miércoles, abril 24, 2024
InicioPaísBogotáUnir las luchas democráticas de Bogotá para construir la paz con justicia...

Unir las luchas democráticas de Bogotá para construir la paz con justicia social en Colombia

Declaración política de la Conferencia ordinaria del Comité Distrital “Mario Upegui Hurtado”

image

En un contexto de ascenso de la lucha por la paz con justicia social e inspirada en la memoria revolucionaria de Hugo Chávez Frías y Mario Upegui Hurtado, se realizó exitosamente durante los días 5, 6 y 7 de abril la Conferencia Ordinaria del Comité Distrital del Partido Comunista Colombiano.

El colectivo partidario en la principal ciudad del país afianzó su identidad y compromiso con la línea política aprobada por el pasado XXI Congreso Nacional de la organización, expresada en la consigna “unir todas las voces y todas las rebeldías por la paz, la democracia y la soberanía”, y se propuso en sus deliberaciones y conclusiones precisar en el ámbito del territorio de la ciudad región sus principales desafíos políticos y organizativos.

Internacionalismo y solidaridad con las luchas de los pueblos hermanos

La política internacional marcada por la continuidad de la crisis económica agudiza sus consecuencias sociales, políticas, militares y medioambientales. Rechazamos las pretensiones de la guerra imperialista y reafirmamos el compromiso internacionalista por la paz mundial. Nos solidarizamos con los pueblos de la República Democrática de Corea, Siria e Irán y con otros pueblos del Medio Oriente y Asia víctimas de las amenazas y agresiones imperialistas; lo que exige informar y educar a la población sobre el transfondo real de estas agresiones.

Saludamos con optimismo la batalla que actualmente libra el bravo pueblo venezolano de cara a las elecciones del 14 de abril, para refrendar en cabeza de Nicolás Maduro el destino soberano y revolucionario que venía liderando el comandante Hugo Chávez.

Su victoria constituirá un paso más en el proceso de lucha política en América Latina y el Caribe a favor de los sectores populares, democráticos y revolucionarios, que enfrentan con dignidad y mediante diversas formas institucionales y extrainstitucionales a las oligarquías nacionales y transnacionales que continúan siendo parte de la disputa por el poder en cada uno de los países y el conjunto de la región. Saludamos el avance de los procesos de integración representados en la Celac, Unasur, Telesur, el ALBA, Petrocaribe, entre otras instituciones que se proponen avanzar en una nueva organización del poder regional.

La lucha por la paz con justicia social y las perspectivas de cambio en el país

En este contexto internacional en Colombia se vive un intenso momento de lucha política, marcado principalmente por el proceso de paz, el ascenso de las resistencias sociales, la recomposición de la unidad de la izquierda y las contradicciones, que no son de fondo, entre fracciones del poder dominante en el preludio de una nueva campaña electoral.

El debate generado en el marco de un nuevo intento por la solución política al conflicto social y armado, después del fracaso de ocho años de gobierno de Álvaro Uribe Vélez, ha colocado al centro temas estratégicos para el presente y futuro del país como la necesidad de cambios en el modelo económico supeditado a intereses capitalistas transnacionales y nacionales, que someten a la nación colombiana a fuertes procesos de explotación de sus recursos naturales, financiarización de la economía y destrucción de la débil producción industrial.

Orientación profundizada con el actual gobierno mediante la entrada en vigencia de los TLC con EEUU y otros países, que también ha venido golpeando la producción agropecuaria. Esta circunstancia ha sido evidente en el debate sobre el primer punto de la agenda relacionado con los temas agrarios, donde son necesarias medidas reales que avancen en la democratización de la propiedad de la tierra y de la vida política y social del campo.

De la misma manera en los demás puntos de la agenda, se abordarán temas sustanciales necesarios para el cambio y democratización del sistema y el régimen político general de la nación, que son imposibles de solucionar dentro del estrecho margen del poder constituido y de la actual Constitución política que ha sido regresivamente modificada en sus aspectos avanzados, y preservada o ajustada en su enfoque neoliberal conforme a los intereses de la clase dominante.

No tenemos ninguna duda en el carácter elitista y continuista del gobierno de Juan Manuel Santos y su proyecto de reelección al cual nos oponemos. Su decisión de iniciar diálogos de paz con las FARC-EP, hasta el momento no debe interpretarse equivocadamente como un signo del supuesto carácter progresista del mismo.

Lo entendemos como una decisión de un sector representativo del Establecimiento económico y político que entiende que el triunfo militar es imposible, con mayor razón en medio de la actual crisis capitalista internacional, y además como un esfuerzo adicional para tratar de recomponer la crisis interna que a pesar de las apariencias de estabilidad los permanentes conflictos populares desnudan en su justa dimensión.

Este es un momento de ascenso de la lucha social por los derechos del pueblo que debe seguir profundizándose, sobre todo en contra de las reformas neoliberales continuistas en la salud, las pensiones y la educación pública, dirigidas a profundizar su privatización y consolidar la acumulación de capital en el sector social, y de proyectos que responden a los intereses de los victimarios civiles y militares que pretenden garantizar su impunidad mediante fórmulas inconstitucionales como el fuero militar y las mal llamadas ley de justicia y paz y de víctimas.

Desde Bogotá apoyaremos las iniciativas de organización y movilización que contribuyan a elevar la capacidad de respuesta unitaria del movimiento popular en contra del continuismo neoliberal y la guerra.

En especial, queremos saludar y resaltar las luchas y resistencias del movimiento agrario, los trabajadores del sector minero, el movimiento educativo y estudiantil, a los defensores de los derechos humanos y al movimiento de víctimas de crímenes de estado. La Conferencia denuncia la persecución política a la que ha sido sometido el camarada David Ravelo, miembro del Comité Central, injustamente condenado, y hace un llamado a militantes y amigos para redoblar la solidaridad con los presos políticos.

Acciones como las del 9 de abril deben multiplicarse a lo largo y ancho del país, empezando por las localidades y sectores de Bogotá, mediante diversas formas. El objetivo es uno solo: meterle pueblo a la lucha por la solución política del conflicto y la paz con justicia social. En especial, nos comprometemos a participar del impulso, organización y desarrollo de las constituyentes por la paz, los congresos de paz y cualquier otra iniciativa que ayude a aislar a los patrocinadores de la guerra interna que le temen a los cambios que coloquen en riesgo sus intereses y privilegios tradicionales.

La lucha por una ciudad democrática y humanizada

En este marco de la lucha internacional y nacional, Bogotá, por su importancia económica, social y política, debe convertirse en un escenario principal de la movilización popular por los cambios. Un nuevo gobierno y un nuevo poder para la paz con justicia social no serán posibles al margen de los habitantes de la ciudad y de su región metropolitana.

En consecuencia, se necesita avanzar en una fuerza sociopolítica que ayude a transformar el modelo de ciudad capitalista, que ahora con su énfasis de ciudad mercancía domina el escenario del desarrollo urbano, económico y social, favoreciendo la segregación socioespacial, la desigualdad y exclusión social, sobre todo en los ingresos, las condiciones de empleo y trabajo, las condiciones de vida material y espiritual de la población, la discriminación de las mujeres y de géneros, favoreciendo el empobrecimiento de la vida cultural, la persistencia de la violencia social y política y otras formas de dominación y control.

Estamos por una ciudad democrática y humanizada en armonía con el medio ambiente y gobernada con la más amplia participación democrática y popular. Nos oponemos a los procesos de privatización de sus empresas estratégicas y abogamos por el acceso universal a una más amplia seguridad social, y la defensa y fortalecimiento de la propiedad estatal como forma de intervención a favor de los intereses colectivos de la ciudadanía.

Afirmamos que nuestra posición de autonomía e independencia frente a la actual administración progresista no es de indiferencia frente a los temas programáticos democráticos que compartimos y acompañamos. Nos diferenciaremos cuando sea necesario de cualquier medida que lesione los intereses de los trabajadores y el pueblo.

No obstante, declaremos con claridad nuestra oposición al intento de la derecha recalcitrante de revocar el mandato legítimo del alcalde y denunciamos el papel de persecución que viene asumiendo la Procuraduría General de la Nación. El papel del Partido Comunista ante todo está en poder aumentar su influencia en la organización de los trabajadores, otros sectores populares, la juventud, los artistas y todos los hombres y mujeres que rechazan un modelo de ciudad excluyente y privatizador.

Compromisos con la unidad

Los comunistas de Bogotá haremos todo lo que esté a nuestro alcance para afianzar la más amplia unidad popular y democrática, para ello proponemos la conformación de una convergencia social y política que aporte a un frente amplio distrital y nacional en la perspectiva de una nueva hegemonía en el país y la ciudad que represente los intereses democráticos de las clases subalternas fortaleciendo su capacidad de organización y movilización.

Un componente esencial de dicha unidad es el proceso sociopolítico que representa la Marcha Patriótica, del cual somos fundadores y un integrante principal. Seguiremos aportando a su fortalecimiento mediante nuestra presencia y construcción en diversos sectores de la ciudad y defendiendo con identidad propia criterios de amplitud y unidad con el conjunto de la lucha popular. De la misma forma, estaremos acompañando los procesos que se están desplegando como expresión de otros acumulados nacionales, regionales o sectoriales. Nuestra tarea será ayudar a unir y no a dispersar las luchas conforme lo definido en el XXI Congreso de “juntar las rebeldías”.

Levantamos la memoria, la experiencia y el legado de la Unión Patriótica, y como parte integrante de ella exigimos verdad, justicia y reparación política, que trascienda el tema de su personería jurídica y espacios de representación formal, e implique cambios profundos en el sistema y régimen político, tal cual lo reafirmó su último pleno, con cuyas conclusiones políticas a favor de la paz y de la unidad nos comprometemos.

Hacia la contienda electoral de los años 2014 y 2015, conforme a las orientaciones de nuestro Comité Central, participaremos con candidaturas propias y unitarias al calor de la lucha de masas, levantando las consignas de la paz con justicia social en el Congreso de la República, así como en las JAL y en el Concejo Distrital.

El PCC: un partido de puertas abiertas para los luchadores

Invitamos a los luchadores del pueblo, hombres y mujeres, que habitan el territorio de las 20 localidades de Bogotá a unirse al partido y a la juventud de la vida y la esperanza, a militar en el Partido Comunista Colombiano, y participar de su escuela de formación política, que cada vez más cobra vigencia en las batallas anticapitalistas que se libran en diversos lugares del mundo, pero en especial en los campos y ciudades de nuestro país a favor de una nueva Colombia.

Llamamos a toda la militancia a fortalecer la unidad y la organización interna al calor de la lucha del pueblo por la paz y la justicia social, y en el proceso de construcción de una ciudad democrática que garantice los derechos civiles, políticos y sociales fundamentales, en una perspectiva revolucionaria hacia cambios democráticos y el socialismo.

Bogotá, abril 7 de 2013

Comité Distrital “Mario Upegui Hurtado”
Partido Comunista Colombiano

RELATED ARTICLES

Most Popular

Recent Comments