Corrupción y medio ambiente

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“Colombia requiere más atención en la lucha contra la corrupción en el sector medio ambiente”.

Aída Avella Esquivel
@AidaAvellaE 

Corrupción es la palabra que hemos escuchado hasta la saciedad en los últimos meses. Sobornos, Odebrecht, malversación de fondos, prevaricación, falsedad documental, cartel de la toga, jefe anticorrupción, parlamentarios corrompidos (una gran mayoría)… ventiladores de información, delaciones a cambio de premios, son entre otros, los términos que escuchamos cada día en las noticias, mientras perdemos la cuenta del número de imputados e ingresos en prisión de los políticos tradicionales y las cifras que se roban.

La corrupción tiene un serio impacto en el medioambiente. Desde la malversación de fondos para programas de protección medio ambiental a la creciente corrupción en la expedición de permisos y licencias de explotación de recursos naturales, la corrupción se da en todos los niveles, y el tema ambiental es de bajo perfil. Acaban con el mar, los ríos y los arboles entre sobornos y explotación desmedida.

Puerta giratoria

Algunos ministros, jefes de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales ANLA, de la Agencia Nacional de Hidrocarburos ANH, directores de las corporaciones autónomas, son nombramientos políticos, que obedecen a quienes los ponen allí. Y no les importa nada la competencia de proteger el medio ambiente con tal de tener un sueldo abultado o sobresueldos que les colocan los interesados en la explotación con nóminas paralelas y comisiones de éxito.

Colombia figura en todas las publicaciones internacionales, entre los tres primeros países ricos en biodiversidad: aves, reptiles, mamíferos, insectos, agua, todo tipo de fauna y flora, sistema acuífero y riquezas naturales únicas. Selvas húmedas, páramos, minerales y ríos que en su mayoría están contaminados con mercurio. No tiene ningún sentido estropear la riqueza que nos ha dado la naturaleza a cambio de sobras económicas.

Daño ambiental

Colombia requiere más atención en la lucha contra la corrupción en el sector medioambiental para que el desarrollo sea sostenible. Se requiere, crear un acceso equitativo a los recursos básicos como el agua, la pesca, la agricultura y un entorno limpio, que facilite la conservación de los recursos y la vida. Los ríos, por hablar de un solo elemento piden a gritos protección, el mercurio, el cianuro y otros elementos usados en la extracción del oro, los afecta.

El río Atrato, está muriendo bajo la mirada cómplice de todas las autoridades. Las enormes piscinas donde se almacenan, estos químicos que bordean buena parte de su lecho en el Chocó, están acabando no solo con los peces que ayudaban a la nutrición de los campesinos, sino con los humanos que se ven forzados a utilizar sus aguas. El rio Dagua ya no existe, las dragas impiden que sus aguas lleguen al mar, el Magdalena está amenazado por la construcción de varias represas y la corrupción que rodea los contratos para su conservación.

La Convención de las Naciones Unidas contra la corrupción, y el enfoque integral sobre la prevención de este fenómeno mundial, la aplicación efectiva de las leyes, que debemos rescatar acabando con la corrupción en algunos sectores de la justicia, la cooperación internacional y la recuperación de activos, puede constituir un elemento necesario para combatir este flagelo.

Este último aspecto es básico. Si a los corruptos se les deja buena parte de lo que han robado, lo seguirán haciendo a través de sus familiares y amigos y se torna en un círculo vicioso, difícil de acabar porque con ello compran votos, funcionarios, construyen mansiones, que se les darán por cárcel y se burlan de las comunidades de la manera más infame. ¿Las delaciones se pagan con los dineros ganados de forma ilícita?

Consecuencias

Lo grave no son las consecuencias que hasta ahora ha dejado la explotación sin control y la apropiación a gran escala de las riquezas naturales y menos los daños medio ambientales irreparables en muchos casos. Lo grave es que hay candidatos presidenciales y partidos políticos que consideran el cambio climático un cuento comunista y han iniciado su campaña con un discurso económico que se sustenta en mayor seguridad en la inversión extranjera que dinamice el sector minero energético. Ahora el país lo ofertan como la gran panacea en la extracción de petróleo por medio del fracking.

Los Vargas Lleras, Uribes, Pastranas y sus respectivas bancadas no tienen ningún recato en señalar que ellos, van por la seguridad empresarial de las multinacionales, y por ello aspiran a acabar con las consultas mineras para prevenir que las comunidades organizadas que defienden el territorio, el agua y la vida puedan detener la extracción de recursos naturales. Por eso decimos que los de Cambio Radical, el Centro Democrático, Partidos de la U, Liberal y Conservador, no tienen diferencias en los modelos económicos para Colombia que aspiran a imponer en el inmediato futuro.

La propuesta nuestra es sencilla: sin agua no hay vida, sin vida no hay derechos, así que primero la vida. Minería responsable con el medio ambiente y con las finanzas del estado o no se desarrolla ese sector. Así de claro. Coincido con quienes plantean que el esfuerzo más grande que el país debiera hacer es el de mejorar los esquemas de educación ambiental y dedicarle más esfuerzos a fortalecer la conciencia de los pobladores sobre el tema, de lo contrario vamos a sufrir las consecuencias del cambio climático y a pasar de ser un territorio rico en biodiversidad a ser un país pobre, sin agua, sin ríos, sin páramos ni montañas, sin tierras productivas, con hambre, sed y sin desarrollo. Pero también, hay que trabajar y muy duro para sacar a los corruptos que se han adueñado del país en el Congreso, en la justicia, en la Fiscalía y en parte del Ejecutivo. Desde esas instituciones facilitan el saqueo y el desastre medioambiental del país.