Durante ese periodo crecieron los ingresos de los trabajadores y disminuyó la desigualdad, aumentó la escolaridad y las condiciones generales de los brasileños, mientras ganaron espacios los negros e indígenas y se crearon oportunidades de superación para los menos favorecidos.
Brasil consiguió reducir la pobreza extrema en 63 por ciento entre 2004 y 2014, a pesar de la crisis económica, revela hoy el Instituto de Pesquisa Aplicada (IPEA).
En el 2014, cuando comenzaron a sentirse en el país los primeros síntomas de los efectos de la crisis económica internacional, este país no abandonó sus programas y el gobierno continuó con el proceso de cambios sociales, iniciado por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva en 2003.
Según el director de Estudios y Política del IPEA, André Calixtre, durante ese periodo crecieron los ingresos de los trabajadores y disminuyó la desigualdad, aumentó la escolaridad y las condiciones generales de los brasileños, mientras ganaron espacios los negros e indígenas y se crearon oportunidades de superación para los menos favorecidos.
«Pasamos por un ciclo ininterrumpido de transformaciones sociales en 10 años. Todos los datos relacionados con los temas sociales mostraron una mejora y nos permitió crear un colchón para amortiguar la crisis», señaló Calixtre.
Para el investigador, con un ingreso cada vez mayor se redujo la desigualdad en general, lo cual propició una efectiva mejora y el incremento de las pensiones.
Entre los programas que generaron gran aceptación entre la población figura Más Médicos, en el cual cuenta más 11 mil galenos cubanos que prestan servicios zonas intrincadas de esta nación.
Creado en 2013, Más Médicos ganó fuerza y en este 2015 logró atraer un mayor número de especialistas brasileños, lo cual corrobora la positiva decisión del gobierno de impulsar un plan de salud pública para atender a sus ciudadanos.
