El Gobierno nacional ha decidido aumentar el precio de venta del galón de ACPM. Si bien se trata de una acción que provoca descontento social, es la única fórmula para tapar un déficit fiscal de 68 billones de pesos
Simón Palacio
@Simonhablando
Pasó lo que debía pasar. Desde el 31 de agosto de 2024, aumentó en 1.904 pesos el precio de venta al público del galón de ACPM. La medida tomada en conjunto por los ministerios de Hacienda y Crédito Público, Minas y Energía, busca cerrar un déficit fiscal acumulado de 68 billones de pesos entre enero de 2020 y julio de 2024, según cálculos de la cartera económica.
Como se esperaba, la impopular determinación ha derivado en un paro liderado por la Asociación Colombiana de Camioneros, ACC, el principal gremio de los transportadores en el país. Esta iniciativa cuenta con el apoyo oculto de la Federación de Empresarios del Transporte de Carga, Fedetranscarga, y por otras organizaciones del sector.
Mientras los principales bloqueos se han dado en los departamentos de Santander, Norte de Santander y Meta, así como en puntos neurálgicos para la movilidad de Bogotá, el poder ejecutivo ha instalado un Puesto de Mando Unificado liderado por la ministra de Transporte María Constanza García para monitorear de cerca la situación.
En todo este merecumbé del diésel, tanto el Gobierno nacional como el gremio camionero tienen sus propios argumentos sobre la problemática. Pero finalmente, ¿quién tiene la razón?
Los sólidos argumentos
Para justificar la medida, el Ministerio de Hacienda es didáctico. Cuando una persona llega a una estación de servicio y abastece con ACPM, este consumidor esta pagando menos del 50 por ciento del precio que cobra el refinador o importador por ese combustible.
El Estado por medio del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, FEPC, asume más de la mitad de esa compra. “Esto ha llevado a un problema fiscal histórico que ha representando acumuladamente, en pesos de 2024, cerca de 115 billones de pesos”, dice la cartera económica en el comunicado público en que analiza el alza.
Además, el Gobierno nacional ha dicho que para 2024, el 100 por ciento del déficit del FEPC corresponde al ACPM, convirtiendo la situación en algo insostenible para el país, comprometiendo la estabilidad macroeconómica y la viabilidad fiscal de la nación. Otro de los argumentos que tiene Hacienda es que el subsidio al diésel beneficia a las personas con más ingresos de la población.
Además, para el Gobierno nacional mantener auxilios sobre los combustibles fósiles sería una inconsecuencia con la transición energética justa y con la descarbonización de la economía, uno de los principales retos económicos y ecológicos en la administración de Gustavo Petro.
Así las cosas, con el incremento en el galón del ACPM, el ejecutivo proyecta un aumento en la inflación total de tan solo 0.3 puntos porcentuales al cierre del año, mientras que se estaría produciendo un ahorro fiscal para 2024 de 1.6 billones de pesos.
La fórmula
En la otra orilla del ring, se encuentran distintos sectores del gremio de los transportadores, cuyo principal representante es la ACC y Fedetrasncarga. Estos sectores, que se encuentran en paro, han sustentado que el problema se resuelve modificando la fórmula que calcula el precio del combustible.
En un comunicado público en el que denuncian falta de garantías y se desmarcan de cualquier estrategia golpista, la ACC denuncia que el aumento en el precio del ACPM se trata de un acuerdo que aparentemente incumple el presidente Gustavo Petro, pues según el gremio, en agosto de 2022 el mandatario se comprometió en estudiar y concretar una nueva fórmula para establecer los precios de los combustibles.
Los camioneros también recuerdan el ejercicio hecho por la Cámara Intergremial del Transporte, Unidos, donde aparentemente se hicieron las exposiciones técnicas en lo que han llamado la Fórmula Colombia. Dicen haber expuesto las fallas de la fórmula actual, así como demostrar que Ecopetrol produce todo el ACPM que requiere el país.
Al indagar sobre la argumentación técnica de Unidos, encontramos lo siguiente en la página web de la ACC: “Hoy nos cobran precio de crudo a precio de Golfo de México y de biocombustibles para mezcla a precio de Londres, sustentamos cobro a precios en Colombia, osea (sic) no más cobro de precios internacionales. Debe haber un costeo (sic) de producción en pesos y un margen razonable de ganancia para productores, pero no es justo que los colombianos ganamos en pesos, estos insumos se producen en nuestro territorio y nos lo cobran a dólares y euros”.
Lo que desconoce el gremio es que el precio del petróleo y sus derivados se aparta de la teoría del costo marginal, porque al ser un recurso no renovable, se necesita un factor adicional que equivale a una regalía. Para el caso del ACPM, no solo se tiene en cuenta el valor del petróleo, sino también los costos de refinación y las variaciones en el mercado.
Críticas
El paro camionero ha sido criticado porque solo responde a los intereses empresariales. Así lo ha dejado saber un camionero indignado, que si bien se encuentra movilizado, en un video viral no ha dejado nada a la imaginación:
“No vengan a chingar al transportador de carga, a jodernos la vida y pedir que el paro se desarrolle de una manera más efectiva. Un verdadero paro camionero pelearía por pensión y salud digna. Eso si deberíamos pelearlo, una EPS o lo que sea, que le de salud al camionero en carretera. Yo me enfermé en Bucaramanga y mi EPS era de Cali, y paila. Yo los invito hacer un paro en contra de las empresas transportadoras corruptas, que no nos pagan stand by y sice-tac de ley, que hacen descuentos abusivos, ilegales y que ni siquiera existen, que nos ponen a pagar cargas y descargues, esas empresas deben ser multadas y obligadas a pagar a tiempo los saldos y los fletes. La reivindicación del camionero tercerizado va más allá del ACPM”.
