miércoles, abril 17, 2024
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Día Internacional de los Trabajadores: Llaman a unidad contra el modelo

Las arengas, los discursos y comunicados que se socializaron el primero de mayo tuvieron como común denominador la importancia de la unidad de las organizaciones agrarias, sindicales, cívicas, estudiantiles y políticas, que se enfrentan al neoliberalismo y pugnan por una economía democrática. Miles de colombianos salieron a las calles de las principales ciudades para demostrar su descontento con el gobierno nacional

Juan Carlos Hurtado F.

Borrar la marginalidad, la exclusión y la pobreza del territorio colombiano, solo se logra con la unidad de todas las organizaciones sociales, políticas y sindicales que le apuesten a un modelo económico incluyente: fue el punto en el que estuvieron de acuerdo los convocantes y participantes a las manifestaciones desarrolladas el primero de mayo pasado en las principales ciudades del país.

Por eso, fue el Comando Nacional Unitario, compuesto por las centrales obreras y la Confederación de Pensionados, quienes protagonizaron las marchas para, entre otras cosas, pedir a Estado y empresarios el fin al antisindicalismo y respeto al derecho de negociación colectiva. Además, expresaron su total apoyo al paro nacional agrario.

En su intervención en la Plaza de Bolívar de Bogotá, Miguel Morantes de la Confederación de Trabajadores de Colombia, CTC, explicó que actualmente el común denominador en las relaciones laborales es el trabajo informal, la tercerización laboral y la agresión a los derechos de los trabajadores. Por lo que pidió respeto a los derechos humanos, civiles, económicos, sociales, políticos, culturales y el cumplimiento de las recomendaciones de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas.

“El país ocupa el deshonroso tercer lugar entre los más desiguales del mundo acompañado de Angola y Haití, por lo que hacemos un llamado a la organización de la sociedad para que las relaciones económicas cambien, para que los servicios públicos no sean operados por empresas privadas que están monopolizando, ya que Colombia está negociando en secreto para entregar los servicios públicos a las transnacionales”, aseguró la CTC.

El dirigente sindical pidió apoyo al alcalde de Bogotá para el desarrollo de su política para que los servicios públicos sean derechos fundamentales. La CTC hizo énfasis en el apoyo que dan a las conversaciones de paz con la insurgencia porque consideran que varias generaciones han sufrido la violencia y es urgente salir del conflicto para construir un Estado social de derecho, donde haya la posibilidad de ejercer el derecho de asociación, negociación colectiva, entre otros.

“Queremos que los ingresos de los colombianos sean acordes con el crecimiento económico, y que no se siga escuchando que crece la economía pero que mucha más gente está en la pobreza y la miseria”, expresó finalmente el delegado de la CTC.

Al rescate de las ocho horas

Julio Roberto Gómez, de la Confederación General del Trabajo, CGT, aseguró que las centrales obreras y la confederación de pensionados rechazan la persecución de la que es víctima el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro. Y sobre la importancia de la fecha dijo: “Hoy, 128 años después de la masacre de Chicago, luego de la heroica huelga de los trabajadores por ocho horas laborales; la situación indica que es necesario rescatar la bandera emblemática de los tres ochos: ocho horas de trabajo, ocho de estudio y ocho de descanso. La muerte de esos trabajadores, que fueron ahorcados, no puede pasar en vano.”

Las manifestaciones fueron la oportunidad para reivindicar los derechos de los estudiantes, profesores, jóvenes, comunidades negras, mujeres, indígenas y raizales. “En medio de todas las dificultades hay que continuar trabajando unitariamente por los derechos de la clase trabajadora y la libertad sindical. Y por ser solidarios con todos los sectores en conflicto.”

Más sin pensión…

A su turno John Jairo Díaz, presidente de la Confederación Democrática de Pensionados, anotó que en Colombia es un privilegio pensionarse: “Las políticas del gobierno nacional están encaminadas para llevarnos a la miseria absoluta. Esto nos está demostrando que la unidad total del movimiento sindical y pensional debe exigir políticas claras que recuperen la vida y dignidad de un pueblo que le ha dedicado su esfuerzo, pasión e inteligencia al desarrollo del país.

“Por eso cada día más vemos cómo los pensionados salimos unidos a las calles, que nos aglutinamos con el movimiento sindical, porque ahora debemos proteger las pocas garantías que los gobiernos antisociales nos quieren quitar. Para eso es que buscamos la unidad, para que el acuerdo firmado el pasado 30 de diciembre en Cartagena, con la Comisión de Concertación de Políticas Salariales se vuelva una realidad. Que el gobierno cumpla, que se dé trámite al proyecto de ley de aplicación del principio de la favorabilidad para el aumento de las mesadas pensionales. También para que se rebaje el aporte en salud del 12 al cuatro por ciento a los pensionados’’.

La delegada por la confederación de Pensionados de Colombia, CPC, Soelia Villada, aseguró que su organización ha sido solidaria y apoya las luchas de los trabajadores de la salud, la educación, del agro y las de los pensionados. La CPC ratificó su compromiso por salud, derechos adquiridos, pensiones, empleo digno con remuneración justa y por paz con justicia social. Rechazaron la reducción de la mesada pensional y el desmonte de la compartividad y conmutación pensional que ya se inició en empresas como la ETB.

Reclamó la negociación del pliego que la CPC presentó ante la Presidencia de la República el pasado mes de noviembre donde hay exigencias a respetar derechos pensionales; pensión a los adultos mayores que no la tengan y una política de Estado que la garantice a todos los colombianos.

Tarcisio Rivera del ejecutivo nacional de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, cree que el balance de las movilizaciones es positivo por la activa y masiva participación de las organizaciones sindicales y populares, principalmente las que se encuentran en conflicto.

“Pudimos agitar los cuatro puntos por los que nos movilizamos: la defensa de la soberanía, por la paz con justicia social, por la democracia y por el trabajo decente y las garantías sindicales. Además, como fruto de conversaciones del ejecutivo nacional y las subdirectivas con el gobierno nacional y los departamentales, se lograron garantías para las movilizaciones y concentraciones por lo que no hubo mayor número de atropellos como en años anteriores. Aunque en Medellín, algunos puntos de Bogotá y Villavicencio la Policía atentó contra la seguridad de los participantes”.

La CUT también puso en evidencia la necesidad de que el movimiento sindical colombiano, incluso el internacional, respalde los conflictos sociales y laborales como el paro nacional agrario, las jornadas nacionales de la salud, la posibilidad de un cese de actividades del magisterio. Buscan unidad para tratar de hundir el proyecto de ley que el gobierno tramita en el Congreso de la República que complicará más la situación de la infraestructura hospitalaria departamental agravando la crisis de la salud.

Para Rivera lo que sigue con la CUT son acciones unitarias como el acompañamiento al paro nacional agrario y al cierre de esta edición se reunían con diversos sectores en conflicto para ver cómo podrían ayudar.

UP en la calle

La candidata a la vicepresidencia por la Unión Patriótica, UP, Aída Avella, fórmula de Clara López, candidata del Polo Democrático, marchó en Bogotá y envió un saludo fraterno a todos los trabajadores de Colombia y del mundo.

“A todos los trabajadores colombianos un especial saludo hoy en el día internacional del trabajo y a los trabajadores del mundo. Todos nos movilizamos, pero en Colombia sobre todo lo hacemos por la paz, por el trabajo digno y para el cambio en este país.

“También marchamos en apoyo al paro agrario, a los trabajadores del campo, quienes no solamente son desconocidos sino que, además, los acuerdos que les firman no se los cumplen. Un saludo muy fraterno para todos y seguimos en la lucha”.

La candidata acompañó la marcha desde la décima con calle 9 y permaneció en la Plaza de Bolívar en apoyo a la movilización, que también reunió a movimientos de víctimas, organizaciones defensoras de derechos humanos y comunidad en general.

Aída Avella ha reiterado en varias ocasiones que, de llegar a la Vicepresidencia, luchará porque en su gobierno se instaure el trabajo decente, con garantías y estabilidad laboral, salarios dignos y respeto.

De igual forma, ha insistido en que recuperará los dineros públicos que se encuentran en los bolsillos privados para conformar la Caja Nacional de Pensiones, y así garantizar que todo colombiano mayor de 65 años pueda reclamar su pensión de jubilación con el único requisito de su cédula. Además, dijo que otorgaría un subsidio a los campesinos y uno para el desempleo, dirigido de forma especial a los jóvenes del país.

También ha señalado que propenderá porque desde el gobierno se paguen las deudas sociales que el país tiene con los campesinos, los indígenas, las amas de casa, los comerciantes y todos los sectores que nunca han tenido un reconocimiento por su aporte en trabajo al progreso del país.

Durante su vida política, Aída Avella ayudó a fundar nuevos sindicatos y a poner de pie una cincuentena de ellos, incluyendo los de Caprecom, los Ministerios de Educación y de Hacienda, Fondo Nacional de Ahorro, Rama Judicial (Asonal Judicial), ESAP, Cajanal, Medicina Legal y la Filarmónica. Siendo militante de la UP continuó trabajando como líder sindical y llegó al comité ejecutivo de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT. En 1991 llegó a la Asamblea Nacional Constituyente.

Durante los 17 años de exilio en Ginebra, Suiza, se dedicó a apoyar los reclamos y pleitos del sindicalismo en organismos como la Organización Internacional del Trabajo, OIT, gracias a sus vínculos con la Federación Sindical Mundial, FSM.

El campo en las marchas

El sector agrario -actualmente en conflicto- estuvo representado en Ri­car­do Herrera de la Cumbre Na­cio­nal Agraria, quien en la tarima explicó las razones por las que desde el 28 de abril se encuentran en paro. En estas se destaca el incumplimiento del gobierno a los acuerdos acerca de revisar la política agraria, para que las organizaciones que habitan los territorios rurales participen en la construcción de la política agraria del país. En temas esenciales como los tratados de libre comercio, la política minero-energética, la sustitución de cultivos de uso ilícito, la solución al conflicto armado, el gobierno no ha dado respuestas claras.

“Estamos concentrados en 27 sitios de 12 departamentos, hemos sido agredidos por la fuerza pública que ha dejado heridos y se ha impedido la libre movilización de campesinos a los lugares de concentración. El gobierno ha incumplido con los mínimos acuerdos.”

Ilustró por qué al lograr sus propósitos lograrán el mejoramiento de vida de todos los colombianos, por lo que solicitó apoyo desde las ciudades y a participar en jornadas con ruanas, sombreros y cacerolazos.

Actualmente están dialogando con el gobierno mientras mantienen las movilizaciones. Pero en el punto de los TLC el gobierno no cede un ápice argumentando que no los renegociará, ya que son parte del modelo económico y este no se toca. Los campesinos arguyen que justo es el modelo el problema, y que de no resolverlo lo que se haga serán paños de agua tibia, soluciones cortoplacistas como lo acordado en el pacto agrario. Aseguran también, que ese pacto fue diseñado por los campesinos de corbata como la SAC, Fedegán, que representan a las elites no a ellos.

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