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Apreciaciones del momento

El 4 de abril de 1917 Lenin pronunció un informe en Petrogrado sobre apreciaciones del momento, en un texto que títuló “cartas sobre la táctica”, primero en una reunión de bolcheviques y posteriormente, en una reunión de delegados de bolcheviques y mencheviques, que deseaban discutir la unificación del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia.

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Rubiel Vargas Quintero

Las conclusiones de las reuniones fueron discutir públicamente las discrepancias, convocando para ello a una conferencia del partido, que se realizaría el 20 de abril de 1917. Las cartas sobre la táctica servirían como tareas prácticas del movimiento de la clase obrera, criticó la incapacidad de algunos dirigentes que no supieron captar el cambio de objetivos y la estrategia insurreccional para el desenlace final.

Es un texto que no ha envejecido, a pesar de la fecha, del autor que algunos reniegan, sigue teniendo validez para el análisis y síntesis como campo en el estudio de la táctica y la situación política. El texto no se puede dejar a la crítica roedora de los ratones, sino a la contextualización de la nueva etapa revolucionaria.

Cartas sobre la táctica

En cartas sobre la táctica, Lenin le da mucha importancia a la evaluación de la coyuntura política, para abarcar momentos determinados, para abarcar múltiples manifestaciones de la realidad, tenía en cuenta las contradicciones sociales, el sistema de poder que da origen a esas contradicciones, y las tendencias que ellas tienen. Así se ve cuales son determinantes, cual la principal y quienes las acompañan. Las cartas inician con el siguiente llamado: “El marxismo exige de nosotros el análisis más exacto, objetivamente comprobable, de la correlación de las clases y de las peculiaridades concretas de cada momento histórico. Nosotros, los bolcheviques, hemos procurado siempre ser fieles a esta exigencia, indiscutiblemente obligatoria desde el punto de vista de toda fundamentación científica de la política”.

Lenin en Cartas desde lejos determina “la peculiaridad del momento actual en Rusia” como fase de transición de la primera etapa de la revolución a la segunda. Antes de estos procesos de la revolución se encontraba el poder en manos del zarismo (nobles, feudales, terratenientes. En cabeza de Nicolás Romanov).

Etapas

La primera etapa “es el paso del poder del Estado a manos de la burguesía. El paso del poder del Estado a una nueva clase, es el primer rasgo principal. ¿Cómo se termina el poder de esta clase? Cuando una clase derrota a la otra. En el caso de la revolución democrática – burguesa, es terminada por la dictadura democrática – revolucionaria entre la alianza de los proletarios y de los campesinos, como correlación y acumulación de fuerzas, en una correlación de clase. Se pasó como dice Lenin “de la fórmula de las ideas a la fórmula de las realidades”. Porque toda teoría se materializa cuando las masas se apropian de ella. El gobierno en Petrogrado está en manos de los obreros y soldados, no hay violencia, “puesto que no existe policía ni ejército separado del pueblo, ni burocracia que se situé de un modo omnipotente por encima del pueblo”.

El objetivo de fondo es la emancipación del capital y la construcción de un nuevo sistema que sustituya el capitalismo. Del abandono de este referente surge el oportunismo. “El movimiento lo es todo, los objetivos no importan” (Berstein).

Violencia política

La teoría marxista nos enseña que la burguesía no se mantiene únicamente por medio de la violencia política, que es el fin último del capital en su relación con el Estado y la clase dominante de un sector político. Sino también, a la falta de conciencia, a la rutina, a la falta de la formación política como expresión de analfabetismo en la lectura de la realidad, a la desorganización de las masas, en la falta de creatividad en aspectos de la unidad tanto en lo táctico como lo estratégico y en muchas ocasiones al sectarismo de la propia izquierda. “Un marxista al apreciar el momento dado, no debe partir de lo posible, sino de lo real dado”. Lenin decía “es posible que los campesinos sigan los consejos del partido pequeño burgués socialrevolucionario, influenciado por la burguesía y que se ha pasado a la posición defensista, que le aconseja esperar hasta la Asamblea Nacional Constituyente, ¡a pesar que hasta ahora, ni si quiera se ha fijado la fecha de su convocatoria! muchas cosas son posibles, pero es un error olvidarse de la realidad. Es necesario seguir con un trabajo paciente y constante, que se adapte a las necesidades prácticas de las masas.

En dos tácticas (julio 1905), “la dictadura democrática revolucionaria del proletariado y de los campesinos tiene, como en todo el mundo, su pasado y su porvenir. Su pasado es la autocracia, el régimen feudal, la monarquía, los privilegios…Su porvenir es la lucha contra la propiedad privada, la lucha del obrero asalariado contra el patrono, la lucha por el socialismo”. La crítica que se hace es no quedarse en el pasado, es preciso mirar el nuevo momento en el marco de todas sus contradicciones y tendencias.

La guerra es el pasado, no es la única solución de los problemas de una sociedad, existen otras salidas políticas a los conflictos sociales y armados. Las masas no se pueden dejar a la embriaguez de falsos dilemas, dejarla contagiar de la epidemia general, de la embriaguez masiva (la salida militar). La lucha ideológica, la batalla de ideas, la movilización, la lucha de masas, la unidad de los sectores más avanzados, democráticos y revolucionarios son aspectos para combatir esa embriaguez. En La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo, ratifica la frase “La idea es ganar a las masas para la transformación de la sociedad y ella aprende de su propia experiencia”.

Unidad

La unidad no se puede ver simplemente como instituciones políticas concretas llamadas a realizar esta correlación. La unidad se tiene que materializar en el conjunto de la sociedad para transformarla. Hay que ser creativos, teniendo en cuenta la vida real, y no aferrado a las teorías del ayer, que solo abarcó de un modo aproximado la complejidad de la vida. Se trata de unir fuerzas, mediante el compromiso sobre unos puntos programáticos en que hay acuerdos. Impulsar alianzas tácticas entre fuerzas diferentes y simultáneamente estrategias, entre fuerzas con objetivos muy cercanos. Lenin cita unas palabras de Mefistófeles, de la tragedia Fausto, de Goethe “la teoría, amigo mío es gris; pero el árbol de la vida es eternamente verde”.

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