Del 24 de noviembre al 8 de diciembre se desarrollará el Festival Cine Paz, con la proyección de más de 30 piezas cinematográficas, entre largo y cortometrajes, que dan cuenta de la Nueva Colombia que se levanta tras la firma del Acuerdo de Paz, suceso que acaba de cumplir siete años
Redacción Cultural
Desde diversas latitudes del país y del mundo se congregan trabajos audiovisuales, documentales, ficciones, animaciones, entre cortometrajes y películas que contienen la voz e imagen de la lucha por la paz y la construcción de memoria histórica.
En la identidad propia del cine alternativo, comunitario y popular en el Festival Cine Paz, que en su primera versión convocó a organizaciones sociales, culturales, creadoras, creadores, directoras y directores, liderazgos culturales y sociales, productores de las comunidades audiovisuales y populares del mundo y el país, para rodar fotogramas por la paz, en un encuentro alrededor de los contenidos transmedia del cine y el audiovisual, con rostro y manos de firmantes de paz, campesinos, obreros, comunidades rurales y organizaciones que levantan la claqueta desde veredas y barriadas para narrar sus historias de memoria, paz, resistencia y transformación.
Historias sobre la gente
El festival reunió una selección de más de 30 trabajos cinematográficos que dan cuenta de la nueva Colombia que se levanta tras la firma del Acuerdo de Paz con las Farc-EP, así como de la disputa cultural por una nueva narrativa del conflicto, la paz y las raíces echadas como semillas desde el cine popular y alternativo para la construcción de memoria, la búsqueda de la reconciliación y la no repetición, así como medio de las causas y reivindicaciones históricas que han dado paso a la construcción de paz.
En esta primera entrega del Festival Cine Paz, entre el 24 de noviembre y el 8 de diciembre, el cine levanta la voz por la memoria histórica y la cultura de paz, entre espacios de formación, difusión y circulación que buscan afianzar a las comunidades narradoras de sus propias historias, con la toma simbólica del territorio con epicentro en Bogotá, en diferentes espacios culturales y sociales icónicos, nacidos de las luchas y reivindicaciones sociales históricas por la paz y la justicia social.
Jessica Santacruz, organizadora del Festival Cine Paz, describe que este proyecto nació de la necesidad de un espacio que reúna las piezas cinematográficas que cuenten la paz desde los territorios y desde sus propias cosmovisiones: “Queremos hacer cine para imaginar un país mejor, creo que es necesario contar historias sobre la gente en donde se reconozcan sus luchas y que sirva además como un instrumento para impulsar las transformaciones estructurales que requiere el país”.
Narrar la otra cara de la moneda
La programación cuenta con espacios de formación de públicos, foros, talleres, diálogos y proyecciones alrededor de la memoria y la paz, deslumbrando desde las pantallas del cine popular la esperanza y trasformaciones que permite la paz, pero también los retos de la misma, proyectando desde el arte y la cultura para y por las clases populares que el cine también es una trinchera en defensa de la paz de Colombia.
Jennifer Castañeda y Natalia Monroy codirectoras de 16 de Mayo, un cortometraje documental que narra los sucesos ocurridos en 1984 en la Universidad Nacional de Colombia, a partir del testimonio de Elizabeth Díaz y Luis Higuera, que hablan del desalojo por organismos del Estado de las residencias estudiantiles, hecho que fracturó al movimiento estudiantil colombiano y al sistema de educación del país. Esta pieza se proyectó en el marco del laboratorio de creación audiovisual con el que se dio inicio al festival.
Las directoras resaltaron que “estos espacios de encuentro y divulgación, son vitales para el ejercicio de producción audiovisual de memoria histórica del conflicto, trabajar en proyectos que trascienden más allá de las redes sociales, que cada vez que proyectamos en escenarios como estos, nos muestran perspectivas distintas del público, que nos hacen reflexionar en momentos distintos de la historia”.
“Ser realizadores no es trabajo sencillo, pero se busca la manera en que la historia salga a la luz, en nuestro caso, el trabajo de dirección colectiva trajo esos frutos, reconocer en cada uno sus experticias y respetar la libertad artística para luego encauzarla en una obra”, dicen las directoras.
Por su parte, William Ospina, director de La Promesa y la productora Sara Chacón, hablaron de la estigmatización producida por un sector del país interesada en perpetuar la guerra y del difícil camino de narrar la otra cara de la moneda de la historia.
Otra película estrella de la selección es Colombia In My Arms (2020) de los directores finlandeses Jenni Kivistö & Jussi Rastas, premiada internacionalmente y que por primera vez se estrenará en una sala del país. Esta y otras películas hacen parte de las secuencias de 24 fotogramas por segundo, de historias entre, emociones, alegrías y dramas que nos cuentan con la magia que solo el cine tiene para llevarnos al pasado, despertarnos en el presente y aterrizarnos en el futuro.
¡Acción!
También en el marco del Festival Cine Paz y del 25N Día Internacional por la Eliminación de las Violencias en Contra de las Mujeres, se desarrolló el cine debate “Mujer, Cine y Resistencia Palestina” donde se tuvo como invitada a Isabel Rikkers, integrante del colectivo Tadamun Antimili, que habló de la importancia de crear más espacios de pedagogía y activismo para visibilizar el genocidio en contra del pueblo de Palestina. “Hay una negación del conflicto, como lo que ha ocurrido en Colombia, donde no podemos permitir que la mitad de la gente esté odiando a la otra mitad”, expresó Rikkers.
Por eso, la paz y la memoria construida y toda la cinta en blanco por grabar de un relato que solo puede ser hecho por manos populares, manos de comunidades narradoras de su propia historia, dueñas de su propia memoria y transformadoras por la nueva Colombia y ese otro mundo posible.
Cinco, cuatro, tres, dos, uno, ¡acción! ¡Por la cultura de paz y la memoria histórica! Acción por ese otro país posible que se rueda con cámara en mano, día a día, con imágenes con olor y sabor a dignidad, barriada, campo y revolución por la paz.
El Festival Cine Paz se proyecta como uno de los escenarios culturales más representativos del Séptimo Arte por la paz, el cine alternativo popular y fortalece y fortalecerá la causa colectiva de los festivales que a lo largo y ancho del territorio colombiano le apuestan a la vida, a la defensa de los derechos humanos y a la justicia social.
Este proyecto es posible también, gracias al apoyo de la y el proceso Transformaciones Culturales para la Paz, la Casa Cultural Alternativa, el Partido Comunes y el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación.