jueves, abril 18, 2024
InicioEdición impresaA 160 años de la república artesana

A 160 años de la república artesana

El 17 de abril se conmemoran los 160 años de la República Artesana, encabezada por el general José María Melo, los artesanos y los primeros socialistas de Colombia, que perduró hasta el 4 de diciembre de 1854. Fue el primer gobierno de trabajadores y militares revolucionarios.

Telar

Alfredo Valdivieso

Este 17 de abril se conmemoran los 160 años del inicio de la República Artesana, encabezada en Bogotá por el general José María Melo, los artesanos y los primeros socialistas de Colombia, que perduró hasta el 4 de diciembre de ese mismo 1854. Fue en realidad el primer experimento de gobierno de trabajadores y militares revolucionarios, apoyado en amplias masas campesinas, nacientes obreros asalariados y guiándose por experiencias de otros lares (en especial de la Francia de 1848) y con una amalgama ideológica, el socialismo utópico.

Diecisiete años antes de la Comuna de París y durante casi ocho meses, mantuvo en el poder a una clase diferente a la burguesía criolla, que se había alzado con el ejercicio del gobierno desde los inicios de la república, en especial tras la muerte del Libertador Simón Bolívar.

Fue la lucha de clases descarnada y enconada entre los grandes importadores causantes de la ruina nacional y los representantes de la pequeña y mediana producción. Fue finalmente la explosión social de los de abajo ante la ignominia de los de arriba y las traiciones reiteradas de la naciente burguesía que, desde esa época, de “nacional” no tiene nada.

La guerra de independencia

Al terminar la Guerra de Independencia en lo que la naciente burguesía consideraba su feudo, la Nueva Granada, parte de Colombia la Grande, y luego en diciembre de 1824 tras el enorme triunfo en Ayacucho, Bolívar y sus más cercanos capitanes fueron considerados “no útiles”, pues eran imprescindibles solo para ganar la guerra a la Corona española. La naciente burguesía se considera única dueña del país y, frente a la política bolivariana de impulso a la industria, intentan asesinarlo desde 1825, como lo reconoce Florentino González.

Desde antes del logro de la victoria en el Sur, los señoritos de la naciente burguesía, que se había robado los empréstitos contratados, sobre todo con la Gran Bretaña, imponen una política para su exclusivo beneficio: el librecambismo que, además de uncir la república con el yugo neocolonialista, convirtiendo a Colombia en eterno exportador de materias primas y materiales semielaborados y perenne importador de toda suerte de mercaderías, llevaba inexorablemente la ruina de la pequeña industria y, en especial, del artesanado.

Los Azuero, Soto, el mismo González, impulsores de esa política desde 1821, logran imponerla con la república de signo liberal, desde el gobierno de Francisco de Paula Santander a su retorno a país, y especialmente cuando, desde abril de 1845, es nombrado por Tomás Cipriano de Mosquera el mencionado Florentino González como secretario de Hacienda (ministro). En su Memoria de Hacienda de 1847 sostiene que Colombia debe ser básicamente un país agrícola y proveedor de materias primas para los países ricos.

La enorme masa artesana (que se calcula en un 29 por ciento de la población económicamente activa en Bogotá, que contaba una población de menos de 350 mil habitantes) llevó a la conformación de la renovada Sociedad Democrática de Artesanos en 1847. Fue una medida desesperada de los artesanos, encabezados por el sastre Ambrosio López, antiguo soldado a las órdenes de don Antonio Nariño, a raíz del librecambismo que lo lleva casi a la ruina por la importación de vestuario desde Inglaterra. Pero prontamente la Democrática trasciende el simple aspecto reivindicativo en la defensa de la producción nacional, y se apresta a la actividad política y social más amplia.

Es anterior en un año a la aparición del Partido Liberal y en dos años al Partido Conservador. El Partido Liberal, surgido después de los inicios de la lucha artesana, y que se divide en dos fracciones rivales, los gólgotas y los draconianos, lleva a los artesanos a dar su apoyo a ese que se proclamaba como el partido del pueblo y reivindicaba las consignas de la Revolución Francesa, pero que indistintamente traiciona los intereses de esa masa de trabajadores. Los sectores artesanales, antes de refundarse la Sociedad Democrática y mediante acciones conjuntas, participan decididamente en la acción política.

Organizaciones artesanas

La amplia organización artesanal comienza a ser una amenaza para la burguesía, pues aunque se había apoyado en los artesanos por su influencia en los demás sectores de la población, es vista como un peligro, y por eso le hacen entrismo las dos fracciones del partido liberal.

Una de las primeras acciones lleva a los trabajadores a apoyar de forma decidida la elección de José Hilario López como presidente de la república, imponiéndole que por fin se decretara la libertad definitiva de los esclavos para que dejase de ser escamoteado el propósito de Bolívar.

Hay que recordar que en la Constitución de Cúcuta de 1821 al Libertador le recortaron su intención de libertad definitiva y total de la esclavitud y solo se estableció la ‘libertad de vientres’, para garantizar que los nacidos de esclavos fuesen libertos automáticos, propósito constitucional que fue birlado mediante leguleyadas de algunos de los ‘próceres’, entre ellos el llamado poeta-soldado, Sergio Arboleda.

Por fin el 21 de mayo de 1851 (30 años después de la Constitución de Cúcuta) se expide la ley que garantiza la libertad total. Pero la burguesía, asustada por la ampliación de la presencia y la influencia de la base de los artesanos, escarmienta en ellos con el asesinato ‘legal’ del abogado de pobres José Raimundo Russi, a quien acusan –sin fundamento– de ser el jefe de la banda de ladrones del Molino Rojo, y autor de un asesinato; junto a Russi son fusilados otros dirigentes artesanos.

Antes de ello las diferentes vertientes de la burguesía y los terratenientes se alzan en guerra contra la presidencia de López por motivos de la ley de la libertad de los esclavos. Son derrotados con la más amplia participación de las masas artesanas en especial del occidente del país y en particular de Medellín, Cali y el Tolima.

Golpe de Estado

A la terminación del gobierno de López. y pese a sus incumplimientos de carácter general, los artesanos se alinderan al lado de la candidatura de José María Obando, quien resulta electo presidente el 1 de abril de 1853. Es una muestra de la veleidad política y la falta de independencia de clase que les caracteriza. Pero el nuevo presidente, fiel a su clase, traiciona a los artesanos, y ante la multiplicidad de inconvenientes de todo orden, pierde el apoyo popular pero también de los sectores más clasistas de la burguesía, que se unifican por medio de la fracción gólgota del Partido Liberal y con el Partido Conservador.

Uno de los mayores puntos de quiebre es el intento de liquidar lo que quedaba del Ejército Libertador, junto a la más agresiva política de libertad de importaciones y de entrega del comercio, la poca industria y el transporte fluvial a las compañías extranjeras y su postura en pie de igualdad con la flota colombiana.

Es ahí en ese punto de quiebre cuando se produce el golpe de Estado encabezado por el general Melo, pero apoyado por lo más destacado de los artesanos y los intelectuales socialistas, que se produce justamente el 17 de abril de 1854.

RELATED ARTICLES

Most Popular

Recent Comments