Ana Elsa Rojas Rey
El jueves 5 de marzo en horas de la tarde la muerte del comandante Chávez sorprendió al mundo. Su desaparición se agrega a la de quienes han brindado la vida por las transformaciones de pueblos atrasados, sumidos en las más deplorables condiciones de la vivencia humana.
Chávez amó a su pueblo como a su adorada madre, amó a las y los niños como amó a sus nietos y amó a las mujeres como sus hijas. El amor al pueblo lo hizo gigante, en cada abrazo una sonrisa y en cada sonrisa una transformación social.
Al llegar a la presidencia en 1999, le prometió a las y los venezolanos llevar el destino de la patria al socialismo del siglo XXI en el cual el mayor reconocimiento estaba en darle el poder a las mujeres, a las que las oligarquías las tenían en el ostracismo, y su reconocimiento se limitaba al analfabetismo y la indigencia.
Hoy, que ha desaparecido su comandante, las mujeres tienen un motivo muy profundo para defender la revolución bolivariana, ya que esta tiene el gran privilegio de ser una de aquellas donde las mujeres no postergan sus intereses, sino que los incorporan plenamente a la vida constitucional, construyen un nuevo orden social incluyendo sus reivindicaciones de mujeres, madres y luchadoras por la defensa del gran legado de este hombre con pensamiento de mujer, el que iluminó el sendero de la humanización para Latinoamérica.
Fue desde la Constitución Bolivariana que se le dio el pleno reconocimiento a las mujeres, haciendo equipolencia con los hombres, cerrando las brechas culturales de desigualdad que la cultura patriarcal había dejado.
Cuando tuvo lugar la Asamblea Nacional Constituyente, las mujeres construyeron un documento que se llamó “Una visión de país con ojos de mujer”, el cual fue recogido por la Asamblea, donde se convirtió en el documento madre y hoy es la carta de navegación del Ministerio de las Mujeres Venezolanas.
En esta carta magna las mujeres están representadas desde el principio hasta el fin, a través de un lenguaje no sexista, como pocas constituciones existentes.
El sitial a las mujeres
Las mujeres ocupan el sitial que la historia les negó; en cuanto a la representatividad en Venezuela, funcionan cinco poderes públicos de los cuales cuatro están en cabeza de mujeres: el Poder Legislativo, la Asamblea Nacional, el Consejo Nacional Electoral y el Poder Moral. Las mujeres reconocen que lo más importante no son los puestos de representación, lo mas importante es el papel que están jugando en los consejos comunales, en las misiones donde su participación llega al 60%. En todos los programas que el comandante impulsó en estos procesos las mujeres aprendieron.
El trabajo doméstico ha sido considerado improductivo por siglos, en la constitución venezolana, en su articulo 88 reconoce el aporte económico del ama de casa, que según estudios se ha demostrado, “que ha llegado al 80% del valor que tiene el petróleo”. Estos avances hacia las mujeres son únicos en el mundo como lo reafirma la Constitución Bolivariana.
En la Asamblea Nacional hay 27 diputadas de 165 diputados, el presidente Hugo Chávez convocó a las mujeres para integrar el Partido Socialista Unido y hoy son el 50% de sus afiliados.
Cuando el comandante Hugo Rafael Chávez llegó al poder se encontró que, en medio de la riqueza petrolera, Venezuela era uno de los países que mayor índice de analfabetismo tenía, y luego, después de una gigantesca campaña, en muy poco tiempo, fue declarado por Naciones Unidas como el país que había logrado erradicar el analfabetismo después de Cuba.
Los avances sociales, culturales y económicos en cuanto al desarrollo de las mujeres en Venezuela es un aporte también para las mujeres de Latinoamérica y por ello el compromiso hoy es la defensa de esa magna revolución.
El comandante voló a la eternidad y antes de partir dejó sembrada en los corazones del pueblo ¡la semilla de la libertad! ★
