El hombre no puede vivir solo. Sólo existe en comunidad.
El trabajo y el lenguaje articulado permiten el desarrollo del cerebro. Una conclusión clara: El trabajo es el que realmente ha hecho al hombre, ha permitido su desarrollo y su capacidad para transformar la naturaleza. Mientras los demás animales se adaptan a la naturaleza, el hombre tiene el privilegio de adaptarla a sus intereses. El hombre se diferencia de los demás congéneres en que tiene capacidad de raciocinio. Otra conclusión clara: Nada hay sobrenatural, todo es natural.
Así las cosas, la primera formación económica-social fue la comunidad primitiva, la cual duró miles y miles de años.
Características de la comunidad primitiva
¿Cómo era la comunidad primitiva? Los hombres eran semisalvajes e indefensos ante las formidables fuerzas de la naturaleza. Se alimentaban principalmente de vegetales: raíces, frutos silvestres, etc.
Los principales instrumentos de trabajo fueron la piedra labrada toscamente a golpe y el palo. Más tarde hicieron instrumentos sencillos útiles para golpear, cortar y cavar. El descubrimiento del fuego cambió la vida alimentaria, porque comenzaron a consumir ciertos alimentos cocidos. El arco y la flecha, le permitió dedicarse a la caza y a la ganadería primitiva. Los cazadores domesticaron a ciertos animales.
Paso importante fue el desarrollo de las fuerzas productivas y el origen de la agricultura. Con ésta, el hombre deja de ser nómada y se vuelve paulatinamente sedentario.
El fundamento de las relaciones de producción era la propiedad colectiva de las distintas comunidades sobre los primitivos instrumentos de trabajo y los respectivos medios de producción. Todo era de todos. Existía el comunismo primitivo. (¿Comunismo? Sí, comunismo primitivo).
El trabajo era poco productivo, realmente no creaba excedente. En otras palabras, sólo se producía lo necesario. Es decir, no existía la explotación del hombre por el hombre. La distribución era igualitaria. Claro, los hombres vivían en manadas.
Al formarse la hacienda, se constituye paulatinamente la organización gentilicia de la sociedad. Sólo se agrupaban para el trabajo conjunto los hombres unidos por vínculos de parentesco. Al principio la gens se componía de decenas de personas, más tarde, pasa a contar con varios centenares.
En su proceso evolutivo al irse desarrollando el proceso genera el perfeccionamiento de los instrumentos de trabajo surgiendo en la gens la división natural del trabajo entre los hombres y las mujeres; entre los adultos, los niños y los ancianos.
La especialización de los hombres en la caza y la mujer en la recolección de alimentos vegetales, da como producto el aumento de la producción del trabajo. En ese primer peldaño del régimen gentilicio el papel principal lo ejercía la mujer. Ella recogía los alimentos y se dedicaba a las actividades del hogar. Era la gens matriarcal.
Cuando la cría de ganado y el cultivo de la tierra pasaron a ser ocupación del hombre, se impone el patriarcado.
Al desarrollarse la ganadería y el cultivo de la tierra se produjo la división social del trabajo, es decir, una parte de la sociedad comenzó a dedicarse a la agricultura y la otra a la ganadería. Aumenta la productividad.
Surge al interior de las comunidades primitivas ciertos excedentes (oferta) y la demanda de otros. Comienza el intercambio entre las tribus.
Cuando aprendieron a fundir las menas metálicas, el cobre, el estaño, se aprendió a fundir el hierro más tarde y a fabricar instrumentos, armas y vasijas de bronce y el invento del telar de mano, alivió la producción de tejidos y de ropa, comenzando a destacarse miembros que se dedicaban a dicho oficio llamados artesanos. Sus artesanías eran objeto de cambio.
Las fuerzas productivas elevaron la productividad del trabajo del hombre y su poder sobre la naturaleza, originando más artículos de consumo. Poco a poco dichas fuerzas productivas desbordaron las relaciones de producción que había en su momento.
En esa dinámica de cambio aparece la necesidad del trabajo individual. El trabajo colectivo exigía la propiedad colectiva de los medios de producción, mientras que el individual engendraba la propiedad privada. Surge la propiedad privada de los medios de producción y con ella la desigualdad patrimonial entre los hombres. Comienza a dividirse las tribus, las comunidades entre ricos y pobres.
¿Qué había pasado? Pues que el hombre había comenzado a obtener más medios de subsistencia de lo necesario para vivir. De otro lado, era evidente que se necesitaba el empleo de otras personas para el trabajo. Empero, ¿quién habría de suministrar estos trabajadores? La guerra.
Los prisioneros se convertían automáticamente en esclavos. Esta esclavitud tenía un carácter patriarcal. Sin embargo, rápidamente se convirtió en el modo principal de existencia del nuevo régimen: La esclavitud.
¿Qué pasaba con el trabajo de los esclavos? El trabajo de los esclavos aumentaba la desigualdad; mientras tanto, los hacendados aumentaron sus intereses. Se hicieron rápidamente más ricos.
Al aumentar la desigualdad patrimonial, los ricos pasaron a convertir en esclavos no solo a los prisioneros, sino también a los miembros de sus propias tribus empobrecidas. Se protocoliza así la división de clases: esclavistas vs. esclavos. Surge la lucha de clases y aparece la brutal explotación del hombre por el hombre.
Al profundizarse la desigualdad entre las clases sociales, surge la figura del Estado como órgano de opresión de la clase explotada por la explotadora. Es la máquina que reprime al pueblo y protege al poderoso. Por eso, las leyes siempre están al servicio de los poderosos. Para eso fue creado el Estado.
A groso modo, esa es la génesis de la explotación del hombre por el hombre en todas sus formas y manifestaciones. Esta es histórica. Es decir, no ha existido siempre, tampoco existirá toda la vida. Desaparecerá cuando el modo socialista sea el dominante. Y en ese proceso, en ese tránsito está la humanidad. Es más: esa es la lucha del comunista. Crear las condiciones objetivas y subjetivas para que esos procesos justos y humanos se cristalicen.
