jueves, abril 18, 2024
InicioPaísAgrariaBiotecnología de la dependencia

Biotecnología de la dependencia

La paz con justicia social tiene que pasar por la soberanía alimentaria, por la participación con poder de decisión de los campesinos en la elaboración de las políticas públicas agropecuarias. La biotecnología debe estar al servicio de la sociedad y no del capital privado nacional y transnacional.

Nelson Viloria Larios

Las organizaciones campesinas, indígenas y afrodescendientes tienen otro reto, que debe ir de la mano del desarrollo de la ciencia, la técnica y la tecnología. La biotecnología, bio=vida, es un instrumento no sólo para elevar la productividad y los ingresos de la economía campesina, sino que además, contribuirá al fortalecimiento de la economía campesina, el abastecimiento del mercado interno, a reducir la desnutrición y el hambre en los centros urbanos.

Ello sobre la base de romper el actual modelo neoliberal, la redefinición de los Tratados de Libre comercio (TLC), las políticas agroexportadoras, la derogatoria de las normas que impiden la siembra y circulación libre de semillas nativas, y la constitución de centros biotecnológicos desde las organizaciones nacionales campesinas, es una necesidad inaplazable.

¿Qué es un transgénico? Una semilla transgénica es un organismo vivo genéticamente modificado, alterado, creado artificialmente para resistir a las plagas, enfermedades y elevar la productividad. Con esta tecnología las grandes transnacionales pretenden controlar la producción de alimentos e incrementar sus ganancias, como Monsanto, Bayer, Syngenta, Pionner y Dow Agroscience, quienes pretenden controlar la producción de maíz, soya, canola, algodón, sorgo, arroz y trigo. Estos transgénicos afectan la salud de los campesinos, a los consumidores, el medio ambiente y destruye los microorganismos del suelo.

¿Qué es un clon? Una semilla clon es una copia del original, genéticamente idénticas, se propaga asexualmente. La clonación es la producción de un gen, cromosoma, célula u organismo a partir del original, de las moléculas hereditarias (ADN). Es una segmentación artificial de los embriones iniciales. La siembra de plantas de semillas clonadas no afecta la salud de los campesinos ni de los consumidores, ni del medio ambiente, ni destruye los microorganismos del suelo.

Los primeros registros de clones

El Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) expidió las resoluciones 1552 y 1553 del 22 de mayo de 2014, en las que avala la siembra y comercialización de cacao clonado para la Región Andina, subregión montañosa santandereana, siendo los dos primeros clones de cacao con registro en Colombia. Su lanzamiento fue el 12 de junio de 2014 por la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Corpoica).

“El clon TCS 01 Theobroma Corpoica La Suiza 01, es autocompatible, es decir, sus flores poseen la capacidad de autofecundarse con su mismo polen. El cultivo es precoz porque inicia su floración a los 14 meses de sembrado y la producción a los 20 meses. Su rendimiento en campo es de nueve mazorcas por kilo de cacao seco, mientras que el índice de semilla es de 3.0 gramos por grano seco. Cada mazorca produce 38 semillas en promedio y es considerado un producto de alta calidad para la exportación. Se destaca por su estabilidad, tamaño del grano, precocidad, productividad y resistencia a enfermedades fitosanitarias”.

Por su parte, “el clon TCS 06 Theobroma Corpoica La Suiza 06 inicia su floración a los 20 meses de sembrado y la producción a los 26 meses. Así mismo, produce 12 mazorcas por kilo de cacao seco, mientras que su índice de semilla es alto, de 2.2 gramos por grano seco. Cada mazorca produce 47 semillas en promedio. Las mazorcas son de tamaño grande, de color rojo jaspeado y naranja cuando maduran y su morfología posee rangos de los cacaos criollos finos de aroma. Es un material de alto rendimiento. Se destaca por su estabilidad, tamaño del grano, precocidad, productividad y resistencia a enfermedades fitosanitarias”.

Los avances que viene realizando la República socialista de Cuba son inmensos. Cuenta con el Instituto de Investigaciones de Viandas Tropicales (Inivit). Los clones de yuca, boniato, ñame, malanga, bananos y plátanos desempeñan un papel fundamental en la alimentación del pueblo cubano. Esta experiencia debe ser asimilada en Colombia por las organizaciones campesinas, indígenas y afrodescendientes, que sienten, desde las comunidades agrarias, las bases para la construcción de un nuevo modelo de desarrollo rural, dentro de la propuesta del Fondo Nacional Agropecuario para la Economía Campesina.

Controlar semillas

Las organizaciones campesinas deben tener el control de las semillas nativas y del banco de germoplasma a manos del ICA y que pasarían a Corpoica (cuenta con 16 seccionales): colecciones de semillas agrícolas, los microorganismos funcionales: hongos, bacteria y virus, incluyendo la colección de material seminal (semen y embriones) e in situ de las razas bovinas, porcinas y ovinas criollas colombianas.

La política del Estado, a través de Corpoica, se orienta a que los avances biotecnológicos son para fortalecer las políticas agroexportadoras, no la alimentación del pueblo colombiano, y de esa manera se pueda cumplir con los TLC. Los clones de cacao están dirigidos a la exportación.

Las políticas estatales ante los avances biotecnológicos han significado la pérdida de las semillas nativas, como es el caso del café arábico donde se perdió su cultivo y producción. Existe una dependencia de plántulas de la Federación de Cafeteros, impulsada por Endesa (Engesa, Codensa) a través de semilleros, como acontece en Viotá. Hoy están en peligro las semillas nativas de cacao.

La paz con justicia social tiene que pasar por la soberanía y autonomía alimentaria, por la participación con poder de decisión de los campesinos, indígenas y afrodescendiente en la elaboración de las políticas públicas agropecuarias de la economía campesina. La biotecnología debe estar al servicio de la sociedad y no del capital privado nacional y transnacional.

RELATED ARTICLES

Most Popular

Recent Comments