Haciendo alarde de su actitud hegemónica, las autoridades norteamericanas tergiversan la realidad política venezolana, crean una imagen mediática falsa y tuercen la opinión pública en contra de la revolución bolivariana
Con las pruebas, declaraciones de funcionarios, videos y mensajes de internet interceptados, es evidente que sin la participación, asesoría, diseño estratégico y financiación de los Estados Unidos, no hubieran sido posible las distintos intentos de golpe de la extrema derecha venezolana para derrocar al gobierno de Chávez primero, y ahora al de Nicolás Maduro.
En la edición de VOZ de la semana pasada, comenzamos la publicación de un informe de inteligencia de las autoridades venezolanas sobre el plan de golpe que los sectores más recalcitrantes de la burguesía de ese país quisieron propinar los días 11 y 12 de febrero contra el gobierno constitucional. Esta vez, presentamos otras partes del documento gubernamental, con detalles de la participación norteamericana en estos eventos.
“El gobierno de Estados Unidos de América, haciendo alarde de su pretendida hegemonía -dice el documento-, ha venido incumpliendo sistemáticamente con la obligación internacional de la no injerencia en los asuntos internos de Venezuela, al desarrollar toda una línea de acciones de carácter declarativo y legislativo, con el fin de desacreditar y perjudicar al gobierno bolivariano del presidente Nicolás Maduro Moros y la institucionalidad democrática venezolana, y con ello subvertir el sistema democrático participativo y protagónico constitucionalmente vigente.
“El propio presidente Barack Obama reafirmó el camino intervencionista el 5 de mayo de 2014 en una declaración a la televisora Univisión: ‘No es cuestión de Venezuela lo que preocupa a Estados Unidos. El hemisferio entero ha observado la violencia, las protestas, la situación con la oposición. Nuestra percepción general es que depende del pueblo de Venezuela elegir a sus líderes en elecciones legítimas. Y nuestro enfoque en todo el hemisferio no es ideológico. No se remonta a la guerra fría.
Obama mete las manos
“Se basa en la noción de principios fundamentales de derechos humanos, democracia, libertad de prensa, libertad de reunión. ¿Esto se está cumpliendo, se está respetando? Ha habido informes de que esto no se está respetando después de las elecciones. Y creo que nuestro único interés en este momento es asegurarnos de que el pueblo de Venezuela pueda determinar su propio destino, libre del tipo de prácticas que el hemisferio entero se ha ido alejando de esas cosas (…)’.
“El secretario de Estado, John Kerry -prosigue el informe sobre el golpe en Venezuela-, el 21 de mayo de 2014, tergiversa situaciones puntuales de violencia ocurridas en Venezuela, tildándolas de manifestaciones pacíficas, insiste en la falsa violación de los derechos políticos en nuestro país y se atreve a exigir la liberación de las personas que promovieron actos criminales y de vandalismo, justificándolas en el hecho de que ‘intentaban ejercer su derecho democrático de expresar disentimiento’.
“Del mismo modo, el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, durante su visita al Brasil, los días 16 y 17 de junio de 2014, expresó sin disimulo que el gobierno de los Estados Unidos de América consideraba que había un debilitamiento de las instituciones democráticas venezolanas, lo que se traducía en una falta de democracia y no había garantía de los derechos humanos.
Restringen visas
“El 30 de julio de 2014, el Departamento de Estado impone restricciones al otorgamiento de visas para funcionarios públicos venezolanos, bajo el pretexto de que existía una intimidación judicial de la disidencia política venezolana, así como un uso excesivo de la fuerza para el control de las situaciones de violencia puntual que apenas, para esa fecha, ocurrían aisladamente en entornos urbanos, pero que ellos entendían como protestas pacíficas, teniendo como objetivo dicha restricción asegurar que los violadores de derechos humanos rindan cuentas.
“En la misma tónica -puntualiza más adelante el documento-, el Departamento de Estado, a través de su vocera, Jen Psaki, ofreció declaraciones reiteradas que sirven para sostener las falsas matrices de opinión sobre la situación económica en nuestro país, así como ha construido una línea de opinión que refiere a la supuesta criminalización de la disidencia política venezolana, obviando los hechos delictivos y vandálicos que líderes políticos de la ultraderecha venezolana alentaron y promovieron directa y públicamente, siendo estos la verdadera razón de sus procesos judiciales”.
“De igual modo, a través de la publicación de la Estrategia de Seguridad Nacional para el año 2015, el gobierno estadounidense indica de manera explícita, y por demás injerencista, que la democracia venezolana se encuentra en riesgo. Tal conjetura se puede interpretar como un intento por parte del gobierno de Estados Unidos de abonar el terreno para propagar ante el mundo la falsa idea de que nuestra sociedad se encuentra en crisis y por lo tanto proclive a un golpe de estado u otro fenómeno que diese como resultado un cambio inconstitucional de gobierno en Venezuela.
“En ese orden de ideas, el gobierno de Estados Unidos de América no ha perdido oportunidad para cuestionar la probidad del sistema judicial venezolano, y en particular cuando se refiere al proceso judicial del señor Leopoldo López, uno de los principales promotores de ‘La Salida’.
Tergiversando
“Es pertinente reiterar que el gobierno estadounidense ha mantenido una línea de opinión tergiversada de los derechos humanos en Venezuela y la presunta criminalización de la disidencia política. Todas estas apreciaciones del gobierno de los Estados Unidos, junto a las arriba citadas, quedan reflejadas en diversos comunicados y alocuciones del Departamento de Estado (30 de julio de 2014 y 30 de enero de 2015, entre otros), así como en las declaraciones que hiciera el propio presidente Barack Obama el 23 de septiembre de 2014 en apoyo al señor Leopoldo López.
“Todo ello lo establece el gobierno estadounidense, en expresión de una línea de acción para continuar apoyando a la oposición política para el cambio del gobierno constitucional democrático, participativo y protagónico en Venezuela”.
