Estos trabajadores exigieron al alcalde, Enrique Peñalosa, el cese de los operativos policiales contra sus puestos de trabajo, el no decomiso de la mercancía y sentarse a una mesa de concertación
Juan Carlos Hurtado Fonseca
@aurelianolatino
María del Pilar Correa, es una de las representantes de una asociación de vendedores ambulantes de la Localidad de Engativá, en Bogotá, quien el pasado 29 de febrero encabezaba la movilización de más de dos mil de estos trabajadores, quienes marcharon contra el alcalde Mayor, Enrique Peñalosa, para pedir trato digno y alternativas ante la necesidad de desocupar el espacio público sin recurrir a la violencia de la Policía.
“Estamos protestando por el derecho al trabajo, no somos delincuentes como lo dice Peñalosa, somos gente trabajadora, honesta, con falta de recursos y por eso nos vemos en la necesidad de invadir el espacio público. Estamos de acuerdo en que Peñalosa arregle la ciudad pero sin pisotearnos, por eso hoy estamos dejándole claro a él que no somos delincuentes”, decía María mientras caminaba por la carrera 13 hacia la Plaza de Bolívar, empuñando un pasacalle.
Los manifestantes dijeron estar dispuestos a abandonar el espacio público pero en condiciones diferentes a lo que les ofrecen actualmente: “Proponen ubicarnos en unas casetas y centros comerciales que nacieron muertos hace años, pero esos son elefantes blancos, no sirven, cómo nos vamos a meter allá a aguantar hambre. Él no puede ser arbitrario y pasar por encima de su pueblo. No pueden decirnos que vayamos para ciertos lugares mientras nos dan una solución de fondo. Eso no lo aceptamos porque pagamos arriendo, servicios, ¿de qué vamos a vivir?”, explica la dirigente social.
Los vendedores ambulantes no aceptan “soluciones de oficina”, sino alternativas construidas con ellos, sin imposiciones. En ese sentido, varias organizaciones de vendedores de diferentes localidades han radicado propuestas ente la Secretaría de Gobierno, pero no han tenido eco.
Por eso, en pliego de peticiones presentado luego de la movilización, estos comerciantes exigieron el cese de los operativos policiales contra sus puestos de trabajo, el no decomiso de la mercancía y sentarse a una mesa de concertación con las autoridades de la ciudad.
Concertar y corregir
Luz Estela Saavedra, otra vendedora ambulante afiliada a una asociación también en Engativá, expresó: “Marchamos por un diálogo de paz con el alcalde, sólo queremos que nos escuchen”. Su puesto está muy cerca al hospital de esa localidad por lo que proponen: “Deben colocarnos kioscos y estamos dispuestos a pagar un arriendo, pero que nos dejen trabajar”. Otra de las propuestas para estos 150 vendedores que están alrededor del hospital es la utilización de una zona pública, cerca al parqueadero de ambulancias donde cabrían varios kioscos.
La misma manifestante reconoció que ellos tienen errores y cometen abusos que están dispuestos a corregir: “Nosotros también tenemos fallas, como por ejemplo nos tomamos más de lo que debemos del espacio público, contaminamos auditiva y visualmente. Pero estamos dispuestos a corregir todo eso con planes alternativos concertados”.
