miércoles, febrero 12, 2025
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Armonización de la paz

El gobierno del cambio cumple con la implementación del capítulo étnico, paso trascendental para la reincorporación plena de excombatientes pertenecientes a pueblos ancestrales que retornan a sus comunidades de origen

Atina Nudnay

Históricas jornadas vivieron los pueblos indígenas y las comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras durante la semana de conmemoración de los siete años de la firma del Acuerdo Final. El gobierno del cambio, en cumplimiento del derecho fundamental a la consulta previa libre e informada, firmó la protocolización de dos programas especiales de armonización con enfoque étnico para la reincorporación y reintegración; el primero, con las autoridades indígenas el 24 de noviembre en la ciudad de Bogotá en el marco de la mesa permanente de concertación y, el segundo, con las comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras el 26 de noviembre en la ciudad de Cali, en el Espacio Nacional de Consulta Previa.

El senador indígena Julio César Estrada, en la entrevista realizada por este semanario, indica que “este es un reconocimiento al trabajo que hacen los pueblos indígenas a través de sus autoridades para contribuir a la paz, a un mundo mejor, a una sociedad mejor, no solamente para los pueblos indígenas, sino también para todos los colombianos”. Así mismo, el senador saluda el buen término de la consulta previa, sin dejar de llamar la atención, sobre el retraso de este proceso durante los 4 años del gobierno de Iván Duque. Sobre esto resalta que: “El programa de armonización es un mandato que emana de los acuerdos de la Habana…, del capítulo étnico, que se atrasó… y que no ha permitido la reincorporación con los hermanos que nosotros llamamos desarmonizados”

Caminar la palabra avanzar en la reconciliación

Para el caso indígena, tres años duraron los diálogos entre la Agencia para la Reincorporación y Normalización como entidad líder de la consulta y las autoridades étnicas de la  Comisión de Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas que agrupa a las organizaciones indígenas: ONIC (Organización Nacional Indígena de Colombia), OPIAC (Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana), CIT (Confederación Indígena Tayrona), AICO (Autoridades Indígenas de Colombia por la Pacha-Mama),  CRIC (consejo regional Indígena del Cauca) y Gobierno Mayor. Tras este proceso, se llegó a concertar cerca de1100 medidas para la armonización, que incluyen acciones en temas de Naturaleza y territorio, Gobierno propio y biogobernanza, Buen vivir y Planes de vida, Identidad Cultural y Mujer, familia y generación.

El programa indígena, denominado por las autoridades étnicas como “Caminos para volver al origen”, vincula más de cuarenta entidades del gobierno nacional comprometidas de acuerdo con sus competencias en la implementación de acciones afirmativas para garantizar los derechos de los pueblos.

Para el caso de las comunidades negras, afrocolombianas raizales y palenqueras, un año duró el trabajo de construcción colectiva en los territorios para lograr un marco de acción integral que representara el sentir desde los consejos comunitarios, organizaciones de base y demás expresiones organizativas en las tierras de posesión ancestral de comunidades negras, afrocolombianas, raizales y Palenqueras y de zonas urbanas del territorio nacional.

Por su parte, los y las firmantes de paz desarrollaron procesos internos de diálogo, debate y construcción de propuestas para los programas de armonización, aportes que concluyeron en el desarrollo de espacios autónomos entre las autoridades etnicas y firmantes donde se dio lugar a la escucha y reconocimiento mutuo y la delegación formal para los espacios de consulta  de dos firmantes indígenas y cuatro firmantes de las comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras respectivamente

Foto Agencia para la Reincorporación y Normalización. Senador del Pacto Histórico Julio César Estrada Cordero, indígena del pueblo Wanano

Caminos para la garantía de derechos de los pueblos indígenas

La concertación de estos programas instala un marco de política pública, sin precedentes en la historia del país, que permitirá, el restablecimiento de la armonía en las comunidades étnicas y de los y las comuneras que se desarmonizaron con su ley de origen, sus usos y sus costumbres, cuando por distintas razones participaron como actores armados en el marco del conflicto. En consecuencia, el retorno de cerca de 2800 firmantes de paz con pertenencia étnica a sus comunidades podrá ser una realidad, que empezará a verse en cada uno de los territorios mediante rutas y protocolos de carácter colectivo que permiten la sanación, la reconciliación, el fortalecimiento de su identidad y preservación cultural de los pueblos.

Para el gobierno del cambio, la armonización se comprende como un proceso integral, acompañado por las entidades del estado competentes, toda vez que, se trata de generar condiciones que garanticen el acceso y goce efectivo de los derechos fundamentales, sociales, culturales y económicos para la persona que retorna, la familia y la comunidad receptora, desarrollando medidas efectivas para lograr una articulación con los planes de vida de los pueblos indígenas y la protección de la vida la los y las firmantes

Foto Agencia para la reincorporación y normalización: a la izquierda: Nidia Archila firmante de paz indígena del pueblo Siona

Nidia Archila, “Casika” como la conocen en su vida revolucionaria, reconoce este momento como un hito histórico para los firmantes de paz y para la garantía de sus derechos, y destaca la contribución del acuerdo de paz a las reivindicaciones históricas de los pueblos étnicos. “Si no hubiésemos firmado el acuerdo de paz, pues no estriamos aquí en estas concertaciones, haciendo propuestas y creando insumos también para la garantía de los derechos de pueblos indígenas. Entonces… yo pienso que esto va a beneficiar desde el Amazonas hasta la Guajira… en aras de garantizar los derechos de los pueblos indígenas y también los pueblos afros, que han sido históricos y típicamente abandonados por el Estado. Esperamos que, con este programa, de una u otra manera, se llegue a esa Colombia profunda, esa Colombia olvidada, esa Colombia donde muchos niños, así como la Casika, no han tenido acceso a la educación, a la salud, a una escuela de futbol o teatro…”

Marco de referencia para la Paz Total

Estos programas de armonización, hoy se convierten en un referente para los nuevos procesos derivados de la política de paz total, así mismo serán un modelo de retorno para las personas con pertenencia étnica que, transiten de la vida en armas a la vida en su comunidad de origen. El senador Estrada deja un mensaje importante de cara a la construcción de la Paz Total en el país. “Los pueblos indígenas sí podríamos hablar de lo que es una paz estable y duradera, nosotros los pueblos de la Amazonia fuimos pueblos guerreros, entre nosotros había batallas fuertísimas… después de un tiempo se llegó a un acuerdo enmarcado en el origen mismo de

nuestra cultura: terminar con la guerra, vernos distintos, ese pacto, lleva cientos de años y no hemos reincidido… esto es un paso más para mostrar a la sociedad como se debe perdonar, hay que construir sociedad, muy difícil… pero hay que hacerlo… nos guerreamos… ahora vivimos como hermanos.

Foto: a la izquierda: Nidia Archila firmante de paz indígena del pueblo Siona. A la derecha: Senador del Pacto Histórico Julio César Estrada Cordero, indígena del pueblo Wanano.
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