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Balance de desigualdad económica en 2015

Tres hombres con fortunas de casi $100 billones de pesos o lo que se puede decir, cuatro veces el presupuesto para educación de la población colombiana en un año, tienen una capacidad económica superior a las tres ramas del poder público juntas.

Luis Carlos Sarmiento Angulo, Carlos Ardila Lülle y Alejandro Santo Domingo, magnates colombianos
Luis Carlos Sarmiento Angulo, Carlos Ardila Lülle y Alejandro Santo Domingo, magnates colombianos

Gerardo Esteban Vargas*

Según estudios de la Organización Oxfam, indican que este año 2016 continuará la desigualdad en la distribución de los factores de producción, ya que el 1 por ciento de la población mundial amasará más riqueza que el restante 99 por ciento. Los más acaudalados han aumentado sus fortunas en los últimos años, ya que para el 2009 acaparaban el 44 por ciento de la economía mundial, en 2014 pasaron a obtener el 48 por ciento y las tendencias llevan a un crecimiento del 50 por ciento para el 2016. Con una población de 7.350 millones de habitantes y un PIB mundial de más de US$78 billones de dólares; tan solo 73 millones de seres humanos controlaran y acapararan US$39 billones de dólares.

El caso colombiano no es disímil a esta realidad impuesta por el consenso de Washington, bajo un modelo económico neoliberal de acaparamiento y de guerra. Donde el poder real y decisorio no radica en las ramas Ejecutiva, Legislativa y Judicial. Ya que estos órganos han sido permeados por la corrupción, mafia y paramilitarismo. El verdadero poder lo ejercen el sector oligárquico. Donde tan solo cuatro colombianos, los hombres más ricos del país suman una fortuna de US$30.600 millones, (con un dólar de $3.250 pesos, sería una cifra por el orden de $99.5 billones de pesos).

Para sopesar esta cifra, el Presupuesto General 2015 fue del orden de $216,2 billones de pesos, de ellos $119,3 billones para que funcione el Estado para una población de más de 48 millones de colombianos. En donde se destinó para educación $24,4; defensa $28,1; sector del trabajo $26; salud $19 y sector agro $4,5 billones.

Los patrones

Desglosemos las cifras: según Forbes para Luis Carlos Sarmiento Angulo, que encabeza la lista de los hombres más acaudalados del país y se ubica en el puesto 81 a nivel mundial, su fortuna actual es de US$14.200 millones. Por otro lado, Alejandro Santo Domingo ocupó el puesto 102 en dicha lista, convirtiéndose así en el segundo magnate del país. Su fortuna estaría por los US$11.100 millones. Jaime Gilinski ocupó el puesto 580 de los millonarios del mundo con US$2.900 millones, es el tercero en Colombia. El dueño de Postobón, Carlos Ardila Lülle, se encuentra en el lugar 731 con US$2.400 millones.

Pobreza e indigencia

Por otro lado, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), 28 de cada 100 colombianos o 13,44 millones de personas estuvieron en condición de pobreza monetaria, medidos con ingresos inferiores a $211.807 pesos mensuales. Y ocho de cada 100 o 3,84 millones de seres humanos en Colombia están en la pobreza monetaria extrema o línea de indigencia con ingresos inferiores a $94.103 pesos mensuales.

Poder mediático

Es así, que tres de los cuatro colombianos con mayor poder económico en el país, también son dueños de los medios de comunicación masivos, controlando más del 57 por ciento de la televisión, radio e internet. Lo que explica el poco o nada apoyo a procesos sociales de igualdad o equidad. Por otra parte, la calidad de los programas emitidos es bastante entendible a los intereses de sus dueños. Ya que todos sus subalternos o empleados cumplen su papel de obediencia vertical en una estructura de mercado, donde no hay controversia, discusiones o debates de las decisiones tomadas. Existe una imposición jerárquica, donde los resultados son programas donde enaltecen la violencia, la corrupción y alimentan la continuidad de hombres amorales que permitan alimentar todos los tipos de violencia.

Corrupción y abuso de poder

Estos tres hombres con fortunas de casi $100 billones de pesos o lo que se puede decir, cuatro veces el presupuesto para educación de la población colombiana en un año, tienen una capacidad económica superior a las tres ramas del poder público juntas. Ello explica, la capacidad de exoneración de impuestos a grandes compañías, y por ende el aumento de impuestos a la población en general, como el Impuesto al Valor Agregado (IVA). Las imposiciones de salarios mínimos por decreto. Y la impunidad a gente que le es útil a sus causas, como lo es el terrorismo de Estado, los paramilitares y una poca o nada investigación con los casos de izquierda o causas del pueblo, como lo es el esclarecimiento del exterminio de miembros de la UP, sindicalistas o de activistas de derechos humanos, entre otros.

Mientras siga tal desigualdad, seguirá la violencia y la guerra. En palabras de Jean Jacques Rousseau, en El contrato social (1762), “la verdadera igualdad no reside en el hecho de que la riqueza sea absolutamente la misma para todos, sino que ningún ciudadano sea tan rico como para poder comprar a otro y que no sea tan pobre como para verse forzado a venderse.

* Economista Investigador del Centro de Estudios e Investigaciones Sociales (CEIS).

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