El misterioso atentado en Cúcuta

0
883
Se investiga responsables del atentado en la brigada 30 del Ejército Nacional en Cúcuta. No dejó daños estructurales

De manera inexplicable, ingresaron un artefacto explosivo al batallón de la brigada 30 del Ejército Nacional. Su detonación dejó varias personas heridas. En las instalaciones, que no sufrieron daños estructurales, había presencia de 11 soldados estadounidenses. Los hechos han sido condenados y se espera que avance la investigación para dar con los responsables

Carolina Tejada
@carolltejada

El pasado martes 15 de junio, una camioneta Toyota Fortuner blanca conducida por un hombre sin identificar, ingresó a las instalaciones de la Brigada 30 del Ejército Nacional, ubicada en la ciudad de Cúcuta, Norte de Santander. A las 3:12 de la tarde, se produjo una primera explosión del carro y minutos después una segunda detonación que, según informes de la Defensoría del Pueblo, dejó 36 personas heridas, 34 soldados y 2 civiles.

El misterio que rodea los hechos

Como se observó en el vídeo que acompañó los primeros avances de la investigación de los hechos, en ningún momento existió una verificación del carro, como suele suceder cada que un vehículo no identificado ingresa a una guarnición militar o policial, como lo es, una requisa, la verificación con perros o el uso de espejos para revisar el mismo, tampoco se llevó a cabo la identificación del conductor y, según fuentes, en la minuta del batallón tampoco apareció ningún reporte.

La Toyota Fortuner blanca, modelo 2017, tal como se conoce públicamente, fue comprada cuatro días antes de la explosión en un concesionario de la región, cuyo dueño es un político uribista reconocido en la región, Juan Carlos García Herreros, y el negocio se realizó, según informó la Fiscalía, por medio de dos pagos a través de un domiciliario, entre el 2 y el 4 de junio.

Desde el inicio, las autoridades señalaron al ELN como presunto responsable de los hechos, sin embargo, a través de una comunicación pública esta organización afirmó: “Nos permitimos informarles que ninguna estructura del Ejército de Liberación Nacional tiene que ver con el ataque que se presentó el martes 15 de junio en la brigada 30, en la ciudad de Cúcuta».

En este batallón de la brigada 30 del Ejército, también se informó de la presencia de 11 militares gringos que se desempeñan como asesores del Ejército Nacional, que salieron ilesos de la explosión. Mientras tanto, bajo un hermetismo los altos mandos militares han manejado dicha situación. Luego de las especulaciones de los posibles responsables, inicialmente del ELN, y de los primeros detalles de la detonación, los altos mandos militares, el Ministro de Defensa e integrantes del FBI, la Policía y CTI de la Fiscalía, han manejado la investigación sin que hasta el momento se conozcan mayores detalles que esclarezcan los hechos.

Hermetismo

El mismo día de la detonación, a las 11 de la noche, le aseguró el Defensor Regional del Pueblo, Jaime Marthey a VOZ: “Llegó una comisión especial de la inspección General del Ejército de Bogotá y del FBI, y ellos prácticamente centralizaron con un equipo que hicieron de 21 investigadores con la Fiscalía, toda la información y se acordó que nada de esta información sería pública. Quedaron en darnos los resultados dentro de poco”. Esta decisión fue notificada a la Defensoría. Mientras tanto, el papel de la Defensoría fue el de acompañar a las víctimas, los 34 soldados y 2 civiles, a quienes se le brindó el acompañamiento en la ruta de protección que se da desde esta institución.

Desde algunos analistas, este acontecimiento deja muchas inquietudes, sobre todo por hechos como auto atentados que, en otrora época, se han presentado como cortinas de humo en el marco de importantes decisiones económicas y políticas del país. Precisamente, el día de la detonación en la Brigada 30, se debatían en el congreso nacional, algunos compromisos que públicamente Iván Duque habían hecho a la población en el marco de las exigencias del paro nacional y que fueron reversados en la plenaria del congreso gracias a la mayoría uribista.

Mientras tanto, las autoridades que sigilosamente investigan, afirman que han relevado de su cargo a siete uniformados pertenecientes a la Brigada 30 del Ejército. Incluso avanza, según información que le llegó a VOZ, la verificación, por parte de ingenieros, de las reparaciones que se adelantarían y, como se le informó a este medio, serían reparaciones no muy graves, de vidrios y ventanas, pues las detonaciones no afectaron daños estructurales.