Delegaciones de organizaciones rurales de todo el país se reunieron con el Gobierno en Fusagasugá para preparar su participación en la Conferencia de la ONU sobre la biodiversidad
René Ayala B
@Reneayalab
“Las comunidades campesinas, indígenas, afros que habitamos los territorios no somos depredadores del ecosistema; por el contrario, hemos venido planteándonos propuestas para la protección del medio ambiente. No traspasar la frontera agrícola mediante alternativas para proteger la fauna, flora y fuentes hídricas. Por eso, es importante continuar fortaleciendo figuras de ordenamiento del territorio que nacen desde las comunidades, como las zonas de reserva campesina. De esa experiencia hemos venido a contar en Fusagasugá”.
Con estas palabras Paola Bolaños, lideresa campesina y vocera de la zona de reserva campesina de Cabrera, Cundinamarca, hizo un balance sobre el significado de la Cumbre Campesina rumbo a la COP 16, impulsada por el Ministerio de agricultura y Desarrollo Rural en Fusagasugá, y realizada el 29 y 30 de agosto.
Paola y su comunidad lideraron en 2017 la consulta popular que impidió la construcción de 14 microcentrales eléctrica en la región del Sumapaz, que impactarían negativamente la región. En ese proceso el pueblo decidió por la vida y el agua, una experiencia que, junto a muchas otras han sido impulsadas desde el movimiento campesino, que además de su lucha por el derecho a la tierra y la permanencia en el territorio, ha sido históricamente una fuerza movilizada por el medio ambiente.
Guardianes de la naturaleza
Era clave que el campesinado tuviera un espacio de debate para expresar sus propuestas y mostrar su experiencia como insumos en el marco de la COP16, la conferencia de las partes que toma las decisiones del convenio de biodiversidad firmado en la cumbre de la tierra realizada en de Janeiro en 1992, que tendrá lugar en Cali en octubre.
“La paz con la naturaleza no es posible sin los saberes del campesinado y las comunidades étnicas, los grandes guardianes de nuestros suelos, ríos y mares, los grandes cuidadores del medio ambiente, garantes de la conservación de la biodiversidad. Esta cumbre campesina será el camino para escucharlos y aprender de sus experiencias”, dijo Martha Carvajalino, ministra de Agricultura, al instalar el espacio en el que participaron casi 400 delegados de organizaciones campesinas de todo el país, y donde se compartieron 30 ponencias que fijaron la posición campesina frente a los retos planteados en la COP16.
Los rostros y voces de la periferia, de la Colombia profunda, sus acumulados y sus trayectorias se tomaron la palabra en la Universidad de Cundinamarca, en esta región histórica de luchas campesinas que desde los años 30 confrontaron el modelo semifeudal de tenencia de la tierra, elevando la voz y el puño campesino, ratificando que el relato de que ellos depredan y deforestan es falso, y ha estigmatizado el mundo campesino, y que por el contrario su trabajo ha protegido las fuentes de agua y los bosques, garantizado que sobrevivan verdaderos pulmones que la ganadería extensiva y el monocuiltuivo han destruido.
“Vengo de la región del magdalena medio, del municipio de Cantagallo sur de Bolívar. Para la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra, estos ejercicios son muy importantes porque nos permiten insistir en visibilizar el trabajo de reivindicación de los derechos campesinos. La mujer campesina ha sido protagonista en la defensa de la vida, en la restauración ecológica y conservación de los recursos naturales, que la garantiza la presencia del campesinado en el territorio”, aseguró la lideresa campesina Yurani Cuellar, expresando la posición del campesinado que históricamente ha estado en el territorio y ha sido perseguido, criminalizado y victimizado en el pasado. Hoy es escuchado y reconocido, su lucha ha tenido eco en el gobierno del cambio que anunció en Fusagasugá, en cabeza de las ministras de Agricultura y Ambiente, el nuevo decreto que modifica el 1777 de 1996 sobre la reglamentación de Zonas de Reserva Campesina.
Este decreto consolida el Sistema Nacional de Reforma Agraria como instancia de coordinación, planeación y toma de decisiones vinculantes que dinamiza los planes de desarrollo sostenible de las zonas de reserva. Además, materializa la dimensión ambiental del campesinado, garantizando su permanecía como actor clave en la conservación de áreas de importancia ambiental.
Retumba la voz campesina
Fusagasugá fue testigo de un escenario donde el campesinado planteó sus propuestas y ratificó que es un aliado fundamental para la defensa del ambiente y el futuro de la humanidad.
Su declaración política, presentada con aportes fundamentales hacia la COP 16, incluyó un abordaje crítico frente al capitalismo verde que mimetiza la degradación del territorio. Sus acciones, construidas en procesos desplegados en las regiones, desarrollando acciones de restauración, acuerdos comunitarios de conservación y defensa de las economías familiares, son actos concretos en defensa del ambiente, que serán aportes claves en las discusiones y decisiones de la COP 16
Las palabras de Paola Bolaños evidencian el compromiso del campesinado como verdadero protector de nuestro bioma: “Nosotros, los campesinos, como sujeto de derechos, hemos venido tejiendo un relacionamiento especial con el territorio. Esto nos ha permitido pensar en los derechos, no solo de las campesinas y campesinos que lo habitamos, sino también en los derechos de la naturaleza y un ambiente sano”.
La convicción de ella, y de las delegaciones campesinas reunidas en la cumbre, resume el papel del campesinado y el protagonismo que puede y debe jugar en el marco de las discusiones de la COP16.
En Fusagasugá, campesinado, gobierno, organizaciones internacionales como La Vía Campesina, instituciones medioambientales y academia discutieron sobre la reforma agraria, la lucha por la tierra, el agua y la protección de la biodiversidad, bioeconomías populares y territorialidades, convivencia y paz con la naturaleza, soberanía alimentaria y agroecologías. En este dialogo horizontal, la voz campesina retumbó en el escenario, bien impregnada de bosque, de monte, llanura, montaña, trocha y rio, es la de los defensores de la vida que, por fin tienen voz y le hablaran al mundo en Cali, diciendo fuerte: no depredamos, defendemos y cuidamos.