viernes, abril 19, 2024
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Congreso: El expediente de los generales

La política sistemática de ejecuciones extrajudiciales sigue impune. Siete generales activos involucrados

Ascenso de general Lasprilla. Foto: Presidencia
Ascenso de general Lasprilla. Foto: Presidencia

Hernán Camacho

Dilatar. Es la sensación que deja cada debate convocado por el parlamentario del Polo Democrático Alirio Uribe. Pasó hace un mes con las denuncias contra el Ejército de Colombia por sus métodos de reclutamiento forzado. Y ahora, vuelve a suceder con un tema igualmente espinoso: la denuncia de siete generales de la República que actúan en el estado mayor de esa institución y que tienen alguna relación con casos de falsos positivos.

Las denuncias del congresista se soportan en investigaciones provenientes de la Fiscalía General de la Nación, que señalan a los oficiales de realizar desapariciones, secuestros y asesinatos de ciudadanos para luego hacerlos pasar por guerrilleros caídos en combate. Lo llamativo del asunto son los nombres de los generales que hoy ocupan responsabilidades en la cúpula militar sin ser eximidos de responsabilidad alguna por los hechos.

La cúpula

El general Juan Pablo Rodríguez Barragán es el comandante general de las Fuerzas Militares, pero entre los años 2002 y 2004 se desempeñó como jefe del Comando Operativo Número 7 con jurisdicción en los departamentos de La Guajira y Cesar. Hoy el ente investigador tiene conocimiento de por lo menos 21 casos de falsos positivos para esa época.

El segundo cargo en importancia dentro de las Fuerzas Militares lo tiene el mayor general Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar, quien oficia como comandante general del Ejército Nacional y que para los años 2006 y 2009 era comandante de la Novena Brigada con sede en el departamento del Huila. Según el investigador de la unidad de derechos humanos de la Fiscalía, la Brigada que comandaba Lasprilla es acusada de causar 44 víctimas de falsos positivos y en averiguación se encuentran otros 94 casos.

Otro de los generales implicados es el brigadier Henry William Torres Escalante, quien ha recibido la medalla de servicios distinguidos en orden público en cinco oportunidades y es el actual comandante del Comando Conjunto N° 2 del Sur Occidente. En mayo de 2012, fue acusado por su subalterno, el teniente Marco Fabián García Céspedes, ante un juez de Casanare, por la muerte de dos campesinos en hechos ocurridos en marzo del año 2007.

El teniente García Céspedes fue condenado a 320 meses de prisión por esos hechos, pero aseguró que en la Décima Sexta Brigada con sede en Casanare existía un comando especial para ese tipo de operaciones del cual el general Torres les entregaba felicitaciones por tales operativos y señalaba: “a esos milicianos había era que matarlos, nada de capturas”, según señala el testimonio de García Céspedes.

Ruido de botas

El Jefe de la Junta Asesora en Washington para los derechos humanos el mayor general Hernán Giraldo Restrepo, es otro de los oficiales activos del Ejército, señalado por la Fiscalía de tener algún tipo de relación con 72 casos de falsos positivos investigados entre los años 2004 y 2006 en la Décima Brigada Blindada, con sede en los departamentos de Cesar y La Guajira.

Según informaciones, los hermanos Giraldo Restrepo, ambos generales del Ejército, han manifestado abiertamente su desacuerdo con el proceso de paz de La Habana. A ellos se les adjudica la frase que prendió las alarmas entre la tropa: “tenemos que hacer sonar las botas hoy que las tenemos”, en una franca insinuación a rebelarse ante las órdenes del Presidente de la República, Juan Manuel Santos.

El brigadier general Nicasio de Jesús Martínez Espine, comandante de la Quinta División del Ejército, para los años 2004 y 2007 se desempeñaba como segundo comandante de la Décima Brigada Blindada, unidad operativa de la Primera División del Ejército, con sede Valledupar. Es investigado por 72 denuncias de ejecuciones extrajudiciales. Igual sucede con Jorge Enrique Navarrete Jadeth, actual comandante de la Séptima Brigada y quien entre 2004 y 2007 comandaba el grupo de Caballería Mecanizado 2 con jurisdicción en La Guajira, acusado de al menos 24 casos de falsos positivos.

Caso particular ocupa el jefe de la Fuerza de Tarea Júpiter, Emiro José Barrios Jiménez, señalado de tener 40 investigaciones de falsos positivos como comandante operativo en Caldas y jefe de la Octava Brigada en Armenia (Quindío). Barrios Jiménez fue ascendido en 2012, a pesar de las fuertes críticas recibidas en el Senado por las investigaciones que aún no concluyen.

Hoy como jefe de una de las fuerzas militares de contraguerrilla más grandes en Colombia, está siendo acusado por violaciones a los derechos humanos según organizaciones campesinas del departamento de Caquetá. VOZ ha conocido varias de ellas señalando a la Fuerza de Tarea Júpiter como responsable de sistemáticos ataques a comunidades campesinas y bombardeos indiscriminados en los últimos meses.

En contravía

El parlamentario polista le pidió a la Cámara de Representante en pleno no dilatar el debate que pone de presente la persistencia de la política de ejecuciones extrajudiciales y la impunidad sobre sus responsables. Y es que es evidente la estrecha relación entre los militares acusados de falsos positivos y los intentos de la cúpula militar de minar iniciativas legislativas en el Congreso con el ánimo de modificar la ley y otorgar beneficios a los responsables de las conductas reprochables.

El proyecto de acto legislativo 022 de 2014, que modifica la justicia penal militar, es muestra de ello, a pesar de haber sido negadas dos iniciativas similares en menos de un año.

Ante la petición hecha por el parlamentario Alirio Uribe de desvincular al alto mando militar involucrado en falsos positivos, la cúpula castrense calificó como calumniosas las acusaciones. No obstante los nombres de esos oficiales no han sido desvinculados de tales investigaciones.

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