El 14 de noviembre, en el Congreso de la República, se condecorará con la Orden de la Democracia Simón Bolívar a la Central Nacional Provivienda por su fundamental e histórico trabajo en la lucha por la vivienda digna para la clase trabajadora
Redacción VOZ
La histórica Central Nacional Provivienda (Cenaprov) será reparada, de manera simbólica, con la Orden de la Democracia Simón Bolívar, en su reconocimiento a su importante labor en la lucha por la digna vivienda de los destechados en Colombia.
Cenaprov se creó con el propósito de coordinar acciones colectivas para la dignidad de los destechados, “es una organización social fundada por colonos desplazados, artesanos, inquilinos y militantes comunistas. Ellos crearon alrededor de quinientos Centros de afiliados en 156 municipios colombianos y lograron dotar con viviendas propias a cerca de 500.000 personas. (…). Muchos de ellos tuvieron un origen campesino, siendo colonos cafeteros despojados de sus tierras y expulsados hacia las ciudades por la violencia política de la primera mitad del siglo XX.
»Pasaron de colonizar tierras baldías a ocupar terrenos próximos a las ciudades, iniciando una colonización popular urbana de gran magnitud”, señala María Elvira Naranjo en Provivienda: una gesta de colonización popular para la red cultural del Banco de la República en Colombia.
Las familias víctimas de la violencia política eran quienes se afiliaban y asistían a los Centros de Inquilinos, recibían formación política y la autogestión, “recibían un entrenamiento práctico-organizativo conducente a que pudieran participar con éxito en las acciones colectivas de ocupación de predios y de resistencia al desalojo policial”, explica María Elvira Naranjo, pues, las responsabilidades en las ocupaciones se volvían específicas en las horas de la noche, la organización de la población fue fundamental para sobrevivir y ocupar las casetas instaladas en los terrenos.
VOZ habló con tres integrantes históricos de Cenaprov sobre el reconocimiento a sus esfuerzos por la vivienda digna.
Seguir construyendo
Héctor Lozano Ortiz es militante del Partido Comunista Colombiano. Participó en la lucha campesina y política, “eso me trajo como consecuencia la persecución y atentados contra mi vida. Así que, por orientación del Partido, salgo de Villarica y llego a Ibagué, donde también atentan con mi vida, por tal razón, y por orientaciones, viajo a Bogotá”, señala Lozano.
“Llegué al barrio Las Cruces, sin embargo, es en el barrio Policarpa donde me vinculo a Provivienda, aunque yo ya estaba vinculado en Ibagué, donde encabecé una invasión, porque la lucha de vivienda en Ibagué ha sido dirigida por el Partido desde hace muchos años”, explica y agrega “desde el momento en el que ingresé al Partido Comunista, nunca me he separado. Yo llevo militando hace setenta años, probablemente sea el más antiguo”, dice mientras ríe.
“Recuerdo cuando se dio la masacre en el Policarpa, la solidaridad de las personas fue impresionante, jóvenes, trabajadores, estudiantes llegaron a luchar con nosotros y nosotras”, en ese momento la dirección de la Central fue detenida, así que, por resolución del Partido, Lozano, como secretario general de la zona se volvió presidente del barrio, donde dijo una de las frases más importante y de aliento para las personas que fueron víctimas de la violencia policial: hay que construir, hay que echar pa´ delante, ¡de aquí no nos vamos!”.
Respecto a la condecoración que se dará en el Congreso de la República, Héctor Lozano está de acuerdo con esto, pero enfatiza en algo importante para la Central, “hay que seguir haciendo barrios, porque el objetivo de Provivienda es hacer barrios. Los jóvenes tienen que tomar la lucha por la vivienda y volverla de ellos”.
Solo el pueblo salva al pueblo
Bernarda Muñoz es del Buenavista segundo sector, “a mi Provivienda me dio una casa. La organización del barrio fue importante para seguir avanzando en la lucha por la vivienda”, pues, hacían vigilancia en las noches y madrugadas para salvaguardar a todos los vecinos y vecinas, “a veces llegaba muy cansada del trabajo, pero seguía en mi guardia”, señala Muñoz.
Entre risas, recuerda la unión que había en el barrio, “en uno de los turnos que me tocaba de vigilancia, no pude levantarme porque estaba muy dormida. Pero mi vecino lo tomó por mí, sin molestarse”. La formación política y organizativa fue clave para que los barrios siguieran avanzando desde la defensa. “Yo siempre estaba al tanto de las orientaciones, porque sabíamos que era para bien de nosotros y nosotras”.
“Seguimos estando agradecidos con la Central Nacional Provivienda, esto es un reconocimiento para todas y todos”, finaliza Bernarda Muñoz.
La historia que se sigue construyendo
Verónica Cipaguita de Rocha vive en Ciudad Latina, otro de los barrios fundados por Provivienda, las casas las adquirieron en una compra colectiva. “Provivienda es una organización que apoya a la clase menos favorecida. En una época construyó muchos barrios a nivel nacional”, comenta Cipaguita de Rocha.
“Los y las vecinas fuimos muy unidos. La lucha nos unió. En el barrio se fundó una comisión de solidaridad, que si a la gente se les quemaba sus ranchitos todos ayudábamos”. No solo las casas los unían, también la lucha por los servicios públicos, pues, el agua llegaba en pocas cantidades y debían repartir para todas las personas que vivían en el barrio.
“Seguimos construyendo. Ciudad Latina está lleno de personas, y eso nos enorgullece”, el 14 de noviembre está siendo esperado con ansias, “yo me siento muy feliz por Provivienda, y por la historia que seguimos construyendo”.