Gerardo Esteban Vargas*
La desigualdad económica dada por la manipulación de la distribución de los llamados “factores de producción” entre la población; se relaciona con la supuesta igualdad de oportunidades que tienen los mismos. Lo que se refleja en su alta participación democrática; o por el contrario, la desigualdad es dada por la presión desde escenarios como la manipulación mediática hasta la coerción militar, pasando por esferas como la política, la educación y la religión, entre otros espacios sociales. Donde operan por múltiples frentes, dirigidos por uno o varios grupos de poder, para obtener excesivas ganancias, en detrimento de la población explotada y alienada.
Esta desigualdad de oportunidades conlleva unas consecuencias sociales, como lo demostró el estudio de Wilkinson y Pickett[1. Wilkinson, R y Pickett, K. (2009), “Desigualdad. Un análisis de la (in)felicidad colectiva”. Turner, Madrid.], basado en la comparación de más de 150 artículos científicos. En los cuales, se define que los países con mayores desigualdades económicas tienen mayores problemas de salud mental y drogas, menores niveles en salud física y menor esperanza de vida, peores rendimientos académicos y mayores índices de embarazos juveniles no deseados entre otros aspectos. En el estudio se comprobó que no es el nivel de renta, sino la desigualdad económica, el factor principal que explica estos fenómenos sociales.
Seis décadas
Para el caso colombiano, valga decir y traer a la memoria, confirmar que estas desigualdades conllevan más de seis décadas de ininterrumpido conflicto interno. Aunado a los problemas que padece la nación y que se pueden corroborar con los resultados del estudio anteriormente nombrado. El país tiene una problemática de fuga de cerebros y mano de obra calificada, como lo demuestran más de 4,7 millones de colombianos en el exterior[2. http://www.cancilleria.gov.co/sites/default/files/informe-ejecutivo-2012-implementacion-redes-colombianos-exterior.pdf (Consultado el 13 de mayo de 2013).], buscando oportunidades de trabajo o estudio y de pagos justos por sus labores realizadas. Este volumen de población hace cerca del 10 por ciento de la población nacional. A lo anterior, se agrega el aberrante dato sobre la problemática de las organizaciones sindicales, el presidente de la CGT de Colombia, Julio Roberto Gómez, afirmaba que el 64 por ciento de los asesinatos de sindicalistas en el mundo, se registran en nuestra patria.
Adicional a las anteriores problemáticas, Colombia es el país con mayor cantidad de desplazados internos a nivel mundial[3. http://noticias.universia.net.co/en-portada/noticia/2013/04/30/1020504/colombia-pais-cantidad-poblacion-desplazada.html (Consultado el 13 de mayo de 2013).], entre 4,9 y 5,5 millones de colombianos han tenido que dejar sus hogares y viviendas por motivos de la violencia interna, como lo indicó un estudio elaborado por el Centro de Seguimiento para los Desplazados Internos (IDMC) y el Consejo Noruego para los Refugiados.
Lo anterior conlleva que muchos de los que abandonaron y dejaron sus tierras, estas pasaron a manos de los opresores como los cultivadores de la palma, ganaderos y los nuevos extractores de la minería, más de seis millones de hectáreas.
Problemática más profunda
La problemática de la desigualdad económica, es mucho más profunda, si se tiene en cuenta que el país cuenta con más de 111.444 internos en 149 cárceles; según los datos del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), de los cuales 102.751 son hombres y 8.693 son mujeres. De ellos casi 9.500 internos corresponden a Prisioneras y Prisioneros Políticos[4. http://www.traspasalosmuros.net/node/727 (Consultado el 13 de mayo de 2013).], un 8,5 por ciento de los internos, los demás están por delitos comunes.
El estudio social conduce a un análisis mucho más profundo, en el que se tiene en cuenta hurtos, homicidios, suicidios, violencia intrafamiliar y demás problemas sociales y delitos causados por la falta de oportunidades generadas a la población.
Pues bien, esta problemática no puede excluirse de la realidad nacional; para llevar a cabo el proceso de paz que cursa en Cuba, el grupo insurgente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP), enunciaba unas cifras, que por supuesto fueron rechazas por la oligarquía nacional. Son cifras que ayudan a sustentar lo expuesto; Colombia es el tercer país más desigual del mundo, con más de 30 millones de colombianos sumidos en la pobreza.
Ahora, de las 114 millones de hectáreas de tierra del país, 28 millones están designadas a la explotación petrolera y 11 a la minería. Del área cultivable del país 21,5 millones de hectáreas solo 4,7 están dedicadas a la agricultura y el país importa más de 10 millones de toneladas de alimentos.
En más de una ocasión los voceros de Marcha Patriótica, entre ellos la ex senadora Piedad Córdoba y el Director del Semanario VOZ, Carlos Lozano; invitan a todas las expresiones sociales, culturales, de comunicación y a todos los demás colombianos a sumarse a la democracia y la defensa de lo público. Con la fiscalización y observación de los recursos de la nación, la población en general organizada dirigirá la senda de su designio. Y no como ha ocurrido por décadas, que un grupo de élite oligárquica, imponga la miseria y la violencia por intereses mezquinos e individualistas.
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* Economista Investigador del Centro de Estudios e Investigaciones Sociales (CEIS).
